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TWENTY TWO: ¿ya son novios?

Summer.

Mi tía me observaba y yo la observaba a ella, lo mismo pasaba entre Matt y su padre. Conozco al padre de Matt, pero jamás imaginé que el fuese la cita de tía Tulissa, me atrevo a decir que es raro.

—¿y no piensas decir nada? —preguntó Matt directamente a su padre; discretamente golpee su brazo ya que estaba haciendo que el ambiente se sienta muy pesado e incómodo.

—Matt...yo ... no sé qué decir. —su padre se notaba muy tenso, ¿le tiene miedo a Matt? —Tulissa, disculpa, tengo que irme y hablar con Matt sobre esto.

—ve tranquilo —mi tía agrego algo más que no alcance a escuchar.

Me voltee hacia Matt —si haces algo estúpido te mataré y juro que no bromeo —tome su brazo haciendo que me observará —mi tía esta ilusionada con tu padre, y si por tu estúpida culpa ella sufre yo misma me encargare de cortar tu cabeza. Estas advertido Matt Benson.

Desearía poder describir el rostro de Matt, pero no existe palabra alguna para poder hacerlo, el chico solo me observa y no dice ni una sola palabra —Summer, te veo mañana. —y sin decir más se fue a su auto y su padre le siguió.

Mi tía y yo entramos en casa en completo silencio. Tengo muchas preguntas para ella, pero no es momento de preguntar nada.

Me senté en el sofá mientras mi tía se iba a cambiar de ropa, a mí no me molesta que salga con el padre de Matt, de hecho, él es muy guapo, si es algo mayor, Yun diría que es candidato perfecto para ser un suggar daddy.

Deje de pensar en mi tía y su relación para poder pensar en Matt, aceptar que él entre en mi corazón es una decisión que jamás pensé tomar; jamás pensé que Matt está enamorado de mí para ser honesta nunca pensé que Matt podría tomar mi mano y caminar conmigo o invitarme a salir.

Aun no tengo muy en claro mis sentimientos con respecto a él, si me gusta la idea de estar juntos el único problema es que soy demasiado insegura, trato de crear una barrera a mi alrededor una que nadie pueda penetrar, odio llorar por un corazón roto, odio llorar por un chico y odio llorar por extrañar a alguien, pero en el fondo deseo que Matt me demuestre que él es capaz de penetrar esa barrer sin lastimarme.

Cuando su mano cubrió la mía sentí algo especial, esa sensación no la había tenido con nadie más, es como un hormigueo y choques eléctricos que inician desde mi mano y terminan en mi estómago haciendo que en este se forme un nudo muy grueso casi imposible de deshacer. Eso me asusta y mucho.

—habla no te quedes callada —ordenó una muy nerviosa señora Tulissa —terminare con él te lo prometo...

—¡tía! —le grite —calma—solté una carcajada —¿Cómo crees que te pediría que terminaras con él? Espera... ¿ya son novios? Lo guardaste muy bien, madre.

Ella dio un brincó —¿me llamaste madre? —sonrió ampliamente —desde los doce no me has llamado así; voy a llorar.

—oye —me acerque a abrazarla —eres mi mamá y te amo; no pienso prohibirte algo aunque es muy extraño el hecho que seas novia del padre de Matt.

Ella se separó de mi —¿y eso que tiene de malo?, solo seré la madrastra de tu novio.

—¡oye! Él no es mi novio.

—uh, si, aja y yo soy la princesa Diana reencarnada —ironizo —sus manos entrelazadas y las caras de bobos que ambos tenían me decía lo contrario. —Intente protestar, pero solo hacía gestos muy raros con mi boca —lo imagine, no puedes protestar sobre eso.

—basta, señora Tulissa. Vamos a aclarar este punto ahorita; tú y el señor Rodrigo pueden ser novios, casarse, tener sexo e hijos, pero déjennos a Matt y a mi fuera de la jugada. Quiero que todo sea entre ustedes lo disfruten y si Matt se pone de pasado contigo me dices, que le cortaré el pene.