Una Explosión en los Confines de la Tierra

884 145 202
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

» Estaba con la columna erguida y el mentón alzado terminando su caligrafía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

» Estaba con la columna erguida y el mentón alzado terminando su caligrafía. El frasco de tinta contra la pluma metálica y el rasguño de ésta por encima del papiro eran los únicos sonidos a interior de aquella habitación.

Por suerte nadie podía escuchar su pulso. Estaba nerviosa, ansiosa y asustada. Su larga melena negra estaba cogida en un complicado armado sobre su cabeza. Hilos de algodón rojo colgaban de unas trenzas que sostenían las sutiles perlas de cerámica que ni siquiera se balanceaban cuando estaba escribiendo.
Perfecta precisión, perfecta simetría y perfecto ritmo. Una mala postura y las perlas habrían chocado entre ellas, causando ruido innecesario.

La costumbre le había otorgado un cuello esbelto y rígido. A veces se preguntaba cómo estaría su columna de estirada y si ya se habrían pegado las vértebras entre ellas. Temía siquiera arquearse. Su espalda estaba tan extendida que casi podía imaginar partiéndose en dos si hacía un movimiento indebido.
Después de todo, en ella todo debía ser perfecto. Pacífica como el sauce, sigilosa como la sombra, elegante como las rosas, sutil como el silencio y quieta como una estatua.

Desde los seis años su vida transcurría detrás de las paredes del Palacio Imperial como si fuera una prisionera. Tenía prohibido salir, prohibido hablar con hombres —solo con su padre y tutor—, y prohibido cuestionar

Desde entonces habían transcurrido nueve años, y ella seguía día tras día encerrada en aquellas habitaciones estudiando la mayor parte del tiempo, todo para convertirse en un hermoso adorno que algún día sería apreciada por quienes rindieran homenaje a su futuro esposo. Un hombre veinte años mayor que ella y que estaba a la espera de que la joven terminara con sus deberes para desposarla dentro del nuevo año que se aproximaba con rapidez.

Crossroads • A Través del Tiempo {Libro 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora