VII

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Charlotte salió de clases y se dirigió hacia la facultad de ingeniería. Su plan era esperar pacientemente a que Sergio pasara por ahí, debía parecer un encuentro casual y no quería que él se diera cuenta que ella lo estaba buscando.

Pero Sergio no tenía clases ese día, claro, ella no lo sabía; después de algunas horas, se cansó de esperar y se fue hacia la biblioteca, buscó el perfil de él en redes sociales y se arriesgó a enviarle un mensaje.

@char_lotte: Hola Sergio :) soy Charlotte... ¿Qué tal estás?

@sergio_h: *Visto

Genial, así que era un cobarde que solo se atrevía a hablarle en la universidad, tal vez solo para que sus compañeros lo vieran, ¿y si solo se trataba de una apuesta? No, la sola idea era estúpida; pero entonces porqué la ignoraba cuando ella quiso hablarle. Eliminó la conversación, si no lo veía, no se sentiría mal; vio entre los otros mensajes la conversación con Adam y el último mensaje que él le había enviado. Una parte de ella se sentía bien, pero muy en fondo se sentía mal porque él no se había dignado siquiera preguntarle porqué lo estaba ignorando.

Basta de pensar tonterías Charlotte. Se dijo a sí misma, hacía días se había propuesto enfocarse en otras cosas y eso haría. Llamó a Carlos y quedó de encontrarse con él en el centro comercial, irían a cine y a comer algo, tal vez así ella lograra despejar su mente del dilema amoroso que tenía encima.

A la mitad de la película, Charlotte se percató de que en los asientos de más adelante había una pareja abrazada. Ella que era fan del romance aunque no le gustaba admitirlo, se imaginó compartiendo un momento así con...¿Adam? No, su cabeza le hizo una mala jugada y se imaginó que estaba con Sergio. ¿Por qué? Se dijo, no es como si hubiera pensado en él todo el día o en encontrarselo, creía que interesarse en cualquier otro era el camino para olvidarse de Adam, pero si quería sacarlo a él de su cabeza debía cortar de raíz la extraña relación que mantenían; y por eso decidió que al llegar a casa lo eliminaría de sus amigos, tenía que quitar de algún modo la tentación de hablarle.

Tuvo una tarde agradable cuando dejó de pensar en chicos y se enfocó en la película; después de eso, Carlos y ella fueron a un restaurante mexicano, su comida favorita, y más tarde se pasaron por la barra de helados. Cuando llegó a su casa, se encontró con que Emily no estaba, ya era tarde y le preguntó a su mamá por ella.

- Tu hermana salió con un jovencito muy apuesto - le contestó.

- ¿Cómo era?

¿Por qué le había preguntado eso? ¿Acaso una parte de ella temía que su hermana saliera con Sergio? Tal vez solo era Steve y se estaba imaginando un drama por nada.

- Era moreno, alto, y muy tímido - le dijo su mamá - si me preguntas a mí, diría que estaba en shock por salir con alguien como tu hermana. Se le veía en los ojos que se derretía por ella.

- Entonces solo era Steve - pensó en voz alta.

- ¿Lo conoces? - su madre alzó la mirada - ¿Es alguien de quien debería saber?

- Si, digo no. Mejor pregúntale a ella - le contestó.

Diciéndole eso se dirigió a su habitación, se organizó para tomar una ducha rápida, y se recostó en su cama a revisar el teléfono; fue entonces cuando se dió cuenta que tenía un mensaje nuevo. No quería mirar de quién era, quería que fuera de Sergio, también quería que fuera de Adam; eliminó la notificación sin siquiera leerla y mejor se puso a hacer otras cosas.

Si Charlotte hubiera leído ese mensaje esa noche, lo que sucedió después hubiese sido muy diferente, y no estuviera esa tarde de San Valentín arrepintiéndose por su error.

A 400 TEXTOS DE DISTANCIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora