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Alondra

Mi querida prima había salido con Lorie y Miranda, así que decidí entrar a su cuarto, ya que necesitaba dinero, pero no se lo pediría a mis tíos, comencé a buscar en sus cajones, pero un sobre me llamó demasiado la atención, decidí abrirlo, y me encontré con la noticia de que Lucía estaba embarazada.

La muy maldita estaba embarazada de Alex... ¿Qué como lo se?, los vi revolcándose en la fiesta de Leo...

Odiaba a Lucia con todas mis fuerzas, siempre obtenía lo que quería, y siempre se robaba lo que yo quería, comenzando con Leo, yo estaba perdidamente enamorada de él, pero él solo tenia ojos para su amada Lucía...

Y ahora pasaba lo mismo con Alex, cuando lo conocí me flecho de inmediato, estábamos conociendonos, todo iba bien, hasta que mi tío dijo que él se encargaría de cuidar Lucía, lo cual me aterro, ya que mi primita era hermosa, y si algo odiaba de ella, es que sus encantos eran naturales y no flechaba a los chicos a propósito. Por un momento crei que el hablarle mal de Luci a Alex, haría que este no se fijará en ella, pero meses después, me di cuenta de que ahora MI Alex también se había enamorado de ella.

Intente hacer que se fuera de nuevo, pero esta vez no funcionó... Hace un par de años, yo contrate a un chico para que secuestraran y volaran a mi primita, y afortunadamente mi plan había funcionado, ella se fue, y yo era feliz, hasta que se le ocurrió volver.
No lo pensé dos veces y llamé a Chad.

Chad es el chico que se encargo del secuestro y de la violacion de mi primita.

-Bueno-

-Hola Chad, soy yo Alondra -

-¿Qué pasa? -

-Necesito de tus servicios -

-¿A quién debo secuestrar ahora?-

-A la misma de hace años, quiero que se vaya-

-Pues esta vez trataré de hacer que se vaya por más años-

-No, tengo una mejor idea... Quiero que de vaya pero de este mundo -

-¿De qué hablas? -

-Quiero que la mates -

-! NO Alondra!,! Yo no soy un asesino -

-Entonce solo encargate de secuestrarla, yo misma la matare-

-Esta bien, solo necesito que me digas el día -

- En 2 días haré que este de regreso, y esa será tu oportunidad - dije y colgué.

La única forma de lograr que Alex me amara, era borrando a Lucía del mapa.

Pasaron varias horas y Lucía llegó, decidí enfrentarla y mi plan funciono...

-¿Qué tengo que hacer para que no le digas a mis padres y a Alex? - preguntó con la voz quebrada.

-Que te largues de aquí -

-¿Cómo? -

-Quiero que te vayas y no vuelvas, solo así tendré el camino libre con Alex-

-Esta bien, mañana le avisaré a mis padres, y el jueves me iré -

-Me parece perfecto -

Estaba tan feliz, mi plan está saliendo tal y como lo había planeado. Ay primita, ni te imaginas que solo te quedan 2 días de vida...

Baje a la cocina y me encontré a Alex, intente besarlo, pero este se negó, y me dio una estúpida excusa de que tenía gripa y no quería contagiarme, y así era siempre. Alex siempre encontraba algo para no besarme, pero no siempre podía salirse con la suya.

A la mañana siguiente Lucía habló con mis tíos, y ellos se encargaron de decirme, al parecer volvería dentro de 6 meses, pero solo por Miranda...

Si supiera, que ni siquiera llegaría a su casa, yo fingi estar triste, y ella solo me miraba con odio.

Desde esa noticia, Alex comenzó a estar aún más distante, mi plan con Lucía iba perfecto, pero con el no, decidí esperar, cuando el estuviera vulnerable por su muerte, yo me iría ganando su corazón poco a poco...

Lucía

No quería irme, pero no tenía otra opción, Miranda sabía el por qué me iría, pero prometí volver por ella, para que continuará estudiando en Europa...

Me había despedido de todos, excepto de Leo, ya que el había salido de viaje y volvía en unos meses. Lorie no quería que me fuera, pero no tenía opción, era eso o que mis padres y Alex se enterarán de mi Embarazo, se que era una cobarde, pero no sabía que hacer.

Había llegado el día en el que partiría, me despedí de Amelia, y de todo el personal, incluso de Alex, al cual no pude evitar darle un último beso en la boca. No me sentía tan mal, después de todo, me llevaba el mejor regalo que Alex pudo darme, y ese era mi bebé.

Me diriji al despacho de mi papá, y en este me despedí de mi madre, y después de mi padre, me sentía fatal por Miranda, iba a abandonarla Otravez, pero la diferencia es que esta vez volvería por ella.

Mis padre me convencieron de que me llevara el chófer, me subí al coche, esta vez no llevaba guardaespaldas ni escolta.

El camino al aeropuerto iba demasiado tranquilo, hasta que un auto impacto contra nosotros, haciendo que me golpeara la Cabeza varias veces...

Permanecí consciente solo por unos segundos, y lo último que pude apreciar fue la silueta de un hombre caminando hacia nosotros, el aire comenzó a faltarme, y mi vista comenzó a nublarse, para después  tornarse todo de color negro.

Mi Guardaespaldas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora