Centauris

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NOTAS: Bienvenidos al capítulo final de Crossroads, a través del tiempo. Pónganse cómodos, amarren sus cinturones y disfruten del viaje.
No dejaré notas finales porque se viene un epílogo, así que ahí dejaré el mensaje final.
¡Disfrútenlo!

CAPÍTULO XXXVII

CENTAURIS

CHRISTOFFER

Silencio.
El silencio reinaba en la sala del refugio de Oxford. El espacio no era suficiente, y aún así, habían logrado resguardarse.
Chris extendió un halo de calma solo para que nadie intentara arrojarse sobre Liana, pero dejó un espacio abierto para que fluyera la rabia, el dolor, las dudas, el desconcierto y el miedo.

Bien sabía él que mantener las peores emociones encapsuladas no era sano para la cabeza y el corazón.
Liana estaba sentada en una silla, resguardada por un escudo de Claire. Todos la miraban como si se tratara de un animal de zoológico peligroso.
Es que simplemente nadie comprendía por qué la Diosa de la vida había elegido como huésped a un alma tan oscura y siniestra como la de esa mujer.

Los susurros se esparcían como zumbido de moscas alrededor de la prisionera. Los ojos de Chris vagaron con calma por encima de cada una de todas las Estrellas de cada equipo. Dos equipos que ya no existían, y podía sentirlo en la vibración de cada una de las personas que estaban ahí.
Los libros que había descubierto la esposa de Noah decían la verdad. Eran solo una constelación, lo percibía en su sangre. Sus dudas y temores finalmente tenían respuesta.

Con todos ahí reunidos podía sentir a los dioses palpitar, intentar conectarse unos a otros. Ovalia finalmente había calmado su euforia cuando se conectó con el Dios de Alejandro por primera vez. La vibración fue un reconocimiento instantáneo, Yamren respiraba aliviado después de pasar tanto tiempo aprisionado por Liana.
Con Valentina y Noah sucedió lo mismo. Siempre habían conectado entre sus dioses debido a la naturaleza de estos, enfocados principalmente en el bienestar y el comportamiento humano. Pero con Alejandro ahí parecía que se hubiese abierto una nueva puerta, un nuevo enlace.
Los dioses se estaban comunicando de un modo que no habían hecho nunca antes. Lo pudo sentir cuando Valiant con Isis estaban abrazados a un rincón. La energía de ellos ya la había conocido en la casa de Noah, pero además había un nuevo enlace, Zoe. Había cierto sosiego de parte de su amiga, como si Tarmund agradeciera que el Dios del oxigeno estuviera cerca.

Todos habían generado un nuevo enlace, todos los dioses palpitaban vivos en su interior. Dormidos, en vigilia. Pero latentes y ansiosos por ser despertados finalmente.

Era una lástima que para poder cumplir sus deseos tuvieran que encontrar a un buen número de personas que aún no conocían. Les había tomado bastantes años junto con Valentina dar con las personas de su equipo, tener que recomenzar la búsqueda nuevamente dentro del poco tiempo que tenían era un miedo generalizado.

Kaos seguía despertando. Tal vez la guerra no sería entre las Estrellas como Alabaster les había hecho creer, pero aún se mantenía contra aquella peligrosa energía.
Habían ocurrido demasiadas cosas en menos de cuarenta y ocho horas. Nadie había dormido,  en cada rostro se plasmaba el cansancio, la agonía y el abatimiento por lo que estaba sucediendo.

Él intentaba mantener la calma, pero con los recuerdos vivos y actualizados en su cabeza, quedó prácticamente desestabilizado. Llevaba demasiadas horas intentando vivir con las experiencias pasadas, como si las hubiera revivido en el mismo instante en que volvieron a él. Solo había tenido dos vidas, como Rubius y Philip. Y en ambas había estado enlazado a Noah, Kamal, Sebastian, Liana, Claire y Robin; incluso extrañaba a Eydis, y ni siquiera la había conocido en esa vida.
Y también faltaba quien hubiera sido June y Danielle. Un enlace que le apretaba el abdomen. Recordaba cómo había sido, pero no tenía la menor idea de qué rol podría jugar en aquel encuentro de almas que estaban presenciando el despertar del Kaos.

Crossroads • A Través del Tiempo {Libro 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora