3: Celos

754 39 10
                                    

Fernada se vistió, volvió a insistir a su amiga que abriera la puerta pero era en vano. Se sentó al borde de la cama y escuchó el agua de ducha chocar contra el suelo. Fue ahí cuando decidió que era hora de volver a casa.

-¿Fer ya te vas? - preguntó Isabel entrando en la casa.

Genial, lo que me faltaba - pensó Fer forzando una sonrisa.

-Si Isa - tomó su bolso - olvidé decirle a Héctor que no llegaría a dormir, debe estar preocupado.

-Tienes razón - sonrió - ¿Cómo está May?

-Ella... bien, se esta duchando, despertó antes que yo - intento cambiar de tema - ¿Joss?

-Ya está en casa, no me lo recuerdes que lo castigare el doble - suspiró - ¿Entonces no hablaste con May?

-No Isa - mintió - habla tu y luego me cuentas, no la quiero atosigar.

-No te detengo más - al querer abrazarla notó los besos que tenía marcados en su cuello, besos que la noche anterior no tenía - Fer...

-¿Si? - volteó.

-No nada... - pensó que quizás estaban y no los vio - gracias de nuevo.

Fernanda se fue, su cabeza no dejaba de pensar, mientras que Isabel se quedó esperando a que su hermana saliera de la ducha.

Si no fuera Fer pensaría que Mayte hizo el amor con alguien - pensó al ver el desorden y la ropa de su hermana por el suelo.

El ruido de la puerta la sacó de sus pensamiento, Mayte salió de la ducha con los ojos llorosos.

-¿Que tienes Chi? - se acercó a su hermana.

-Nada Isa, me entro shampoo por eso están así - apartó la vista pues sabía que su hermana la conocía muy bien.

-Si aja y yo soy tonta - se cruzó de brazos - te espero abajo para que desayunes y me cuentes como terminaste como lo hiciste.

Después de un largo interrogatorio del que Mayte logró salir aéreosa, salieron de compras.

-Si llamos a la negra - preguntó al bajar del coche - a ustedes les encanta salir de compras.

-¡No! - dijo más fuerte de lo que deseaba - no porque debe estar cansada y...

-Tienes razón - al principio se sorprendió de su reacción pero luego entendió que fuera lógico que su amiga no quisiera - mejor no la molestamos.

Luego de un largo largo día de compras, en el que Mayte se encargó de renovar su clóset, llegaron a casa de la rubia.

-Hermana... - dijo mientras la ayudaba a acomodar la ropa y se deshacía de otras - ¿No crees que lo que compraste se ven un poco...

-¿Un poco qué? - la mató con la mirada antes de que dieran su opinión.

-Nada - suspiró - tu siempre vestiste ropa holgada y ahora todo es muy apretado y hasta sexy...

-Es que mi figura ya no es la misma - se observó en el espejo - bajé demasiado de peso.

Siguieron charlando por un momento, Isabel le contó lo sucedido con Joss y su hermana no lo podía creer, quería pegarle por no contárselo antes.

Unas semana después

-Demonios - dijo Fer arrojando su celular sobre la cama - no responde.

-¿Qué tienes amor? - intento abrazarla pero ella se alejó - ¿Hice algo Acaso?

-No... - suspiró - es solo que tengo algo que arreglar.

Sin que Héctor lograra decir palabra alguna, la morocha tomó sus cosas y se marchó a casa de su amiga. Para su desgracia, Mayte no se encontraba allí.

Casa de Yolanda

-Oye... - se sentó a su lado - ¿Ya te olvidaste del Gordo?

-Ya sabes que si Joe - rio bebiendo un sorbo de vino - ¿Tu ya olvidaste a tu ex?

-Obviamente si - suspiró - estoy enamorada de una mujer que jamás me corresponderá.

-Yo también - dijo sin pensar.

-¿Qué? - casi escupe el vino al pensar que era ella - ¿Te gusta las mujeres?

-Yo... - suspiró cerrando sus ojos - me gusta ella, no se si en general las mujeres.

-¿Y se puede saber quien es la afortunada? - se acercó a ella.

-Pues... es muy complicado - bebió más vino, vino que derramó sobre su blanca blusa - ay no.

-Espera - agarró la copa - quitatela rápido así la meto en la lavadora.

-Pero Joe... no traigo nada debajo - se enrojecio.

-Somos mujeres - sonrió - ¿O quieres que esa blusa termine en la basura?

-Pues no - se la quitó dejando a la vista su brasier de encaje que resaltaba la forma de sus pecho y marcaba sus pezones.

Joe trago saliva y se acercó peligrosamente a la rubia - May...

-Si - levantó la vista encontrándose con la morocha a milímetros de distancia.

-Disculpeme - sin más la besó.

Los besos se intensificaron, hasta que de repente el celular de Mayte comenzó a sonar.

-Bueno - respondió agitada sin mirar quién llamaba.

-May necesito hablar contigo, abreme la puerta - dijo la voz de Fer al otro lado de la línea.

-¿Quién es hermosa? - preguntó Joe besando su cuello - ya sigamos...

-Espera - susurró.

-Veo que estás ocupada - sin más colgó.

-Debo irme Joe - se colocó su blusa manchada de vino y salió sin dar más explicaciones.


¿Alcanzara a Fer?

Vivo por ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora