Era el día de San Valentín, su festividad menos favorita. Le molestaba ver las parejas por la calle felices, tomados de la mano, compartiendo malteadas y regalos. Pero no le molestaba el romance, al contrario, le encantaba; quería mandar cartas y poemas, dar regalos sin razón aparente, y andar por ahí presumiendo el amor que compartía. El único problema que tenía Charlotte, era que la persona con la que quería compartir estas fechas vivía a 480 kilómetros de distancia.
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A 400 TEXTOS DE DISTANCIA
Roman d'amourA veces te encuentras con la persona perfecta en la distancia equivocada.