8: Frustración

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-Llegamos - dijo Paloma entusiasmada.

-Vamos, vamos - salieron rápido.

En una tienda de lencería se encontraban Mayte y Joe, eligiendo algunos conjuntos.

-Pruebate este amor - le paso uno de encaje rojo.

-¿Este? - se apeno.

-Si, te va a quedar uff - su piel se estremeció de solo pensarlo - yo voy a la tienda de al lado por algo para que juguemos...

-¡Yolanda! - se sonrojó.

En el momento en que Joe entró a la tienda, en busca de juguetes, Fendanda doblo encontrándose con aquella tienda de lencería.

¿Por qué no? - se preguntó y entró.

-Buenos días - sonrío la muchacha que atendía.

-Buenos días, estoy buscando algo de encaje color negro que no sea tan... tan atrevido - se sonrojó.

-Pues... - buscaba - pruebese este.

-Bien - lo tomó.

-Hay un probador disponible - señaló hacia las puertas de los dos probadores, ambas estaban cerradas.

-¿Cual? - preguntó.

-Ese - señaló sin mirar.

Fernanda se dirigió al probador, y sin dudar que estuviera vacío, abrió la puerta. Encontrándose con ella, con Mayte vistiendo un simple conjunto de encaje rojo que resaltaba cada una de sus preciosas curvas.

-Dios yo... - su cuerpo comenzó a subir de temperatura - la muchacha...

-¿Fer? - cerró la puerta rápido, dejando a la morocha dentro, pues la rubia estaba semi desnuda - ¿Que haces aquí?

-Yo... la muchacha... el conjunto - decía nerviosa sin poder formular una respuesta coherente.

-¿Estas nerviosa? - sonrió acercándose a ella - ¿Te gusta lo que ves?

La morocha no pudo evitar lo que sucedería, sin pensarlo dos veces se acercó y devoró de un beso la boca de la Rubia. El espacio era reducido pero Mayte logró enredar sus piernas en las caderas de la morocha y terminar pegada a la pared.

-Te necesito - mordió el lóbulo de su oreja - te necesito Fer.

-Y yo a ti - la besó - te amo.

-¿Me amas? - la observó a los ojos.

-Te amo - la volvió a besar.

-¿Amor? ¿Ya estás? - preguntó Joe golpeando la puerta del probador.

-Eh... si, esperame ya salgo - se separo de Fer y comenzó a quitarse el conjunto.

La mano de Fer comenzó a recorrer el abdomen de la rubia, terminando en su intimidad.

-Fer... - suspiró suavemente.

-Dime... ¿Lo hace mejor que yo? - se agachó y comenzó a asaltar la intimidad de la rubia.

Las manos de Mayte se enredaron en los cabellos de la muchacha mientas apretaba sus labios para evitar gemir. Cuando estaba por llegar a la cima de placer, la morocha se levantó y la besó.

-Luego seguimos... - sonrió.

-Pero... - se detuvo al oír a Joe.

-¿Qué tanto haces ahí dentro Mayte?

-Me estoy cambiando - dijo molesta.

Y así fue, se vistió rápido, estaba frustrada, muy frustrada. Necesitaba un baño de agua helada o bueno ya saben...

-Sal en unos 5 minutos - le dijo a la morocha y se dio la vuelta para salir.

-¿No se te olvida algo? - la volteó y la besó - te espero esta noche en mi casa de campo, no faltes. Ah y no se te olvide ése conjunto - sonrió.

Mayte solo sonrió, dio media vuelta y sin abrir del todo la puerta, salió.

-Listo - suspiró - ¿Qué calor no?

-Estas colorada - la observó - ¿Te sientes bien?

-Si - le dio el conjunto a la muchacha y tomó otros de la misma talla en distintos modelos - estos porfavor.

-¿Quieres ir por un helado? - acarició la espada de la rubia haciendo que se estremeciera.

-No me acaricies - suspiró pesadamente.

-¿Por que? - dejó una caricia por su cuello al acomodar su cabello - ¿Estas caliente? - le susurró al oído.

-Joe - se estremeció por completo - vamos a mi casa, ya...

La muchacha les cobró y ambas salieron corriendo del lugar.

En casa de Mayte

Joe entró con la rubia aferrada a sus caderas mientras besaba su cuello. Al cerrarse la puerta, se fundieron en un beso, las bolsas terminaron en el suelo y las manos de Joe en el trasero de la rubia.

-¿Interrumpo? - preguntó una voz al pie de la escalera.

Mayte rápidamente se bajó de Joe y volteó - Isabel, que pena - su cara se enrojecio.

-Hola Isa - sonrió Joe también apenada - no te esperábamos...

-Eso veo - señalo la blusa de su hermana - abrocha esos botones Mayte...

Rápidamente abrocho sus botones - ¿No quedamos en hablar mañana?

-Si pero no podía esperar a mañana - dio media vuelta - las espero en el jardín, hice te.

-No sabía que tenía llaves de tu casa...

-Si, las tiene por alguna "Emergencia" - suspiró - ¿Te molesta si nos vemos mañana?

-No mi amor - la besó - hay algo para ti en la bolsa morada... por si no aguantas hasta mañana.

Mayte sonrió pues sabía a lo que estaba relacionado...

A los minutos salió al jardín encontrandose con una Isabel muy tranquila tomando el té.

-Gracias - se sentó frente a ella.

-¿Gracias por que? - levantó la vista de su celular.

-Por arruinar mi tarde de sexo - respondio sin más.

-De nada - redobló la apuesta.

-Bueno ya Isabel - se enfadó - a ver si me respetas, no tienes porque saber todo lo que sucede en mi vida y tampoco tienes porque aparecer así como así en mi casa.

-Soy tu hermana.

-¿Y eso que? Yo también soy la tuya y toco el timbre antes de entrar a tu casa.

-Pero..

-Pero nada - se cruzó de brazos.

-Esta bien perdón - suspiró - pero no podía quedarme tranquila después de toda esta nueva información, explícame por favor.

Mayte no tuvo otra que contarle todo lo sucedido a su hermana, nada más que evito decir quien era aquella mujer de la que se había enamorado.

-¿Entonces no amas a Joe?

-No, la quiero pero no la amo. No se que hacer gordita...

-En la que te metiste hermana - la abrazó.


Vivo por ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora