¿Cuantas vidas atravesarías para estar con el amor de todas tus existencias?
Robin y Sebastian se han enamorado a lo largo de seis vidas y en todas murieron tragicamente.
En la séptima, ambientada en la actualidad, ninguno se recuerda, pero las pesa...
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Despertó arropado bajo las mantas. Rose debió haberlo cubierto mientras dormía. El televisor estaba apagado y en el exterior las nubes amenazaban oscuras por encima de las montañas. Pero ya no llovía.
Cubrió sus ojos con las manos y se levantó al cabo de un rato. Tratando de enfocar caminó hacia el ventanal. La terraza estaba empapada, igual que las bicicletas y las tablas de skate.
Un delicioso aroma a chocolate invadió su habitación. Le rugió el estómago.
Con tranquilidad se calzó unas pantuflas que tenían forma de garra de oso y bajó las escaleras sintiendo el trecho sumamente largo.
La cocina estaba hacia el lado Este de la mansión. Caminó por un pasillo largo que lo llevó en la misma dirección donde se hallaba la sala de la noche anterior y cuyas puertas de vidrio y madera se encontraban abiertas; unas oficinas cerradas aguardaban del lado opuesto. Todas las habitaciones tenían ventanales enormes que guiaban al jardín que rodeaba la mansión.
Sebastian se detuvo un segundo al final del pasillo ante una puerta abierta que llevaba hacia el patio trasero.
La mansión estaba ubicada en una región al norte de Inglaterra conocida como Lake District. El valle donde vivía quedaba en la localidad de Windermere.
Sebastian recordó que Rose siempre decía que sus padres habían elegido vivir al interior pensando en él, para que estuviera alejado del ajetreo de la ciudad. Pero él nunca se los agradeció, porque a su entender, lo habían llevado a un lugar donde siempre estaba solo.
