¿Cuantas vidas atravesarías para estar con el amor de todas tus existencias?
Robin y Sebastian se han enamorado a lo largo de seis vidas y en todas murieron tragicamente.
En la séptima, ambientada en la actualidad, ninguno se recuerda, pero las pesa...
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Durante largo rato se extendió una conversación entre murmullos. Rose de repente exhalaba gritos agudos que intentaba ocultar, tal vez para que Sebastian no la escuchara —ya que ella suponía que estaba encerrado en su habitación—. Pero Claire se mantenía muy interesada, como si algo de los murmullos pudiera llegar a sus oídos.
—¿Escuchas algo? —le preguntó bajito, ella frunció el ceño y le hizo una seña con la mano para que se callara. El niño se cruzó de brazos y se alejó molesto de la puerta.
Aburrido como estaba, aprovechó de recorrer con la mirada los mapas que estaban alrededor, ya que por supuesto no se enteraría de la conversación que se estaba dando al interior del salón. Probablemente era algo tedioso, sobre su herencia, tal vez. Le causó curiosidad descubrir que recibir algo de sus padres no le interesaba. no quería nada que viniera de ellos.
Sus ojos se detuvieron frente a un mapa antiguo y amarillento que estaba colgado en la pared del fondo. Cada rincón del mapa estaba repleto de pins dorados unidos entre sí a través de diferentes hilos de colores. Sebastian siguió un hilo azul y éste lo llevó a dos países y a un par de anotaciones en papeles más pequeños que no alcanzaba a leer. Estaba repleto de papelitos e hilos desplegados por Europa, América, Asia y África. Sus ojos se detuvieron en el continente vecino e intentó recordar dónde estaba Nigeria —país de donde provenía su nodriza y Claire—. Le iba a preguntar a la muchacha cuando notó con sorpresa, en una de las esquinas, la misma fotografía que tenía en su habitación donde salían él y Christoffer de niños.
