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- Estás seguro de esto?

- Por supuesto!- asintió sonriendo malicioso

- Pero porque a Taemin? - Pregunto Sheng Min

- Se nota que eres tonto Min! - dijo burlón mirando a lo lejos el palacio del Dios de la Guerra - El es el Principal General de Shi Yuan, el encargado de dirigir y suministrar a su ejército, si el cae, será un golpe para el Solecito - agrego determinado

- Entiendo, pero también es una provocación, lo estás incitando a la Guerra... Acaso estás listo para esto?

- Yo siempre estoy listo para la acción!! - afirmó mientras hacía aparecer su espada

- Pero si atacas a Taemin... MinHo vendrá en su auxilio... - Dijo el Pequeño Dios quien aparentemente se veía inofensivo

- No vendrá - dijo seguro - MinHo es un cobarde que aparenta ser inteligente - miro a su hermano Dios - El irá por Gui Xian...

- Qué?! - le miro incrédulo - Sabes eso y aún así estás aquí tan tranquilo?? Planeaste algo más ?

- Eso, no necesitas saberlo! - dijo reservado - Ahora quedate quieto y no hagas nada! Sino quieres que Siwii!! Sepa que lo estás traicionando!

- Pensé que querías a mi ejército para apoyarte!

- No lo necesito por ahora Min!- dijo engreído- Tu crees que pase todo esté tiempo durmiendo en el inframundo?! Por supuesto que no! - Aseguro - Necesitaré a tu ejército más adelante! Pero te llamé para que observes desde aquí que es lo que le ocurre a quienes traiciona al Dios del Inframundo - mostró una sonrisa sádica - Tu decides si quieres que ese sea tu destino Min...

Desapareció dejando a Min bastante nervioso, tenía que reconocer que Li Té era un tipo del cual temer, todos los Dioses se habían sentido un tanto aliviados durante el tiempo en que había estado encerrado en el inframundo, pero ahora nuevamente era una amenaza, sobre todo para aquellos que estuvieron del lado del Dios Sol, por eso el había decidido en esta ocasión ponerse de su lado, por esa razón y por que el Dios Sol le había arrebatado a su amado Kangin.

Apenas un tiempo después de que ocurriera la tragedia del Príncipe Gui Xian, El Dios Sol había desterrado a su esposo Kangin del Reino y lo envío a la tierra, lo condeno a perder todos sus dones y a vivir eternamente entre los humanos sin tener posiblidad de volver a verlo.

Y ahora el quería venganza y Li Té también, era el momento que había esperado. A qué su problemático hermano menor volviera para retar al Dios Sol, era el único que podía y se atrevería a hacerlo, así como lo hacía en esos momentos, mientras dirigía su ataque al Palacio del Dios de la Guerra.

Miró con asombro como Li Té ordenaba a sus Generales desplegarse por todas partes, parecía que no tenían un orden y era así, esa era la estrategia Li Té, mientras otros ordenaban a su ejército y planeaban detenidamente como atacar a sus enemigos, el caos era la única forma de ganar una batalla para Li Té.

Su ejército estaba conformado por espectros, cadáveres, humanos sin almas, almas descarriadas, antiguos servidores de los ejercicios de varios Dioses que al morir juraron lealtad al Dios del Inframundo.

Pero Li Té utilizaba también otras artimañas, hacia que la tierra temblará, provocaba incendios al poder controlar el fuego, hacia que la tierra se abriera y de vez en cuando, si había volcanes cerca los hacía entrar en erupción.

La tierra tembló fuertemente, Min se preparo para ver iniciar la batalla, el ejército de Taemin salio al encuentro con el de Li Té, parecía que el Dios de la Guerra le hacía honor a su nombre, siempre estaba listo para la batalla.

La Leyenda De Lì TèDonde viven las historias. Descúbrelo ahora