Capítulo 14.

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-¡Y nisiquiera nos dijiste que teneis hermano!.-me reprocha Rubius por quinta vez.

Sigo en su departamento sentada escuchando cómo me regañan él y Mangel desde hace veinte minutos.

Alex, Willy y Vegetta estan aquí desde hace diez, pero Alex es el único que no está enojado porque obvio ya lo sabía.

-Es que ya les dije, no he hablado con mi hermano desde el funeral de mi madre. ¡No creí que tuviera caso hablarles de ello!. Además, para mi son completos extraños desde hace dos semanas, ¿Recuerdas el accidente?.

Él bufa y se voltea para calmarse. Los demás están de brazos cruzados con el seño fruncido alrededor mío, menos Alex. Él esta feliz tumbado en el sillón jugando con las gatas.

-Al menos precentadnos al cuñado, ¿No?.-dice Willy bromeando como siempre.

Abro la boca para decir algo pero en eso siento que algo vibra en mi gluteo izquierdo. Les hago una seña para que esperen y saco mi móvil.

"Número desconocido".

Frunzo el seño y descuelgo.

-¿Alo?.-digo.

-Weeeeeeeee, ¡Querida hermana!.-escuchó la voz de mi hermano.

-Mat, hijo de puta, ¿Por qué no habías venido a visitarme estando aquí en Madrid?.-digo finjiendo cabreo. Mi hermano también es de México, así que prefiero hablar latino en vez de castellano con él.

-Luego te explico, ahor....

-Tengo todo el tiempo del mundo en este momento.-lo interrumpo sonriéndoles a los chicos.

-No lo entiendes hermanita, solo tengo derecho a una llamada.-hace una pequeña pausa.-Verás, resulta que es ílegal correr desnudo aquí en Madrid...

Me golpeo la frente con mi mano desocupada y sonrio.

-Aquí y en cualquier otro lado, ¡Idiota!.-digo.-¿En qué estación estás?.

-En la que está a lado de la plaza.-dice.

-Voy para ayá en un segundo.- Cuelgo y miró a mis amigos sonriendo. -¿Quieren conocer al estúpido más grande de este mundo en persona?.

-¿No era Rubius ese?.-pregunta Vegetta y yo sonrio.

* * *

-¿Entonces hasta mañana lo dejan salir?.-le pregunto a la vieja gorda con traje de policía y ella asiente.

Pongo los ojos en blanco y me doy la vuelta para ir con los chicos.

-¿Y?.-pregunta Willy.

-La mujer esta dice que tiene que cumplir 24 horas de servicio comunitario.-digo y me recargo en la pared.

-Mangel, borra de la lista ďe "Cosas por hacer antes de morir" lo de andar desnudo por toda la ciudad.-dice Rubius y todos reimos.

-Y tu no me has contado lo que paso anoche eh.-le susurro a Alex y él solo me sonrie.

-¿Vamoh a comeh algoh' a casah?.-propone Mangel y yo asiento. 

Salimos de la estación de policía y entramos al coche.  Llegamos al edificio, subimos al cuarto piso y entramos al departamento de Rubius. Entro al baño y al salir, veo a los chicos sentados en la mesa donde está una chica de pelo rubio. Al sentarme frente a ella, descubro que es la misma chica guarra que casi me mataba aquí mismo hace unas horas.

-¿Qué hace ella aquí?.-le pregunto a Rubius en voz baja.

-Hola, creo que no nos precentamos adecuadamente. Me llamo Mabelline.-dice la chica y me dedica una sonrisa bastante falsa.

Oh si, como adecuadamente casi me tiras por la ventana...

-Mabelline...Como la marca de cosméticos que usan las prostitutas.-sonrio falsamente y veo de reojo como Alex se ahoga con el agua.

La chica abre su boca ofendida y la escucho maldecir algo.

-Creo que ya debo irme.-dice parándose y sin despedirse, sale del departamento.

En cuanto se va, todos comienzan a reir menos Rubius.

-¿Qué?.- le pregunto inocente.

-Estás celosa.-dice y le toma un trago a su lata de Monster.

-Celosa mis ovarios.-digo y hago el mismo movimiento que él, le doy un sorbo a su Monster.

-¡Ya llego por quien lloraban!.-grita un chico alto dando un portazo a la puerta y entrando al departamento.

-¡Luzu!.-corro hasta él y lo abrazo.

-¿Cómo lo has llamado?.-pregunta Alex y me separo de Luzu para verlo, todos me miran sorprendidos.

-Luzu...-digo sin comprender.

Espera, si tu no recordabas nada, y no habías visto a este chico despues del accidente, ¿Cómo ibas a saber su nombre?.

-Dios mio...-susurro y luego me volteo para abrazarlo más fuerte.-¡Recorde tu jodido nombre, tío!.-digo alegre y el rie.

-Te extrañe enanita.-dice y nos separamos.

-No me digas enanita.-digo haciendo morritos. Miro por encima de su hombro y veo a Lana sonriendo.-¡Lanita!.

-Hey.-dice mientras me da un gran abrazo. 

Nos separamos y comenzamos a hablar de cosas de chicas, ya saben, compre una crema para la piel, vestidos, lo molesto que es que te boten las bubis, rasurarce o ponerse pantalon, lo típico.

-Pues, yo tengo que grabar algo. ¿Me acompañais?.-dice Rubius mirándonos.

-Yo voy.-dicen Willy, Vegetta, Alex y Mangel.

-Nosotros también vamos a grabar. ¿Nos prestais vuestro sillón?.-le pregunta Luzu a Rubius y él asiente.

-Yo me quedo con Luzu y Lana.-digo sonriendo.

Los chicos se van a la habitación de Rubius y yo ayudo a Lana a acomodar la cámara y eso. Se sientan en el sillón y yo me pongo a lado de la cámara. Saludan y comienzan a hablar de cosas importantes en una relación.

-Yo creo que una de las cosas más importantes también es decir la verdad ante todo...-dice Lana.

-Y decir lo que nos molesta.-continua Luzu, me coge del brazo y me jala a su lado.-¿Verdad enanita?.

-Si. Como a mi, me molesta que me digan "enanita".-lo miro.-Y cuando me lo dicen es como...¡Verga, me llamo _____!.

Los dos rien.

-Okey, enanita.-dice Luzu y me mira sonriendo.

-Okey, gilipollas.-digo y le sonrio igual provocando que vuelvan a reir.

Me quito de la toma para que ellos continuen su vídeo. Veo a Alex salir de la habitación de Rubius y me acerco a él.

-¿Ahora me vais a contar lo que paso con Sofía ayer?.-pregunto.

Suspira y al final, cede.

-Bueno.-empieza.-Todo iba bien cuando llego, y entre besos y copas, taran, ya estabamos en la cama. Entonces, ella saco una soga de su bolsa y como yo estaba algo mucho borracho, me amarro sin problema a la cama. Luego, se paro y empezó a buscar cosas en mi habitación. Se llevo mi billetera, mis pases para el bar que está en la esquina, mi reloj y mi iPod.

-Eso te pasa por acostarte con la primer puta que te encuentras en un campamento.-digo entre risas.

-Jodete.-dice riendo y se mete otra vez en la habitación de Rubius.

Sentí mi móvil sonar, supuse que sería mi hermano así que descolgue sin mirar el número.

-¿Alo?.-digo.

-Oidme bien.-escucho la voz de una chica, pero algo distorsionada.-Próxima vez que te acercas a Rubén o a Samuel, te mato perra.-y cuelgan.

¿ké?.

Conviviendo Con YoutubersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora