De regreso a casa de Sergio, Adam sacó su teléfono y le envió un mensaje a Charlotte, sacó valentía de quién sabe dónde pero tenía poca fe en que ella fuera a contestarle, solo le había escrito "hola" esperaba que al ver que no era nada extraordinario, ella al menos lo saludara.
Se puso a ver las fotos que tenía ella en el perfil de instagram y vio que había subido una desde lo que parecía ser la ventana de su habitación pero al fondo se alcanzaba a distinguir el nombre de una tienda. Le enseñó la foto a Sergio esperando a que él reconociera el lugar.
- Ok, ¿qué se supone que debo ver?
- No seas menso, al fondo se ve un cartel de una tienda o algo así.
Sergio miró con más detalle y al ampliar la foto alcanzó a distinguir el nombre de una cafetería de la ciudad.
- Coffee Tree - dijo Sergio - lo conozco, es un café donde trabaja un amigo de Laura.
- Genial, vamos - dijo Adam con entusiasmo.
- ¿Es una broma, verdad? Son más de las 10, es obvio que está cerrado.
- No me interesa el café, solo quiero saber dónde vive ella.
- Y lo sabrás, solo que mañana, cuando no esté dormido - le dijo Sergio mientras se volteaba y lo ignoraba.
- Bien, pero te haré madrugar - le dijo Adam y se recostó en el sofá.
No lograba quedarse dormido pensando en qué iba a hacer al siguiente día, iría a la casa de Charlotte, pero ¿qué diría?. Tal vez ni siquiera le abriera la puerta, ¿lo reconocería? Si, no es como si nunca hubiera visto una foto de él. Seguro que la curiosidad la vencería y quisiera saber qué hacía él allí; pero no ganaría el cariño de Charlotte de nuevo si no le demostraba que en verdad lo merecía. Se le ocurrió una idea y se levantó a buscar lápiz y papel.
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Sintió que alguien lo golpeaba y cuando abrió los ojos, vio que se trataba de Sergio que lo miraba confundido.
- Despierta ya Romeo, ¿no que querías sorprender a tu chica de madrugada?
- No, tuve una idea más romántica, después de todo, hoy es San Valentín - contestó Adam y le mostró a Sergio el dibujo que había hecho.
- Wow, si que tienes talento.
- Espero que a ella le guste - dijo - ¿Crees que se vea muy acosador?
- Tal vez, podrías firmarlo para que no se asuste y crea que es un loco el que se lo envía.
No era tan mala idea, si le entregaba el dibujo de manera anónima probablemente la espantaba, así que solo puso las iniciales de su nombre y lo dobló. Tomó una libreta que siempre cargaba, unos lápices y se encaminaron hacia el cafe; y despues de esperar a ver si alguien salía de la casa, Adam se animó y dejó el dibujo pegado en la puerta.
Cuando estaban por irse vieron que Emily llegaba a la casa y tomaba la hoja; alcanzaron a ver que hacía un gesto de confusión mientras cerraba la puerta. Decidieron esperar por si veían algo más dentro de la casa y se quedaron en el café.
Unos minutos después, vieron cómo se abría la ventana de lo que suponían era la habitación de Charlotte y las hermanas se asomaban a la calle por si reconocían a alguien.
Adam sacó la libreta y empezó a escribir una carta para Charlotte, después de varios intentos se dijo a sí mismo que ya estaba lista, volvió a firmar con sus iniciales y cuando vio que no había nadie asomado en las ventanas, se acercó a la casa y la tiró por debajo de la puerta.
- ¿Hiciste otro dibujo? - le preguntó Sergio que solo se había dedicado a mirar por la ventana del café.
- No, le escribí algo. Espero que le guste.
Sergio rodó los ojos y se levantó para pagar la cuenta, tuvo una idea para ayudar a Adam y se acercó al amigo de Laura.
- Hola Cam, no sé si me recuerdas - dijo - Soy Sergio, soy amigo de Laura, nos presentó en la fiesta de año nuevo.
- Hola, ¿cómo vas? - contestó mientras le recibía el dinero.
- Bien, oye¿ puedo hacerte una pregunta algo entrometida?
- Si claro, dime - rió - pero no te aseguro una respuesta.
- Es sobre Charlotte, la chica rubia que vive al frente - dijo señalando la casa - ¿suele comer algo especial aquí?
Cam lo miró extrañado porque sabía que a Sergio le gustaba Laura su amiga. Sergio lo notó y se apresuró a aclararle que sólo quería ayudar a su amigo.
- Siempre pide un latte con panecillos de canela - respondió Cam.
- Tengo una idea, aguarda un segundo, le pediré a Adam que los pague.
Después de pagar los panecillos, salieron del café y se fueron hacia el centro comercial. Adam quería comprar un regalo especial para Charlotte y para eso debían recorrer varias tiendas antes de que se les hiciera tarde.

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A 400 TEXTOS DE DISTANCIA
RomantikA veces te encuentras con la persona perfecta en la distancia equivocada.