28.- Una pequeña charla

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La tensión iba de mal a peor; sobre todo ella que tenía que ver con sus ojos a su amado en aquélla forma tan idéntica a ella. En su mente pasaban miles de cosas y de todas ella un gran enojo, y eso era demasiado fácil.

A pesar de sentir algo por ella, no evitaba demasiado el odiarlo. Él era el responsable de que fuera así, él era quién hizo de ella una arma sin resentimiento alguno pero, en el fondo sabía bien que no era culpa de él, pues no sabría bien que era lo que hacía el enemigo en esos años.

Trató de safar se de esos montones de ojos, pero le era inútil, incluso usando sus sombras contra ellos le era mal inútil. Al parecer no podía hacer nada; no se sentía inútil, sabiendo qué él solo quería proteger la (sin decir que no quería tener la a su lado, porque sería peor).

Aquélla cosa viscosa, solo la envolvía más y más, como si de una oruga se tratará. No podía ver, o escuchar, solo respirar y sentir sus párpados cansados. La estaba durmiendo, y eso solo sería uno de sus trucos para no interferir en aquella pelea.

¿Acaso no le había quedado en claro todo aquéllo? ¿Tenía que decir se lo con manzanas o sandías?. Desde que había llegado, le dejó en claro, que ella también podía regresar para estar a su lado sin importar que pero, su cabeza al parecer no lo había captado y mucho menos, tomado en cuenta.

[...]

- Hola, Walter -dijo de manera burlona viendo a su enemigo, convertido en un adolescente de al menos uno 14 años; todo un niño a la vista de él- Han pasado 60 años.

- Bastardo. ¡¿Qué estas haciendo?! ¡No juegues conmigo! -respondió con rabia ante él.

- Oh no lo hago. Te los has echo tú mismo. Solo te di lo que querías.

Una de las razones por las cuales había dicho aquéllo, era por la razón de que Walter, aquél nombrado, que lo único que quería era tener lo unico que deseaba; la victoria.

- Chico, la forma de un cuerpo no significa nada para mi. Te lo dije hace 60 años -le recordó a medida que poco a poco comenzaba, a casi tener le un poco de fé de salvarlo; pero eso se esfumó- De cualquier mamera, ¿Por qué nos traicionaste? Malcriado olvidadizo. No hay motivo particular para hacer eso. Sólo fue una riña infantil. Es por eso que nos convertí a ambos en niños.

Una leve carcajada solto de la nada, prendiendo más aquélla vela (referencia a Walter) que no para de iluminar su alrededor. Estaba molesto y más por casi dar le la.razón, de algo tan tonto e incompetente.

- La naturaleza de la batalla... Lo que debes derrotar para ser tu mismo. Hasta que lo hagas, sacrificaras todo, una y otra vez -habló él sin siquiera dar le tiempo de hablar a el contrario; o es que este le prestaba atención de la manera más formal- Si. Hace 500 años, yo era así. Tú también. Anderson. El mayor... Incluso ella.

Lo último lo pensó y lo único que hizo, fue ver aquélla bola gruesa (que parecía un huevo) y sonreír. En verdad era algo corbarde de hacer, pero aquella pelea ya no era algo que se tomará a la ligera, mucho menos de tres jugadores, no. Aquéllo ya era personal y de hace mucho tiempo. Tiempo sufiente que le tomo aceptar algunas cosas y entre todas la realidad.

- Querías pelear conmigo. Hasta que lo hicieras, no podrías avanzar. No sabías como avanzar. ¿Tienes miedo de tener propósito? ¿Tienes miedo de envejecer? ¿Tienes miedo de ser olvidado?

Cada palabra, era justo como un pequeño alfiler, uno que reventaba cada globo del alrededor; el alfiler era Alucard y los globos eran la cordura de Walter; cordura, que ya se había casi acabado.

- John Bull, tú eres el único jugando por aquí. ¡Eres un malcriado! ¡Un malcriado difícil que no ha cambiado en 60 años!

Se posicionó en ataque. Poniendo su pierna izquierda al frente, inclinando se un poco, con las manos echas puños y lo que más resaltaba de él; su sonrisa hipócrita.

- Ahora ven a mi, pequeño demonio.

Y ese había sido el globo final que le había quedado en todo el lugar.

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Cortó, corto lo sé, pero no tuve tiempo. estuve últimamente muy ocupada y hubo otro accidente que fue que mi mamá me quitó el móvil me castigo y no pude actualizar. Además de que tuve otras... Bueno más bien otros accidentes y entre ellos tuve un bloqueo mental, a lo que ya saben me molesta que tenga bloqueos mentales y para empeorarlo todo no sabía cómo seguir la historia así que automáticamente fue culpa de los bloqueos que tengo.

Estuve pensando lo y creo que sería buena idea que ustedes me ayuden a seguir con la historia o que me den ciertas opiniones.

Pero bueno, Espero que les haya gustado mucho este capítulo tanto como a ya viene el final se acerca muy pronto.

¡Hasta nueva leidas mis hermosas y hermosos lectores!

"Un Ser Igual A Mí" {Alucard x Reader} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora