Capítulo 5

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– Estoy confundida Irene. – Se volvió hacia mí. – ¿Este el padre de Youi? Pero ella es una mujer. – Creció la confusión en su rostro. Yo debería haber explicado esto a ella desde antes de que viera a Wendy , en este momento ella se veía asustada.

– Mamá ... esta es Wendy. Ella es realmente el padre de Youi. Ya ves, mamá Wendy es... Hermafrodita.
Eso... fue todo. No estaba segura de cómo iba a reaccionar, pero al menos ya se había vuelto un tema fuera del camino y ella podría tratar a Wendy de modo adecuado.

Mi madre miró a la rubia una vez más. Me sentí tan mal por ella. Esa mirada asustada en su cara nunca se fue.

– E-es un placer conocerla Sra. Bae. – Wendy tendió la mano a mi madre, la cual correspondió.

– Es un placer conocerte Wendy. Te ruego que me perdones. Nunca he visto a alguien como tú antes, pero no sientas que te estoy juzgando, solo estoy realmente sorprendida.
Seungwan lanzó un suspiro de alivio.

– Es bueno saberlo. Yo tenía mucho miedo de que no le simpatizara, porque yo nací así. Estoy feliz de saber que ese no es el caso. Gracias por su amabilidad. – La chica se inclinó.

– No, gracias, Wendy. Tú eres la razón por la que tengo mi preciosa bebé. – Se agacha para tocar la punta de la nariz de Youi, con su dedo y luego vuelve a su posición anterior. – Irene siempre ha querido tener hijos, así que gracias por ayudar a mi hija hacer su sueño realidad. – Mi madre sonrió con esa sonrisa tranquilizadora de nuevo.

Wendy se sonrojó. – Fue un placer ayudarle. Irene es una gran persona. Estoy feliz que haber sido de ayuda. – Bueno, debía admitir que eso me hizo sonrojar. Yo estaba feliz que pensara bien de mí.

De la nada, apareció un sonido vibrante. Wendy buscó en su bolsillo sacando su celular.

– Habla Son – Ella comenzó. – Hey Chen, ¿Qué suce-?... ¡¿Qué?! ¿Tengo una reunión de emergencia? ¿Por qué no me lo dijiste antes? – Su cara tenía un dejo de enojo en él... Se veía caliente. – Chen tú sabes que yo estaba visitando a mi hija hoy. ¿No se puede reprogramar la reunión para otro momento?– Ella suspiró. – Está bien, voy a estar allí en unos pocos minutos. – Con eso dicho, ella colgó el teléfono. Su rostro seguía mostrando un poco de rabia.

– ¿Papá? ¿Tienes que salir?– Los pequeños ojos de Youi se entristecieron. Wendy tomó una de sus mejillas.

– Sí, tengo que salir princesa. – Sonaba tan triste.

– Pero me prometiste a pasar el día con mi mamá y conmigo hoy. – Las lágrimas brotaron de sus ojos. Wendy rápidamente las limpió.

– Lo sé nena. Si yo no tuviera esta reunión entonces lo habría hecho. Yo... Lo siento mucho, pero te prometo que voy para allá tan pronto como acabe y traigo un poco de ropa para pasar la noche, ¿De acuerdo?

– ¿Lo prometes?

– Sí Youi ... lo prometo. – Ella tomó rápidamente a su hija en sus brazos en un abrazo.

Me rompió el corazón al verlas así. Ambas querían pasar el día con los juntas, pero el trabajo de Wendy se puso en el camino. Estoy segura de que ella se lo demostró a Youi, así que no estaba preocupada.

La rubia eligió levantar a Youi y volvió su atención hacia mí. – Lo siento por esto. Tenía muchas ganas de pasar un rato con las dos. – Su expresión denotaba tristeza.

– Lo sé. No te preocupes por eso. Entiendo. – Ella sonrió de medio lado, pero comprendiendo.

– Señora Bae. Fue un placer conocerla. Espero volver a verla.

– Al igual que yo, Wendy

– Te acompañamos hasta tu carro. –  Y con eso, las tres fuimos a la puerta del coche.

– Lo siento mucho acerca de esto Irene. Realmente me siento mal. Siento que las voy a dejar solas. – Parecía que ella iba a llorar.

– Seungwan… – Puse mi mano en su mejilla y la acaricié. – Está bien. Como he dicho, lo entiendo. Youi entenderá también. Ella sólo quería estar contigo es todo. Ella entiende que tienes trabajo y es importante también, así que no estés triste. Nosotras estaremos esperando por ti esta noche. – Ella puso su mano sobre la mía y sonrió.

– Gracias Irene. Eres tan comprensiva.

– No hay problema. Sólo vuelve con nosotras tan pronto como sea posible.

– Lo haré. –Ella se volvió a la pequeña. – Nos vemos después del trabajo, ¿de acuerdo?

– Estaré esperando por ti papi. – Ella abrazó a Wendy, quien con mucho gusto regresó el gesto.

Cuando terminó su abrazo, ella me pasó a Youi. – Vos vemos más tarde.
– Adiós – Dijimos Youi y yo al unísono.

Y con eso, la chica se acercó al lado del conductor del coche. Abrió la puerta, pero se detuvo. Ella miró con ojos tristes, aunque solo fue durante unos segundos, antes de entrar en el coche; y después de arrancarlo se fue. Cuando perdimos de vista al coche, mí hija inmediatamente apoyó la cabeza en el hueco de mi cuello.

– Odio cuando llaman a papá, mamá – Podía oír la tristeza en su voz. Yo pasé una mano por su espalda como un intento de calmarla.

– Yo también, cariño. Yo también… – Agregué antes de entrar de nuevo en el restaurante.
[……….]
[……]
[…]

Youi y yo fuimos a casa. Ella todavía estaba triste que su papá se había ido, pero entendía el por qué después de explicárselo a ella. Eso no le impidió mirar por la ventana para ver cuando llegaba ella. Después de un tiempo de espera, oí que un carro se estacionó en la entrada.

– Mamá, papá está aquí!. – Youi saltaba emocionada mientras miraba por la ventana.

Me acerqué a la puerta y la abrí. Seungwan llegó a la puerta con una bolsa de viaje. Ella tenía una camisa negra sin mangas, tenis y jeans azules rasgados en el área de las rodillas.

– No me tomó mucho tiempo. La reunión acabo hace poco.

– Está bien. Ahora estás aquí. – Sonreí.

– ¡Papá! – Youi salió corriendo por la puerta y abrazó a la pierna de Wendy. – ¡Viniste!

– Te dije que lo haría. – Ella sonrió cargándola para darle un abrazó. – Te extrañé tanto.

– Yo también te extrañé, papá. – Repentinamente la pequeña le dio un picoteo en los labios a la mayor, quien solo pudo ruborizarse. Era normal en su posición pues a penas iba iniciando si vida con una niña.

– Bueno, vamos. – Wendy entró en la casa y puso a Youi y su bolsa en el suelo. – Entonces, ¿Qué debemos hacer? – Yo no estaba muy segura de lo que ella quería hacer. Era un poco tarde ya, así que no estaba segura de si estaba cansada, pues ciertamente venía del trabajo.

– ¡Una película! ¡Vamos a ver una película de Disney! – Youi gritó.

– ¿Quieres ver una película Wendy?

– Claro que me encantaría ver una película.

– Bueno, una película de Disney será.
Después de poner El Rey León, todos nos fuimos hasta el sofá. Wendy y yo estábamos sentadas lado a lado y Youi estaba sentada en el regazo de la rubia. A medida que la película pasó, empecé a mirar más a la chica que tenía al lado que a la película. Era como una niña inocente, pensé. Tan frágil y tímida... Era igual a Youi.
Me sorprendió lo mucho que se necesitaban mutuamente. Ambas son más abiertas cuando están una con otra, se ríen más cuando están juntas. Estoy feliz de que todo salió como se planeó.

Sonreí al ver a Wendy acariciar los brazos de su hija. Parece que Youi realmente se ha convertido en una niña de papá ahora... Pero me alegro de que puedan estar tan cercanas ya.
Aunque la rubia… Ella era tan hermosa…  Un sudor frío vino al mí al comenzar a pensar en ella más de la cuenta. La miraba de reojo sin decir nada, solo segura sumergida en mis pensamientos. 

– “Wendy” – Pensé. No sé que hay en ella, pero desde el primer momento sentí esa conexión inmediata con ella. Hace que mi corazón lata más rápido tenerla tan cerca de mí. Y mientras la miro, me pregunto más sobre ella. ¿Qué hace en su tiempo libre? ¿Cuáles son sus aficiones? ¿Cuál es su música favorita? Hay tantas cosas que quiero saber de ella, pero estoy feliz de tener el tiempo para entender las cosas.

Por alguna razón, todo lo que podía pensar era en cómo su pelo se sentía. Se veía tan suave... Me pregunto qué se siente al correr mis dedos por sus mechones blanquecinos. Me sentía un tipo de acosadora, pero aún así mí mano simplemente se movió hacia ella, enredándose en su cabello. Era justo como lo había pensado… tan suave y de hecho me complacía en su suavidad.

Yo estaba tan envuelta en lo que estaba haciendo que no me di cuenta que Wendy estaba mirándome, de inmediato retiré mi mano, sin saber realmente lo que estaba pensando. Pero lo que más me sorprendió fue la sonrisa que llegó a sus labios. Esa hermosa sonrisa hizo que mi corazón deje de latiera después de verla. Sentía aquel calor llegar a mis mejillas debido a los sentimientos confusos que estaba teniendo.

– “Oh por Dios Irene. ¿Qué diablos pasa contigo?”– Me autoregañé. Nunca me había sentido atraída por alguien tan rápido y era un poco extraño lo que estaba sucediendo conmigo, pero no podía negar que algo parecía estar pasando. Quizás solo estaba pensando demás, ya que innegablemente me gustaba que ella estuviera junto a nosotras aunque solo sea para ver una película.

Pronto, la película había terminado y rápidamente la quite.

– Entonces, ¿Qué vamos a hacer ahora con papá, mamá? – Youi estaba muy entusiasmada con que Wendy esté aquí con nosotras. Es una pena, ya era hora de dormir.

– No vamos a hacer nada porque es tu hora de dormir jovencita.

– Awww, mamá. ¿Puedo quedarme un poco más de tiempo con papá?– Ella se quejó.

– Youi, escucha a tu madre. Estaré aquí cuando despiertes y podemos pasar tiempo juntas mañana también. Así que no hay de que preocuparse.

– Está bien. – Dijo la menor, derrotada. – ¿Me puedes leer una historia antes de dormir papá?

– Claro que sí… – La rubia tomó a Youi en sus brazos y se levantó. – Vamos a la cama. – Dirigió la mirada hacia mí.

– Está bien. Voy a limpiar algunas cosas mientras tanto. – Caminé hacía Youi y le di un beso de buenas noches. – Buenas noches pastelito.

– Buenas noches mamá. Te amo mucho – Sonrío.

– Yo te amo mucho a ti, nena. – La chica que estaba de espectadora me sonrió antes de llevar a la niña a la cama.

Después de diez minutos de limpieza, al fin había terminado. Me dirigí a la habitación de Youi a ver cómo estaba todo. Yo no podría ayudar, pero sonreí. La pequeña se acurrucó en los brazos de su papá mientras le leía un cuento. Era tan lindo ver cómo Youi le hacía preguntas Wendy y está intentaba contestar a todo. Fue agradable verlas unidas.

En vista de que aquel papá novato tenía todo bajo control, me dirigí a mi habitación. Me dirigí al armario y saqué mi camisa de dormir de color rosa, para luego ir en dirección al baño. Me quité todo, menos mi ropa interior y me puse la camisa de noche. Me lavé los dientes rápidamente y salí del cuarto de baño.

Así como entré, Wendy salía de la habitación de Youi. Ella cerró la puerta antes de venir a mi habitación.

– ¿Ella está durmiendo?

– Sí. – Sonrió.

– Gracias por ponerla a dormir.

– De nada.

Luego de ese intercambio de palabras vino el silencio.

Era una especie de incomodidad. Yo sabía qué hacer y claramente Wendy tampoco.

– Umm ... M-Me preguntaba donde dormiría esta noche.

– ¡Oh! – Sabía que algo se me olvidaba. Yo no había pensado en eso. Me olvidé por completo de ese asunto.

Solo habían dos opciones. El sofá o la cama…

– Puedes acostarte conmigo si quieres. – Eso definitivamente no sonaba bien. Ambas tuvimos la misma reacción de vergüenza que hacía que un rubor llegara a nuestras caras. – L-Lo que quiero decir es que el sofá no es muy bueno para dormir. Confía en mí, lo he intentado. Así que es mejor dormir en la cama conmigo, pero eso si te sientes cómodo haciéndolo.

– ¿Segura que no te importa?

– Yo estoy segura. Será como tener una pijamada para adultos. – Me reí y ella también lo hizo. – El cuarto de baño está ahí para que puedas cambiarte.

– Gracias. – Ella agarró sus cosas y se fue al baño.

– ¡Oh may gash! – Yo iba a estar durmiendo con Wendy y en la misma cama. Esto iba a ser muy interesante.
– Cálmate Irene, eres un adulto, debes guardar la compostura.

Me senté de nuevo después de escuchar el sonido del pomo de la puerta. Ella salió con la misma camiseta sin mangas negra, pero ahora estaba en boxers grises. Ella puso su ropa en su bolsa antes de mirar hacia mí.

– Seungwan estaba definitivamente nerviosa. Su cara era como un tomate, mientras sus manos se cubrieron la zona inferior, supongo que por vergüenza. Sintiendo pena por ella, moví las mantas y palmeé la cama para hacerle saber que estaba bien que ella viniera a la cama. Se sentó rápidamente y se quedó allí sin decir nada. Teníamos que detener esto. No podríamos seguir actuando extraño la una alrededor de la otra, ya que ambas somos los padres de Youi y por ende íbamos estar cerca constantemente. De pronto vino a mi mente algo yo quería decirle antes, pero no se había dado la oportunidad de hacerlo.

– Sabes…– Empecé a hablar y ella se volvió y me miró. – Quería disculparme por no haberle dicho a mi familia acerca de tu situación, sobre el tema de que eres hermafrodita... Sé que nos pusieron en una situación estresante hoy y que podría haberse evitado si tan sólo les hubiera dicho. Mi familia es muy liberal, pero no estaba segura cómo se sentirían acerca de cómo naciste. Espero que no sientas que me daba vergüenza porque eso, ¡definitivamente no es el caso!. Sólo que no quiero que te hagan daño pero mi familia está bien con eso.

– No te preocupes Irene. Entiendo lo que dices y gracias por tu preocupación. Te lo agradezco. –  Allí estaba esa sonrisa suya de nuevo.

Así que aquí estamos de nuevo, mirándonos la una a la otra, está vez sin incomodidad de por medio. Podía sentir la gravedad de nuevo, tirándome hacia ella, pero deje de pensar en ese sentimiento. Yo no sabía cómo se sentía el destino y yo no quería llegar aún a ninguna conclusión.

– B-Buenas noches, Seungwan.

– Buenas noches, Irene.

Con eso, me volví y apagué la luz. Un rubor enorme llegó a mis mejillas. Dormir definitivamente iba a ser duro esta noche...

Donate de esperma. (Wenrene) [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora