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Lucía

No pude evitar llorar, mi hija estaba viva. Me agache para quedar a su altura, y sin más la abracé, la abrace lo más fuerte que pude, obviamente sin lastimarla.

-Ay mi amor - dije dándole besos en su cabeza.

Me separe de ella, y esta solo me sonrió.

-Eres muy bonita mami- dijo, y yo solo reí.

-Tú eres hermosa mi cielo - dije acomodando su cabello.

-Mami, ¿ya no te irás al cielo? - no pude evitar reír, a lo que ella frunció el ceño.

-No mi vida, desde ahora me quedaré para siempre a tu lado- dije y le di un pequeño beso en la frente.

-! QUE BIEN! - dijo volviéndome a abrazar.-¿Tengo un hermanito? -

-Así es mi amor, se llama Nicolás -

-¿El también es hijo de mi papi?-

- No cielo, el es hijo de alguien más -

-¿Y dónde está su papá -

-Su papi está en cielo. -

-Ooh ya -.

Pase toda la tarde conociendo a mi hija, después de un rato Alex y yo nos quedamos solos.

-Asi que le pusiste Shiadani-

-Se cuanto te gustaba ese nombre, así que no dude en ponérselo--dijo sonriendo.

-Supongo que le pusiste Alicia -

-No, se llame Lucía, como tú -

-Oh, un hermoso nombre - dije, y los dos reímos.

Alex y yo seguimos hablando sobre Shia, y decidimos que yo la tendría los fines de semana.

Después de un rato se fueron, me sentía tan feliz, mi hija estaba viva, volví a ver a mi hermana... Y a Alex.

Faltaban dos días para que mi hija se pudiera quedar conmigo, estaba emocionada, en la casa había un cuarto de sobra, por lo que en los dos días que tenia, lo acondicione, compre algunos juguetes, y ropa para niña.

Nico no había querido dormir en toda la noche, así que al siguiente día, lo lleve al pediatra, y al parecer estaba enfermo del estómago, por lo que pedi permiso para faltar al trabajo, y quedarme a cuidarlo.

Alex

Shia se emocionó demasiado al saber que pasaría en fin de semana con su mamá, todos los días se la pasaba hablando de lo hermosa que era su mamá, cosa que a Eve parecía no agradarle del todo.

-Es su mamá Eve, no puedes enojarte, porque este emocionada -

-Pues si, pero es incómodo que hable de lo HERMOSA que es tu ex -

-No es para tanto - dije tratando de abrazarla, pero esta me empujó.

-Que no es para tanto!!, porfavor, si quieres todos los días de lo guapo que era mi ex, y dime si no te vas a enojar -

-Esto es totalmente diferente Eve - dije y salí de la cocina.

No me gustaba estar enojado con Eve, se que tal vez tendría razón en estar un poco celosa, pero me había molestado que le dijera a Shia que dejara de hablar de su mamá enfrente de ella, tal vez era comprendible la idea, pero la manera en que lo dijo no fue para nada la forma correcta...

Mañana llevaría a Shia con Luci, a decir verdad no sentía feo, ya que los fines de semana no podía estar con ella, y mi hija siempre me decía que no le gustaba para nada quedarse con Eve.

Antes de acostarme recibi una llamada de un número desconocido.

-¿Bueno?, ¿Quién habla? - pregunté.

-Hola Alex, soy Lucía, perdón por hablarte tan tarde, lo que pasa, es que quería ver si podría pasar por la niña mañana en la tarde, es que Nico se enfermó, y tengo cita mañana con el pediatra en la mañana, quería ver si me pagabas tu dirección, y yo iba por la niña, si no mandaré a Lorie por ella. . -

-Si, esta bien, ahorita te mando la dirección -

Le mande la dirección, y a los pocos minutos me arrepentí, Lucía no sabía que esta a comprometido, pero ya no podía negarme.

-Eve, mañana vendrá una chica por Shia -

-Esta bien - dijo, y se acostó.

A la mañana siguiente Shia no quería quedarse con Eve, decía que quería ir con su mamá, pero no podía llevarla.

-Cariño entiende que vendrán por ti al rato, no pasaras todo el fin de semana con Eve-

-Pero, ¿estás seguro de que vendrán por mi? -

-Si cariño, te lo prometo -

-Esta bien papi-

Me despedí de Eve, y de mi hija. Nunca he sabido porque a Shia no le gusta para nada quedarse a solas con Eve.

Muchas veces pensé en que se quedara con Miranda, pero esta salía todos los fines de semana con su esposo, y no quería interrumpir los planes de Miranda.

Lucia

Me sentía mal por fallarle el primer fin de semana a mi hija, tal vez no le había fallado del todo, pero me hacía sentir mal, el saber que mi hija tenía que esperar aún más, para irse conmigo.

Después de llevar a Nico al pediatra, fui corriendo a la dirección que Alex me había dado.

Toque varias veces, pero nadie me abría, después de más de 10 intentos, alguien me abrió..

Mi Guardaespaldas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora