Capítulo 24.

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Cuando creo que no les quedan más palabras para mi, Rubius me grita:—¡Sin vergüenza!

Pongo los ojos en blanco. Las risas se han terminado, han despertado a Alex para que me regañe, llevo unos quince minutos sentada en el sofá, que parecen mil años y los tres no paran de hablar. A falta de Madre, tres mosqueteros. 

—Ahora vas a tener que quitarnos esto.—dice Samuel.

—No pueden ser más idiotas porque se mueren.–digo–. Se quita con alcohol.

Los dos se miran mutuamente y corren a la cocina.

—¡Está en el baño!.–les grita Alex.

Escucho pasos y luego lo que parece un golpe. Me volteo para ver a ambos tirados en el piso, quejándose y sobandose.

* * *

Estoy cenando con Nick, el gemelo de Liz. Al fin, un tiempo sin los llorones de Rubén y Samuel.

Estamos en un restaurante algo elegante, pero con un toque rústico. Ordenamos la comida y comenzamos a charlar.

.A tener un diálogo, más fino.

Rubén P.O.V.

—¿Y si le arruinamos la citilla a _____?.–sugiero.

—¡Venganzaaaaaaa!.–dice Willy.

—¡Amoooh amooooooooh!.–sigue Mangel.

Todos miramos a Vegetta. Tal vez porque el "ez un kavayero i no azxe nadys".

—Yo condusco.–dice, y una sonrisa se forma en mi cara.

_____ P.O.V.

Cuando estoy apunto de darle una probada a la sopa, escucho que me llaman al otro lado del restaurante, los dos volteamos.

—¡Amigaaaaaaa!.–me llama Rubius.

—¡Hey! ¿Qué estais haciendo pilluelos?.–dice Vegetta.

Dios, perdoname por todos mis pecados...

Se ponen a lado de nosotros Willy y Mangel, y no hace falta mencionar a los otros dos.

—¿Han escuchado hablar sobre en baile de la garza?.–pregunta Willy. Nick, inocente, niega.

—Rubiuh, hacednos loh honoreh'.–dice Mangel.

Rubius se sube sobre la mesa y comienza a bailar, efectivamente, como garza. Se para en un pie y estira los brazos, luego los flexiona, y así susecivamente. A través de él miro como Nick se aleja.

Vendrán cosas peores, dice la biblia...

Conviviendo Con YoutubersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora