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Li Té miraba sigiloso al hombre frente a él, lo recordaba unos centímetros más alto, pero ahora le parecía pequeño, tal vez con el pasar de los miles de años se encogió.

El hombre pequeño de piel blanca y cabello rubio le sonrió ligeramente invitándolo a sentarse. Estaba nervioso, pero trataba de mostrarse sereno, aunque nadie podía culparlo, todo aquel que estuviese en presencia del Dios del Inframundo se comportaba un tanto temeroso. Su hermano menor era todo un personaje que se había ganado una reputación de cruel y despiadado. Todos los dioses lo despreciaban, siempre fue así, sobre todo después de lo ocurrido con el Príncipe, todos lo acusaron de haber matado a su esposo, al hijo de su hermano mayor, el único descendiente del Dios Sol y la Diosa Luna.

-Y bien... Porque estoy aquí? - dijo impaciente, rasgo característico de él.

-Supe que te habías liberado, a decir verdad, es casi imposible que nadie se hubiese dado cuenta, después de todo la tierra volvió a retumbar, tu risa psicópata se escucho por todas las montañas, una lluvia frecuente y las nevadas está azotando las ciudades fuera de su época. Así que... Supuse que estabas de nuevo en el juego- sonrió hipócrita

-Qué quieres Min? - tomó asiento cruzandose de piernas mientras le observaba

-Digamos que... Quiero hacer las pases contigo... - susurro sirviendo dos copas de vino

-No me gustan las formalidades, así que volveré a preguntar, qué es lo que quieres Sheng Min?- se miraron mientras bebían de sus copas

-Quiero venganza...

-Lo supuse...

-He soportado durante mucho tiempo esto y ya no puedo seguir fingiendo que estoy bien cuando realmente quiero arrancar la cabeza del Dios Sol - la copa en su mano se rompió en miles de pedazos sin ocasionarle daño alguno, el Dios movió un dedo con gracia y la copa volvió a su estado normal.

-Si hubiese estado libre, sabes que habría intervenido por el.

-Lo sé - asintió - Pero estabas condenado y nos quedamos sin aliados, todos nos dieron la espalda... Nadie quizo contradecir al Dios Sol! - exclamó con asco - Kangin cometió un error y eso fue suficiente para que el lo desterrada, le quitara todo su poder y su gloria y lo enviara al mundo Humano! - exclamó molesto - No conforme con eso, lo oculto de mi!! No puedo verlo!! Y me prohibió entrar al mundo humano evitando que pueda Buscarlo!!!

-Min... No creo que pueda encontrarlo, pero haré lo que esté en mis posibilidades.

-No te llame para que lo busques - Li Té le miró un tanto sorprendido - Tienes mi apoyo, total y absoluto, mi ejército te lo daré si así lo quieres. - le miro firmemente - A cambio quiero que destruyas al Dios Sol!

-Sheng Min- dijo con firmeza - Entiendo que estés molesto. Yo también lo estoy! Ambos tenemos razones suficientes para querer matar al Solecito. Pero aún así... Necesito hacer algunas cosas antes de llegar a ese momento - Min lo miro incrédulo

-Estas evitando una batalla?! Realmente?!

-No, no evitó nada, digamos que lo estoy postergando - sonrió malicioso - Tengo otras prioridades que atender- dijo mientras jugaba con la copa de vino - Debo de encontrar la forma de que Kyuhyun vuelva a ser inmortal

-Kyuhyun? - preguntó intrigado - Ese quien es?

-Gui Xian! - dijo mientras Min abría los ojos sorprendidos - Kyuhyun es el nombre que utiliza ahora, en su vida humana

-Pero el... Recuerda algo?

-Nada, no lo recuerda pero estoy seguro de que su alma aun conserva sus sentimientos, porque el me quiere, después de todo... Es el mismo Gui Xian... No es así? - le miro furioso, moviendo los dedos para arrojar a Min contra la pared y lanzarle la espada que se detuvo a milímetros de su piel- Podría matarte ahora, después de todo tu también me mentiste y participaste en toda esa conspiración - tomó la espada y la puso sobre el cuello del más bajo - Pero un aliado no me vendría mal... Así que, piensa muy bien en todo lo que vas a hacer porque si me traicionas te prometo que con esta espada te cortare la cabeza pero antes... Traeré la cabeza de Kangin para que sea lo último que veas!! - Leeteuk presiono la espada contra el cuello de Min sacando un hilo de sangre.

La Leyenda De Lì TèDonde viven las historias. Descúbrelo ahora