¿Cuantas vidas atravesarías para estar con el amor de todas tus existencias?
Robin y Sebastian se han enamorado a lo largo de seis vidas y en todas murieron tragicamente.
En la séptima, ambientada en la actualidad, ninguno se recuerda, pero las pesa...
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INTERLUDIO
CLAIRE
No pudo volver a Cambridge esa noche. Ni siquiera sabía si quería volver. Todo le daba vueltas, estaba mareada.
En algún momento creyó que todo era una locura, hasta que descubrió que no, que todo tenía sentido.
Tenía el más puro y absoluto sentido.
Vagó por Londres durante toda la tarde, llegó hasta un parque que ni siquiera supo cuál era, simplemente caminó dónde sus pies la llevaron. Se sentó en una banqueta, con el frío calándola por debajo del abrigo.
Aferró su bolso con fuerza, como si llevara en el interior las joyas de la corona. Pero no. Llevaba algo incluso más invaluable. Todas las copias relacionadas a los libros que la mujer de Noah Calahad había guardado por años.
La información que faltaba.
Las piezas que faltaban de todos los vacíos que no tenían explicación.
Abrió el bolso ante la tenue luz gris del atardecer y cogió una fotografía. La misma que había visto al llegar y que Robin amablemente le regaló cuando la vio llorar por no tener una imagen de sus padres juntos.
Claire no lo había conocido. Miró la imagen con la tristeza apretando su pecho. La fotografía había sido sacada en el ochenta y siete, ella ya había nacido para ese entonces, tenía cuatro años, y jamás tuvo contacto con él. No obstante, Rose parecía cómoda y risueña a su lado, como si nunca se hubieran separado.
Su padre... tenía que ser él. Incluso se reconocía a sí misma en algunos rasgos como la sonrisa y los hoyuelos en las mejillas, pero especialmente se veía en los ojos verdes y el pelo enrojecido.
Dos rasgos que no había heredado de su madre.
¿Por qué le había ocultado la existencia de aquel hombre si aún habiendo nacido mantenían el contacto?
Aquellos cuestionamientos hicieron que Robin le entregara la fotografía. Ella ya tenía muchas de su madre y quería recordarla como la había conocido: casada con su padre. Al parecer el recuerdo de aquella cofradía solo le había traído problemas.
Pero nada se comparaba con las copias que estaban ocultas bajo su brazo, dentro de aquel bolso de lona. Alzó la barbilla y dejó que algunas lágrimas cayeran.
Todo era mentira.
Tantos años por nada.
No quiso hacer más comentarios de los necesarios cuando las chicas le comentaron las teorías que tenían en torno a Brandon Tye. Claire recordaba aquella época como tal vez Sebastian no lo hacía. Las veces que su madre fue a testificar, la de veces que se quedaba hasta tarde discutiendo con Alabaster sobre que las pruebas contra Tye no eran suficientes. Que debía haber algo más. El hombre al ser encarcelado lloró como un bebé, sus lágrimas las conoció todo el país cuando su juicio salió en vivo y gritaba que era inocente.
