1: Lo necesito

1.1K 46 11
                                    

Año 2020

Ebria, otra vez estaba ebria. En el alcohol hundía mis penas, mis penas de amor. De un amor correspondido pero que jamás llegaría a ser. Un amor prohibido ante los ojos de Dios.

Flashback 1985

-May, ven y ayúdame con el cierre de este vestido del demonio - gritaba Fer desde la habitación.

Mayte, de inmediato subió, encontrándose con una imagen que jamás olvidaría. Ante sus ojos se encontraba su mejor amiga, su hermana del alma, vestia unos tacones y un vestido que llegaba poco más arriba de sus rodillas. Pero, eso no fue lo que llamó su atención, fue su espalda desnuda la que lo hizo.

-¿Me oyes? - la sacó de su trance.

-Eh - volvió a la realidad - si si perdón, es que te ves...

-Ridícula - dijo antes de que pudiera terminar la frase.

¿Ridícula? ¿Cómo puede pensar semejante tontería? - pensó la rubia.

-Te ves muy bonita - suspiró rodando los ojos mientras se acercaba a ella.

En el momento en el que sus dedos rozaron la piel de la morena, ambas sintieron una descarga de electricidad. Ninguna dijo nada, lo dejaron pasar.

-¿Saldras con el dentista? - preguntó en un suspiro melancólico.

-Si, quiere hablar conmigo de algo importante - volteó a ver a la rubia.

-¿No te dijo que sería?

-No - se encogió de brazos - solo espero que no quiera cortar conmigo.

Yo espero lo contrario - pensó la rubia.

-Bueno, suerte - dijo cortante y se encerró en su habitación.

Al otro día Mayte, aparte de un café y tostadas, tuvo que tragar la noticia de que su mejor amiga se casaría con Hector.

Fin del flashback

-¿Fer has visto a mi hermana? - pregunto Isabel a la morena.

-Pues no desde que salimos del escenario - negro con la cabeza - pensé que nos iríamos juntas a celebrar.

-No la encuentro por ninguna parte - dijo preocupada - no responde mis llamadas.

-¿Tu crees que...- no fue necesario terminar la pregunta, ambas tomaron sus cosas y se marcharon a casa de la rubia.

-¿Por quien estará así?

-No lo sé - observaba por la ventana del coche - lleva años sin decirnos quién es su amor no correspondido.

-Cuando sepa de quién se trata...

-Isa, quizás ni siquiera él lo sabe - suspiró preocupada por su amiga.

Fer, siempre sintió una conexión especial con Mayte. Una conexión que iba más de lo carnal, era como si su alma buscase el alma de la rubia. Ella la entendía, la escuchaba, y protegía. Pero nunca imaginó que Mayte llegaría a no hablarle, que llegaria a alejarse de la manera en la que lo hizo, no solo de ella sino que de todos.

Mayte, se encerró en si misma, ya no era quien solía ser. Se formó una burbuja, se metió en ella y jamás volvió a salir. Años llevaba así y nadie conocía el porqué.

-Llegamos - dijo Isa saliendo rápido del coche.

Al llegar a la puerta, Isabel sacó sus llaves y abrió sin importarle que su hermana tuviera compañía, entró para encontrarla en el sofá, inconsciente, junto a varias botellas de vino.

-¿Mayte toma? - preguntó Fer a Isa - ¿Desde cuándo?

-No lo sé - se acercó a su hermana y comenzó a moverla - Mayte, Chi despierta.

-Gordita, me duele - se acurrucó en su hermana sin notar la presencia de Fer.

-¿Qué te duele Chi? ¿Por qué estás así? - sus ojos se humedecieron.

-Me duele el corazón - comenzó a llorar desconsoladamente.

En ese momento, el celular de Isabel comenzó a sonar, no pensaba responder pero ante la insistencia de su esposo lo hizo.

-¿Que pasa José? - dijo molesta.

-Isa, Joss...

-¿Qué pasa con Joss? - se levantó rápido.

-Bebió de más y esta en el hospital - dijo algo preocupado - le lavaron el estómago y esta bien.

-Dios - acarició la mejilla de su hermana pues no quería dejarla - voy para allá.

-¿Qué sucedió? - preguntó Fer en voz baja pues Mayte se había vuelto a dormir.

-Joss bebió de más y esta hospitalizado - suspiró negando con la cabeza - ¿Puedes quedarte?

-Claro que si - observó a May - yo la cuido. Mantenme al tanto.

-Gracias negrita, tu también - la abrazó - te cuidas y cuidarla porfavor.

Isabel se marchó luego de ayudar a Fer a llevar a su ebria hermana a su recamara.

Horas después, Fer se encontraba recostada con sus ojos cerrados ya a medio dormir gracias a la ayuda de media botella de vino que su amiga había dejado. Mayte, quien había despertado y aún muy ebria, creyó estar soñando. Lentamente, se despojó de toda su ropa, quedando en una sexy lencería.

-Negrita - susurro al oído de Fer mientras comenzaba a acariciar su cuello - se que es un sueño pero lo necesito...

¿Qué pasará? ¿La sigo?







Vivo por ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora