Capítulo 17

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IRENE
Ya eran las siete de la mañana. Wendy y yo salimos del coche para llevar a Youi con Joy. Era la rubia quien llevaba a Youi acunada en sus brazos mientras que ella todavía seguía profundamente dormida. Siempre tenía una sensación de calor en mi pecho cuando las veía juntas. Wendy adoraba a Youi y esta era la bebé de papá. Simplemente lindo.

Llegamos a la puerta y le di un suave golpe. La estructura de madera se abrió a los pocos segundos, dejando al descubierto a mi hermana.

– Buenos días – Habló en voz baja para que no se despertara Youi.

– Buenos días. – Respondimos al unísono antes de que Joy nos dejará entrar, seguidamente Wendy llevó a nuestra hija a su habitación designada.

– Muchas gracias por cuidar de Youi por nosotras, aunque me siento muy mal por acudir a ti sabiendo que tú y Sungjae tenían planes.

– Está bien, hermana. Él está bien con eso y sabes bien cuanto ama a Youi. Además dice que le servirá de práctica para cuando sea padre, aunque dudo que eso sea pronto, pero en fin, él está contento de tener su estancia con nosotras. – Me tranquilizó.

Suspiré con alivio. – Es bueno saberlo. – Sonreí. – Bueno, yo voy a ir a decir despedirme de Youi ya que debemos salir pronto.

– Claro. Adelante.

Me fui a la habitación de Youi y no pude evitar sonreír ante la escena delante de mí. Wendy estaba sentada al lado de nuestra hija, con ternura moviendo su flequillo de la cara antes de ahuecar su mejilla. – Voy a echarte mucho de menos.

– Yo también a ti, papá. – Dijo Youi medio dormida mientras sus ojos se abrieron y un puchero de sueño vino a sus labios.

Yo no podía dejar de reír. – Usted, señorita, se supone que estaba durmiendo. – Hablé entrando totalmente en la habitación. Me dirigí a las dos, dándole un beso en la frente a Youi.

– Pero mamá, yo no quiero dormir. Quiero ir contigo y papá. – Su lindo puchero estaba de vuelta otra vez.

– Yo quiero que vengas también, pastelito, pero este viaje es para papá y yo. Además, te aburrirías de todos modos porque sólo vamos hacer actividades de adultos. –  Miré a Wendy quien estaba estupefacta mirándome. Una pequeña sonrisa llegó a mis labios y ella rápidamente desvió la mirada. Fácilmente pude ver un rubor tiñendo sus mejillas. Estoy segura de que sabía exactamente lo que estaríamos haciendo en este viaje.

Mi atención se volvió a nuestra hija. Ella todavía parecía que estaba procesando todo lo que dije. – Está bien, mamá… – Agregó con tristeza.
Mi dedo se fue a su barbilla para que ella me mirara, lo cual hizo. Sentí tristeza en mi pecho cuando vi lágrimas en sus ojos. – Hey, no llores, nena. No vamos a estar fuera por mucho tiempo y podrás tener un montón de diversión con la tía Joy y el tío Sun.

Todavía no se veía contenta con la situación.

Suspiré.

Creo que voy a tener que sobornarla con algo. – Ahora, pastelito. Si eres una buena chica, mientras papá y yo no estemos, vamos a tomar un helado juntas cuando regresemos. – Le dije con una sonrisa, sabiendo que estaría feliz de tener un poco de su golosina favorita.

– ¿Lo prometes? –  Preguntó ella con ojos iluminados, echando de lado a la cara de tristeza, de forma que ahora era una bolita de lindura.

– Sí, lo prometo.

– ¡Está bien! – Exclamó con entusiasmo mientras ella se abalanzó sobre mí con alegría, todos los rastros de tristeza desaparecieron. ¡Esta pequeña es una tramposa! Ella acaba de tramar este acto para tomar un helado… Rayos, se parece a mí.

Le di un beso y la abracé, antes de decirle que ya era hora de que nos fuéramos. Llegó a la puerta principal con nosotras, Joy estaba cerca. – Gracias de nuevo, hermana. No sé qué haría sin ti.– Liberé a mi hermana del abrazo que le había dado y le di una cálida sonrisa.

– Cualquier cosa por ti Baechu... – Puse mala cara. – Calma coneja. –  Ella se rió, haciendo que yo hiciera lo mismo. Éramos hermanas, ya sabíamos cómo llevarnos.

Mis ojos se dirigieron a mi hija, la cual tenía una linda sonrisa en su rostro.

– Nos vemos en unos días, pastelito. – Le hablé frotando nuestras narices juntas.

– Está bien, mami. – Ella se rio tiernamente. – Que tengas un buen viaje. – Ella sonrió antes de abrazarme y besar mi mejilla.

– Pórtate bien pequeña. – Wendy acarició el cabello de Youi y luego le extendió los brazos.

– Extráñame mucho papá. – Youi corrió a acurrucarse en los brazos de Wendy, quien la tomó de forma protectora.

– Claro que te extrañaré. – Finalmente ambas se dieron un par de besos en las mejillas. Luego de separarse nos dirijamos hacia el coche.

Cuando estábamos a la puerta del auto, nuestra Youi nos saludó con la mano una última vez antes de irnos. Al estar ya sentadas en nuestros lugares, las dos nos miramos una a otra.
– ¿Lista para irnos, Irene?

– Yo estoy más que lista. – Sonreí.

Con eso dicho, Wendy puso en marcha el coche y nos fuimos de camino al hotel al que nos volveríamos a alojar.
[………]
[……]
[…]

– ¡Wow! –  Mi boca estaba abierta una vez que di una mirada a los alrededores del hotel en el que Wendy y yo nos volveríamos a alojar. ¡Era enorme! Tenía que haber más de sesenta pisos. Se veía tan elegante en el exterior que ya podía imaginar cómo se vería en su interior.

– Esto se ve muy elegante. – Comentó Wendy con igual asombro.

– Lo sé. Me pregunto cuánto les habrá costado el que nos quedemos aquí para el fin de semana.

– Mucho, yo supongo.

Cerramos las puertas del coche y seguidamente mi chica le entregó las llaves al valet. Recién sacamos nuestro equipaje para llevarlas, pero otro trabajador dijo que las llevaría a nuestra habitación. Le di un vistazo a Wendy y ella sonrió. Nunca he estado en un hotel que hiciera algo como esto, así que estaba realmente impresionada. Wendy por otra parte, se veía que estaba más acostumbrada a cosas de este tipo, y debía admitir que se veía como una celebridad con aquellas gafas.

Ella me sacó de mis pensamientos tomándome de la mano, guiándome hasta el área donde haríamos nuestro registro. Tal como lo había pensado, el interior del hotel era magnífico. Había altas columnas de color crema en todo el vestíbulo. Los pisos de granito de mármol eran del mismo color que los pilares. Las plantas verdes se colocaron ordenadamente alrededor del espacio color crema y sofás de colores oscuros alrededor para que los huéspedes pudieran tener un lugar para sentarse. El techo era alto y estaba decorado con diseños dorados. Era realmente agradable.

Wendy y yo caminamos más en el hotel, haciendo nuestro camino hacia la recepción. Una mujer nos recibió con una gran sonrisa y nos preguntó si teníamos reservación, Wendy, por supuesto, respondió que sí, y le dio a la mujer su apellido. Confirmando la información en el sistema, nos dieron una tarjeta y nos dijeron que estaríamos alojándonos en la habitación 1213.

Le dimos a la mujer un – Gracias –  y nos dirigimos al ascensor. El botón fue presionado y un ting de inmediato, nos informó de que ya estaba en la planta del vestíbulo. Después de apretar en el botón correspondiente a la duodécima planta, la puerta se cerró y el ascensor se dirigió hacia su destino. No le tomó tanto tiempo para llegar a nuestro piso y el resto del tramo hacia nuestra habitación fue corto. Wendy entonces pasó la tarjeta y cuando vio el parpadeo de luz verde, ella giró el picaporte y entramos las dos.

– Este hotel no deja de sorprenderme.

Agarré su mano con entusiasmo mientras corríamos alrededor, viendo nuestra habitación de hotel. Había una cocina completa con electrodomésticos de acero inoxidable. El salón estaba decorado con asientos de cuero, un smart tv, peceras, un bar e incluso había un balcón. La vista era impresionante, también, ya que las ventanas eran enormes y cubrían casi toda una pared. Estaba segura de que la vista era aún más espectacular por la noche.

La habitación era agradable. Había una cama matrimonial cubierta con sábanas blancas. Las almohadas se veían tan suaves y esponjosas que no podía esperar a poner mi cabeza en ellas. Había otros muebles más en la habitación como mesillas de noche, armarios, etc. El baño estaba conectado a la habitación y cuando entramos nuestras bocas quedaron en el suelo. Había un jacuzzi enorme en el medio del lugar, y una ducha de pie a un lado. Había espejos alineados a lo largo de las paredes, un lavabo doble instalado de manera que podamos tener cada quien uno. Había incluso un televisor que colgaba de la pared. ¡Esto era increíble! Teníamos que asegurarnos de darle las gracias a todos cuando llegáramos a casa.

Después de ver todo, volvimos a la parte principal de la habitación. No pude resistirme a correr y aterrizar en la cama suave. Se sentía como si hubiera saltado sobre las nubes suaves, gracias a esa sensación tan maravillosa.

– Ya te pareces a Youi. – Wendy río al verme.

– Youi se copió de mí. – Le saqué la lengua y volví a la suave caricia de las almohadas.

– Eres un caso perdido. – Ella solo me sonrió con mucha calidez, mientras me seguía mirando desde el marco de la puerta de entrada al baño.

Se oyó un golpe en la puerta. Wendy vio que yo estaba cómoda así que ella fue quien salió a contestar. Caray, la cama si que era cómoda. Ya hasta sentía que se me cerraban los ojos, lista para ir a dormir, pero acabé despertando una vez que Wendy volvió de lleno a la habitación.

– Bueno, nos trajeron las maletas como ellos dijeron. – Dejó caer las maletas a un lado antes de mirarme de nuevo. – Tienes sueño, ¿verdad?

Puse mis brazos en su dirección, un puchero de sueño llegó a mis labios. – Abrazo.

Ella se rio en voz baja antes de saltar en la cama conmigo. Yo apoyé la cabeza en su pecho cuando ella estuvo cerca de mí. El sonido de los latidos de su corazón se sumaron a mi sueño, de manera que no tuve escapatoria. El estar en los brazos de Wendy sentía tan... bien...

Yo ni siquiera tenía noción de que me había quedado dormida hasta que me sentí una sacudida que hizo que me despertara. Poco a poco me froté los ojos para intentar alejarlos un poco del sueño, para luego concentrarme en Wendy, quien estaba de pie delante de mí.

– No podía dejar que siguieras durmiendo. Tienes que comer algo –Dijo con preocupación.

– Está bien. – Le contesté atontada a la vez que intenté de alguna manera salir de la cama. – Me voy a cambiar.

Ella me agarró la mano, reteniéndome de hacer lo que había dicho que haría. Le di una mirada de confusión, pero ella me sonrió. – No hay necesidad de ello. Además, te ves bonita así como estás. Siempre te ves hermosa.

Le di una mirada de incredulidad. Me acababa de despertar así que no había ninguna remota manera de que me viera bien. – Mentirosa.

Ella se echó a reír. – Yo no miento.
Ella me sacó de la habitación sin dejar de reír, yo por mi parte me hallé haciéndole mala cara hasta que vi lo que Wendy había estado haciendo mientras yo dormía. Se trataba de una cena romántica y muy agradable instalada en el balcón de nuestro apartamento. No podía ver lo que íbamos a comer ya que los platos estaban cubiertos en la parte superior de ellos, pero estaba segura de que sería delicioso.

Los brazos de Wendy fueron alrededor de mi cintura a la vez que su barbilla se posicionó en mi hombro. –¿Te gusta?

– ¡Por supuesto que sí!. No debiste hacerlo.

– Cualquier cosa por ti, Irene. – Colocó un pequeño beso en el cuello antes de que me indicará con la mano cual era mi lugar.

Ella tendió una silla para mí y la empujó después de que yo había tomado mi asiento. Tomando el vino del hielo, me sirvió una buena cantidad en la copa antes de tomarla de un solo trago. Sus ojos cayeron inmediatamente en los míos y una sonrisa deslumbrante vino a sus labios en el momento en que extendió su mano hacia mí. Yo sencillamente no pude evitar sonreír de la misma forma al entender su gesto, y correspondí al poner mi mano en contacto con la suya. Creo que empezábamos a tomar como ritual el tocarnos cada vez que sentíamos algo.

– Espero que disfrutes de la cena de esta noche. – Una linda y tímida mirada llegó a sus características. – E-Es la primera vez que he cocinado para alguien… Bueno que no sean mis papás.

– Eso me hace sentir muy especial. Gracias por hacer tal cosa por mí, Wendy. Muchas gracias. – Sonreí con calidez.

Ella también sonrió, pareciendo tener más confianza en sí misma. – Te amo mucho, Irene.

Sentí que mi corazón se hinchaba por su declaración. – Te amo, también.
Le di a su mano un pequeño apretón antes de revelar la comida que comeríamos. Yo estaba muy sorprendida al encontrarme con una hermosa lasaña, perfectamente cortada. A un lado de esta había una ensalada jardinera para acompañar la comida. Tenía que admitir que veía delicioso y yo estaba más que dispuesta a comerlo.

Estaba segura que en mi rostro se denotaban mis ganas por probar lo que mi novia había preparado, así que corté un pedazo y lo llevé hasta mi boca, aún sabiendo que Wendy me estaba mirando. Me di cuenta de que ella estaba nerviosa. Probablemente no confiara en un cien por ciento en sus propias habilidades, pero yo estaba segura de que iba a estar bueno, después de todo ella era la hija de una experta en la cocina.

Al poner la comida en mi boca, empecé a masticarla. Un sonido de placer escapó de mis labios y cerré mis ojos para degustarlo. ¡Esto era realmente delicioso!. Creo que esto es incluso mejor que la cocina de Tiffany.

Donate de esperma. (Wenrene) [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora