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   -¡¿Esto es una jodida broma?! Sabias perfectamente que nadie podía entrar a mi oficina. ¿Te das cuenta cuán importante son esos documentos? –pregunté a gritos e histérica. No podía ser cierto, esto era una mala jugada.

-Lo lamento mucho, no me había dado cuenta que habían entrado a tu oficina.

La rabia y preocupación corría deprisa por mis venas, ya decía yo que todo marchaba como viento en popa. ¡Y una mierda!

-¿Lo lamentas? ¿De qué me sirven tus lamentos? Son inútiles como la vigilancia, que juraste me darías –El guardia lucía molesto. Y con razón estaba diciéndole tantos tacos que hasta parecía que quería degollarme. Pero lo que él no sabía era que la única muerte que aquí habría sería la suya.

-Julián no me ha contratado para resguardar algo que supuestamente debía de ser su prioridad señorita.

¡Ja! ¿De verdad él me está diciendo esto?

-Desde que se inventaron los pretextos... Se te ha contratado para resguardar este edificio, sin importar que fuese mi oficina, el almacén o el jodido estacionamiento. Te di una tarea que debías de cumplir, creí que habías entendido tu trabajo. ¿Cómo no darte cuenta? Todos está desordenado ¡solo un ciego no se daría cuenta! -El joven respiró derrotado y agachó su cabeza tragándose su orgullo. –Puedes retirarte.

Salió sin más. Mi desesperación comenzaba a notarse, todo mi proyecto... mis análisis y la inversión de mi vida había sido robada y eliminada de mi oficina. ¿Quién había profanado mis archivos? ¿Quién quiere sabotearme?

Tomé mi bolso y me dirigí al estacionamiento, me importaba un carajo que Julián estuviera en reuniones, él iba a escucharme claramente.

Después del segundo timbre responde a mi llamada.

-¿Hola Yenevit?

-¿Cuándo ibas a decirme que entraron a mi oficina? –pregunté molesta.

-Estabas de luna de miel, me pareció inadecuado interrumpirla por trabajo.

Sentía mi cara arder. ¿Qué demonios estaba pensando? Era una inversión de millones ¿Por qué lo tomaba a la ligera?

-Ese no es pretexto y lo sabes.

-Sé muy bien que eres precavida, no dejarías una inversión tan importante a la ligera.

-Ese no es el problema. ¡Julián, entraron en mi oficina, hackearon mi ordenador, incineraron mis documentos! ¿Acaso te parece poco?

Mis manos comenzaban a estrujar con fuerza el volante. Mi respiración se volvía tensa. Me frustraba que no hiciera algo al respecto.

-Yo mismo me encargaré de eso apenas llegue a Nueva york, ahora mismo no puedo hacer nada más que investigar. ¿Franco qué dice al respecto?

-Él no tiene porqué saber. Solamente es socio accionista de la compañía, mis resultados deberán de entregarse hasta la próxima semana, no tardaré más de tres días en tener mis documentos.

-como accionista es importante conocer el estados de tus inversiones por lo que parece importante comentarle, además es tu esposo y un excelente hombre de negocios.

Vaya, sabía que Julián admiraba a Evans, pero nunca pensé que sería demasiado. Por un lado concuerdo con él, es importante vigilar tus inversiones pero esto no era arriesgado en cuestión de números sino de entregar resultados, pruebas de que el proyecto iba viento en popa. Y algunas situaciones ante posibles contingencias, digo si alguien quisiese robarlo no podría ponerlo en marcha porque realmente mis notas son inusuales. Esto claramente quiere decir que planean dañar mi carrera.

Adoptando Un FuturoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora