"Un Ser Igual A Mí" {Alucard x Reader}

2.10.- Problemas

Una, dos, tres, cuatro, cinco y el numero seguía y seguía, hasta casi llegar a cincuenta; Esos números le estorbaban y no solo eso, estaba estresado de entrenar al mocoso, ¡Estaba estresado de que el mocoso no pudiera disparar un arma!. Supuestamente desde su "punto de vista" seria mejor el tratar de arreglar las cosas hablando a que la violencia; Valla que no estaba muy informado de su nuevo hogar. Su vista estaba aun en el, esperando a que el maldito tratara de atinar un disparo a una de las botellas que tenía frente a él; ¡Ni estaban a un metro tuyo!.

Para su desgracia Integra le pidio que favor que le tuviera paciencia al chico; Pero esa paciencia se había agotado desde hace ya unas horas atrás, y no porque Henry no supiera pelear, si no que cada vez que pregunto por la pelinegra su ama respondía que aun seguía en la misión con Seras (y valla que era buena mintiendo), pero por mala suerte la nombrada llegó a los minutos, haciendo dudar al conde de que si le decía la verdad. Seras le invento un cuento grande, que ella había ido a buscar algunos libros y libretas nuevas para su papeleo; De nuevo se la creyó.

Mientras esperaba a que el chico siguiera las ordenes que le dio decidió escabullirse por un momento de allí; Nadie notaría que se fue, no poniendo un montón de sombras en un parte que estuviera cerca de Henry. Vagaba por los pasillos largos del instituto pensando en si ella estaba bien, si no estaba herida o que si no se sentía mal después de aquella corta (y tan corta) discusión que hubo en el hotel de Londres. Quería disculparse con ella, pero no la tenía el frente suyo y tanto ella como el sabían que el orgullo era mayor.

Por su sexto sentido, no muy lejos de el sintió el aroma único de ella, ese aroma que lo tenía totalmente loco. Sus pasos fueron de lentos a comenzar a correr, siguiendo lo que parecía su rastro, eso hasta que dio con el despacho de su ama. Tal vez ya había vuelto "de su supuesta compra", pero al abrir las puerta grandes del lugar, se llevo la sorpresa que lo hizo tener una ola de emociones. Ante todo trato de analizar bien la situación, del porque sentía celos en ese momento y como le mintieron.

Otro hombre que no era él, la tenía en sus brazos, como si la cuidease tal pétalo de rosa. Su enojo subió cuando empezó a escuchar de lo sucedido en Londres, del como la secuestraron y del como estaba en peligro; Quería explotar en ese instante. Haciendo como que no sabia nada toco la puerta tal "educado" y camino hacia donde estaban aquellas tres personas; No quería comenzar algo de lo que posiblemente no se iba arrepentir. Integra noto sus intenciones y de favor le ordeno a Sebastián que llevara a la chica a su habitación, de favor.

Sebastián por su parte solo asintió y se giro notando esa vibra que le molestaba un poco; No tenia derecho a juzgar pero en ese momento tenia que hacer lo. Alucard miro a la chica notando muchas cosas, entre ella que estaba herida, llena de sangre, y que se encontraba dormida. Al estar frente a ella solo se hecho a reír sin parar, como si todo le pareciera un mal chiste; En ese momento se sintió traicionado por su ama, por primera vez en toda su vida que llevo junto a ella, le mintió y encima de eso se lo oculto.

- Si vas a decir algo sobre ella, te sugiero que lo hagas ya, mi paciencia se ahora -habló ella en su asiento mientras encendía un poro; No estaba muy contenta con el reporte que Sebastián le dio, en vez de mejorar todo empeorará.

- ¿Tenías paciencia? -pregunto entre risas. Ella lo miro con mala cara y solo suspiro; Tenía derecho a enojarse por lo que vio, pero también era una pequeña mentira. Una muy pequeña, ya que la verdad que debia de decirle se la guardaría hasta la tumba o hasta que ella se lo dijese.

- Guardate tu sarcasmo -respondió notando que su expresión cambió- Ella esta bien, no hay nada de que preocuparse. De lo que si hay que hacer es sobre esos malditos bichos -analizando las cosas en menos de una semana todos esos vampiros ya estarían juntando más marionetas.