Al otro día en la universidad, Charlotte se encontraba en la cafetería principal, cuando vio a su hermana conversando con un chico, no alcanzaba a verlo bien y pensó que era Sergio, pero cuando quedó de frente a ella vio que era Steve. Su hermana parecía muy interesada en lo que fuera que él le estuviera diciendo, se le notaba lo mucho que le gustaba Steve, y aunque no se lo dijera, esperaba que las cosas resultaran muy bien para ella.
- Ahora te dedicas a espiar a tu hermana, y hasta sonríes - Le dijeron - Creía que sólo sabías ser gruñona.
Cuando se giró, vio que había sido Sergio quien le había hablado. Consideró la opción de responderle con sarcasmo, pero se dijo a sí misma que si quería llegar más lejos, debería ser más amable, y porqué no, hasta coqueta.
- No siempre soy molesta, hay cosas que me hacen sonreír - Le dijo con una medio sonrisa en el rostro.
- Lo que te gusta es reírte de tu hermana mientras se avergüenza con ese chico - Le contestó Sergio y se sentó a su lado.
- No me río de ella, me parece tierno que por fin se haya atrevido a hablarle. Le gusta desde hace tiempo y lo único que hace es mirarlo como una acosadora. Y creo que cuando en verdad te gusta alguien, vale la pena intentar acercársele aunque sea con esa cara de tonta que tiene ahora.
- Igual a la cara que pones cada que miras tu celular - Le dijo y le sonrío con malicia.
Sergio sí que sabía cómo alterarla, ¿cómo se atrevía a decirle eso y querer que ella no lo tratara mal?, parecía un acosador, y pensó en decirle pero de una manera menos grosera.
- ¿Cómo es que sabes tantas cosas de mí, tanto te gusto?
- No, claro que no, obvio no - Titubeó y se sonrojó, lo cierto es que no sabía qué responder a eso, no le gustaba, pero no quería hacerla sentir mal; y sobretodo no quería arruinar sus posibilidades de llevarse bien con ella y lograr conocerla mejor.
- Supongamos que te creo, entonces ¿qué haces aquí? - Y le devolvió la sonrisa maliciosa que él siempre le daba.
- Solo venía a molestarte, no pensé que fueras a ser amable.
Charlotte iba a contestarle, cuando Emily llegó y golpeó la mesa con fuerza para llamar su atención.
- ¡Pero si son los enamorados! - exclamó - Lamento interrumpirte Romeo - le dijo a Sergio- Pero necesito contarle algo importante a mi hermanita.
- Toda tuya - le contestó él - Nos vemos Charlotte - le dijo y esbozó una pequeña sonrisa.
Emily empezó por preguntarle de qué estaba hablando con Sergio, y después de molestarla diciéndole que estaba muy enamorado de ella, le contó lo que estaba hablando con Steve.
- Deberías invitarlo a salir, es obvio que él quiere preguntarte pero teme que le digas que no - le dijo Charlotte.
- Pero no voy a decirle que no - suspiró - míralo es tan guapo.
- Pero él no sabe eso, arriésgate Emily, no pierdes nada.
- Lo dice quien no se atreve a ser amable con el chico que le gusta. Si hicieras caso a tu propio consejo, Sergio no se hubiera tenido que acercar a mi a hacer tantas preguntas sobre ti.
- ¿Cómo dices? ¿Qué te preguntó?
- Nada - se rió - solo quería ver tu interés.
Emily se pasó el resto de su hora libre molestando a Charlotte, y diciéndole que debería aprovechar a Sergio, si bien no le gustaba, entonces que al menos buscara entablar con él una amistad porque los amigos de ella "siempre son tan aburridos".
Charlotte no protestó, sobre todo porque había dejado de prestarle atención cuando vio a Sergio en una de las mesas conversando con los que debían ser sus compañeros; y de vez en cuando, le daba una sonrisa o lo descubría a él mirándola.

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A 400 TEXTOS DE DISTANCIA
RomansA veces te encuentras con la persona perfecta en la distancia equivocada.