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Esta mañana me dieron de alta, crei que el llegar a mi casa me haría mejor, pero fue todo lo contrario. Todo me recordaba a Miranda, a Alex, y a mi bebé, ya que Miranda me había regalado un conjunto amarillo, para cuando naciera.

Agarre el conjunto, y me tire a la cama, comencé a llorar como nunca, me culpaba por la muerte de mi bebé, yo no pude protegerla, además, extrañaba demasiado a Alex, quería que el estuviera en estos momentos. Unos golpes en mi puerta me sacaron de mis pensamientos..

-Hija baja a cenar--era mi padre.

-No tengo hambre pa- y era la verdad, no quería comer nada.

-Tienes que comer cariño--

- Más al rato comeré -
Mi papá no insistió más, y yo se lo agradecí.

Después de unas horas volvieron a tocar la puerta, pero esta vez por esta entró Leo.

-Hey, ¿qué haces aquí?, es tardísimo - y si, eran las 2 de la mañana.

-Tú madre me dijo que no has querido comer nada -

-No, sólo no tengo hambre- dije encogiendome de hombros.

-Luci, se que es difícil para ti asimilar todo lo que paso, pero tienes que seguir adelante -

-No puedo, Leo, simplemente no puedo -

-Claro que puedes, tú no tuviste la culpa Luci, entiéndelo-

-Si la tuve!!, si yo no me hubiera quedado como una estúpida viendo como Alex forsejeaba con ese maldito, la bala no hubiera impactado en mi, si hubiera hecho algo para ayudar a Alex,! Mi hija estaria viva! - dije comenzando a llorar de nuevo. Leo solo se acercó y me abrazó.

-Porfavor Luci, solo dejala ir, tú lo has dicho, "si hubiera", ya no puedes cambiar lo que pasó, nadie puede, ahora solo tienes que aceptarlo. Yo te ayudare, tus padres, todos lo haremos, te lo prometo. -

****

Han pasado ya 3 años, desde que desperté del coma, actualmente me encuentro casada con Leo. Tarde un año en lograr enorarme completamente de él, pero ahora, estoy felizmente casada con el hombre que amo.

Leo y Lorie me ayudaron a salir adelante, los dos no me dejaron sola en ningún momento. Leo es un esposo encantador, y muy protector.

-Buenos días amor- dijo Leo entrando a la cocina, y dándome un corto beso en los labios.

-Buenos días, ¿Vas a desayunar? -

-Hoy no, ya se me esta haciendo tarde - antes de salir me dio otro beso.

Leo había heredado la empresa de mi padre, y por el momento yo no trabajaba, quería empezar a trabajar en el hospital de la ciudad, pero por el momento estaba bien así.

Lorie llegó a verme, ella también se había casado, y ahora estaba embarazada de una niña.

-Hey, ¿cómo vas? - dije corriendo a abrazar a mi amiga, que por el momento era como una hermana para mi.

-Muy bien, la doctora dice que va muy bien, solo que mi panza, esta enorme - mi amiga tenía razón, Lorie tenía 7 meses, pero su panza ya parecía de 9. A mi me hubiera encantado ver como mi panza crecía, en estos últimos años, me daba pavor embarazarme.

-No exageres, tampoco es para tanto -
Las dos reímos y nos dirijimos a la sala, estuvimos toda la tarde viendo películas, hasta que Leo llegó.

-Hola Lorie, que bueno que veniste hermanita - dijo Abrazando, y acariciando la panza de Lorie, me sentía mal por él, Leo anhelaba un hijo, pero a mi me daba miedo.

-¿Y tú cómo estás hermosa? - dijo Leo acercándose a mi, me agarro de la cintura, y me besó.

-Muy bien--dije dándole otro beso.

-Aprovechando que las dos están aquí, quería decirles que quedé con Hugo, y mañana iremos a la playa - Hugo era el esposo de Lorie.

-¿Quieren que vaya a la playa con semejante pansa? - dijo Lorie señalando su pansa.

-Anda te vas a ver hermosa, ya verás - dije abrazándola.

Lorie se fue, y Leo y yo nos acostamos a dormir...

Hoy iríamos a la playa, escogí un traje de dos piezas, ya que aunque me habían hecho una cesárea, no tenía estrías, y mi cicatriz era casi imperceptible.

Llegamos a la playa y, Lorie tenía un traje completo, con el cual se veía hermosa. Pasamos toda la tarde entre risas, y metiendonos al mar, al llegar a la casa, Leo estaba demasiado juguetón, y como no, si la verdad es que los dos estábamos un poco ebrios...

Llegamos a la habitación entre besos y caricias, Leo comenzó a quitarme la ropa, y yo hice lo mismo con él. Cuando quedamos desnudos, el ingresó en mi haciéndome soltar un suspiro, ambos llegamos al clímax, y cuando me di cuenta, Leo no había usado protección, pero en estos momentos no me importaba, nos besamos por última vez, y ambos caímos rendidos...

****
Después de 1 mes, comencé a sentirme mal, los ascos y mareos se hacían presentes, Lorie y yo no lo pensamos dos veces, y fuimos al médico, el cual me dio la noticia de que estaba embarazada. He de admitir que esa noticia me aterro, ya que no quería volver a sentir el dolor de perder a un bebé...

Los meses pasaron rápido, Leo estaba demasiado emocionado con la idea de que iba a ser padre, hoy nos dijeron que tendríamos un varón, y eso me alegro, ya que me daba miedo la idea de saber que tendría una niña.

Mi panza, no era tan grande como había sido la de Lorie, al contrario, tenia 7 meses de embarazo, y mi panza parecia de 5 meses, siempre me preguntaba, si así había sido mi panza, en el embarazo anterior...

Hoy era el gran día, el día del parto, las contracciones eran horribles, me encontraba en el hospital con Leo a mi lado, después de 2 largas horas caminando, para poder dilatar.

-¿Te duele mucho?,¿ estas bien? - Leo no paraba de preguntarme si necesitaba algo, o si me encontraba bien.

-! JODER LEO!, ya callate que solo me pones más nerviosa.

-Perdón - por un momento me sentí mal, pero los dolores eran horribles..

Después de 3 horas mi hijo nació, tengo que admitir que era hermoso, estaba tan chiquito, y tan frágil, no pude evitar llorar al recordar a mi niña, pero ahora había tenido una segunda oportunidad de ser madre, y cuidaría a mi hijo como a nada en este mundo...

Mi Guardaespaldas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora