FORTY FOUR: Ángel caído

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antes de que inicie el capitulo quiero que sepan que todos tenemos un infierno preparado para pagar por nuestros actos, aunque no todos entendamos el castigo. el sufrimiento es solo para el castigado.

Brad.

—soy yo —dije cuando la otra persona contesto mi llamada —jamás pensé en llamarte, pero necesito de tu ayuda, es sobre ella. Necesito que la controles. —del otro lado de la línea se escuchaba una risa burlona.

—sabía que no pasaría mucho tiempo hasta que tú y tu hermano recurrieran a mí.

Apreté mi puño con mucha fuerza, pues el tono de satisfacción con el que hablaba me hacía querer colgar y mandarle a la mierda, pero no podía hacer eso —escucha bien lo que diré, solo encárgate de mantenerla contigo y no le hagas daño porque soy capaz de matarte.

Otra carcajada sonora se escuchó en la línea —¿tú, matarme a mí? —el tono burlesco desapareció y uno más aterrador se pudo percibir —escucha bien esto, desde que ella le dio el primer dolor de cabeza a tu hermano tendría que estar aquí conmigo. Además, tu amor por ella no es suficiente para matarme. Llegaré hoy por la tarde.

—NO, mañana es navidad no puedes hacerle eso. Por lo menos déjale estar esta noche con nosotros.

—Brad, tienes hasta media noche para despedirte de ella. A las once con cincuenta y nueve yo tocaré esa puerta y la llevaré conmigo. Tómalo o déjalo.

Golpeé el volante y apreté mis ojos. Es por su bien, no puedo dejar que ella siga haciendo de las suyas. Me comprometí con Matt, necesito tener mi record limpio para poder conseguir mi anhelada pasantía en el hospital más prestigioso de esta ciudad, aunque eso signifique deshacerme de ella —lo tomo —inmediatamente colgué, sintiéndome culpable por lo que estoy haciendo.

De la guantera saque una foto que siempre conservo conmigo. Mi rubia sonreía mientras apretaba mis mejillas. Su sonrisa siempre ha sido lo que más me encanta de ella, sonríe como un jodido ángel a pesar de tener un maldito carácter del demonio. Cuando paso tiempo con ella es lo mejor que existe.

Desearía que todos conocieran a la Yunis que ven mis ojos.

No entiendo porque mostrarse como lucifer cuando ella es un jodido ángel.

Trato de convencerme a mí mismo que es la mejor decisión que he tomado en años. Por su obsesión enfermiza con Summer he tenido que aguantar golpes, gritos, insultos hasta la acusación de asesino.

—mi pequeño ángel caído, como desearía que las circunstancias fueran de lo más distintas.

Mi hermano me encargo hacer la bendita llamada que llevamos años retrasando. Sé que ella me va a odiar cuando se entere que fui yo el que perpetuo todo este plan, pero yo necesito asegurar mi futuro, necesito un motivo para continuar en este planeta y ese motivo no es ella, es mi vida laboral. no puedo fingir que viviré de amor cuando Yunis no está bien y yo tampoco lo estoy.

Entre en mi casa y sin decir nada a nadie subí a mi habitación, pues no quería hablar y solo deseaba dormir hasta que fuera el siguiente día.

Me cambie de ropa y me tumbe en mi cama, tal vez estaba tan casado que al poco tiempo me quede profundamente dormido.

Brad, Brad escuchaba como una voz muy suave y delicada me llamaba a lo lejos.

Poco a poco abrí mis ojos y me di cuenta que estaba en el césped de mi casa, ¿Cuándo me quedé dormido aquí? Fue lo primero que pensé. Restregué mis ojos para poder percibir un poco mejor lo que estaba a mi alrededor. Aparte del pasto se veía una radio que al instante fue encendida por una chica que vestía con una largo y fino vestido de seda, sus pies estaban descalzos y su melena rubia ondulada se movía de un lado al otro por el fuerte ventarrón que azoto en ese momento.

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