-Llegamos - dijo Paloma entusiasmada.
-Vamos, vamos - salieron rápido.
En una tienda de lencería se encontraban Mayte y Joe, eligiendo algunos conjuntos.
-Pruebate este amor - le paso uno de encaje rojo.
-¿Este? - se apeno.
-Si, te va a quedar uff - su piel se estremeció de solo pensarlo - yo voy a la tienda de al lado por algo para que juguemos...
-¡Yolanda! - se sonrojó.
En el momento en que Joe entró a la tienda, en busca de juguetes, Fendanda doblo encontrándose con aquella tienda de lencería.
¿Por qué no? - se preguntó y entró.
-Buenos días - sonrío la muchacha que atendía.
-Buenos días, estoy buscando algo de encaje color negro que no sea tan... tan atrevido - se sonrojó.
-Pues... - buscaba - pruebese este.
-Bien - lo tomó.
-Hay un probador disponible - señaló hacia las puertas de los dos probadores, ambas estaban cerradas.
-¿Cual? - preguntó.
-Ese - señaló sin mirar.
Fernanda se dirigió al probador, y sin dudar que estuviera vacío, abrió la puerta. Encontrándose con ella, con Mayte vistiendo un simple conjunto de encaje rojo que resaltaba cada una de sus preciosas curvas.
-Dios yo... - su cuerpo comenzó a subir de temperatura - la muchacha...
-¿Fer? - cerró la puerta rápido, dejando a la morocha dentro, pues la rubia estaba semi desnuda - ¿Que haces aquí?
-Yo... la muchacha... el conjunto - decía nerviosa sin poder formular una respuesta coherente.
-¿Estas nerviosa? - sonrió acercándose a ella - ¿Te gusta lo que ves?
La morocha no pudo evitar lo que sucedería, sin pensarlo dos veces se acercó y devoró de un beso la boca de la Rubia. El espacio era reducido pero Mayte logró enredar sus piernas en las caderas de la morocha y terminar pegada a la pared.
-Te necesito - mordió el lóbulo de su oreja - te necesito Fer.
-Y yo a ti - la besó - te amo.
-¿Me amas? - la observó a los ojos.
-Te amo - la volvió a besar.
-¿Amor? ¿Ya estás? - preguntó Joe golpeando la puerta del probador.
-Eh... si, esperame ya salgo - se separo de Fer y comenzó a quitarse el conjunto.
La mano de Fer comenzó a recorrer el abdomen de la rubia, terminando en su intimidad.
-Fer... - suspiró suavemente.
-Dime... ¿Lo hace mejor que yo? - se agachó y comenzó a asaltar la intimidad de la rubia.
Las manos de Mayte se enredaron en los cabellos de la muchacha mientas apretaba sus labios para evitar gemir. Cuando estaba por llegar a la cima de placer, la morocha se levantó y la besó.
-Luego seguimos... - sonrió.
-Pero... - se detuvo al oír a Joe.
-¿Qué tanto haces ahí dentro Mayte?
-Me estoy cambiando - dijo molesta.
Y así fue, se vistió rápido, estaba frustrada, muy frustrada. Necesitaba un baño de agua helada o bueno ya saben...
-Sal en unos 5 minutos - le dijo a la morocha y se dio la vuelta para salir.
-¿No se te olvida algo? - la volteó y la besó - te espero esta noche en mi casa de campo, no faltes. Ah y no se te olvide ése conjunto - sonrió.
Mayte solo sonrió, dio media vuelta y sin abrir del todo la puerta, salió.
-Listo - suspiró - ¿Qué calor no?
-Estas colorada - la observó - ¿Te sientes bien?
-Si - le dio el conjunto a la muchacha y tomó otros de la misma talla en distintos modelos - estos porfavor.
-¿Quieres ir por un helado? - acarició la espada de la rubia haciendo que se estremeciera.
-No me acaricies - suspiró pesadamente.
-¿Por que? - dejó una caricia por su cuello al acomodar su cabello - ¿Estas caliente? - le susurró al oído.
-Joe - se estremeció por completo - vamos a mi casa, ya...
La muchacha les cobró y ambas salieron corriendo del lugar.
En casa de Mayte
Joe entró con la rubia aferrada a sus caderas mientras besaba su cuello. Al cerrarse la puerta, se fundieron en un beso, las bolsas terminaron en el suelo y las manos de Joe en el trasero de la rubia.
-¿Interrumpo? - preguntó una voz al pie de la escalera.
Mayte rápidamente se bajó de Joe y volteó - Isabel, que pena - su cara se enrojecio.
-Hola Isa - sonrió Joe también apenada - no te esperábamos...
-Eso veo - señalo la blusa de su hermana - abrocha esos botones Mayte...
Rápidamente abrocho sus botones - ¿No quedamos en hablar mañana?
-Si pero no podía esperar a mañana - dio media vuelta - las espero en el jardín, hice te.
-No sabía que tenía llaves de tu casa...
-Si, las tiene por alguna "Emergencia" - suspiró - ¿Te molesta si nos vemos mañana?
-No mi amor - la besó - hay algo para ti en la bolsa morada... por si no aguantas hasta mañana.
Mayte sonrió pues sabía a lo que estaba relacionado...
A los minutos salió al jardín encontrandose con una Isabel muy tranquila tomando el té.
-Gracias - se sentó frente a ella.
-¿Gracias por que? - levantó la vista de su celular.
-Por arruinar mi tarde de sexo - respondio sin más.
-De nada - redobló la apuesta.
-Bueno ya Isabel - se enfadó - a ver si me respetas, no tienes porque saber todo lo que sucede en mi vida y tampoco tienes porque aparecer así como así en mi casa.
-Soy tu hermana.
-¿Y eso que? Yo también soy la tuya y toco el timbre antes de entrar a tu casa.
-Pero..
-Pero nada - se cruzó de brazos.
-Esta bien perdón - suspiró - pero no podía quedarme tranquila después de toda esta nueva información, explícame por favor.
Mayte no tuvo otra que contarle todo lo sucedido a su hermana, nada más que evito decir quien era aquella mujer de la que se había enamorado.
-¿Entonces no amas a Joe?
-No, la quiero pero no la amo. No se que hacer gordita...
-En la que te metiste hermana - la abrazó.