- Maldito gato... ¡Deja de ver me! -gritó la chica desde un cierto punto.
- Schrödinger -hablo Max viendo todo el show que había provocado, viendo el hermoso sonido la guerra- Deja a mi Lady en paz, no hay que molestar la después del éxito en su trabajo.
Mentiras. Mentiras dijo para que no la dañaran y para no perjudicar su magnífico plan en mente.
- My Lady -habló nuevamente el de la impecable sonrisa- Quiero que venga a mi lado -pidió para extender su mano izquierda hacia aquella dirección sin necesidad de dar vuelta o mirar le- Por favor.
Dudo unos segundos en si ir o no, pero el tiempo era poco, así que no tuvo otro remedio. Tomo la mano de aquel hombre y el la guió un poco más adelante de este.
- ¿Desde aquí lo nota? -pregunto sin dejar de sonreír- ¿Desde aquí siente eso? Siente esa hermosa e magnifica sensación de guerra causada por todos, por nuestros soldados, por el vaticano, por ese vampiro.
- Lo noto -respondió viendo desde allí como aquel pelinegro resistía a todo ataque a todo golpe, bala y acuchilladas.
- Me alegro mucho mi Lady, por que ahora que todo esto esta a la perfección, ya es hora.
No entendió justo lo que él decía, no entendía nada de lo que sucedía desde que se había ido a ese barco.
Miró de reojo al que ahora era mayordomo de Max, y que antes servía a Hellsing. ¿Acaso él también sabía que ella les servía? De ser así ¿Por qué trató de aniquilar la en un principio?
Su cabeza se lleno de miles de preguntas que ni siquiera se dio cuenta de que la pequeña sombra que tenía sobre su hombro, comenzaba a quemarle.
Se sentía rara, como si en algún momento fuera a desmayar se. Algo no andaba bien, desde que ese Doc le inyectó lo mismo que a todos los subordinados, ella tenía ciertos síntomas que no la dejaban en paz.
- Ya viene -dijo Max felíz; felíz de ver por sus propios ojos todo- Ya fluye el río... ¡Un río de muerte! ¡La muerte baila! ¡Y el infierno canta!
Entre cerro sus ojos, mirando atenta a todo lo que pasaba bajo sus pies. Era una ola, una ola de muertos que arrazaba a todo aquel que tuviera adelante. Le impreionaba la cantidad de gente que había matado, sin embargo se estremeció un poco cuando sintió la mirada directa de él hacia ella misma.
Parecía que le estuviera observando; pero esta vez sería distinto, ella si volvería con el y no con las manos vacías.
- ¡La muerte! -exclamo sumamente felíz Max- ¡Es la muerte en persona!
- ¡Quita la respiración! -Dijo el Doc igual de impresionado- ¡Es lo que esperábamos! ¡Maravilloso!
De nuevo esa sensación de miedo, esa sensación del que no podía respirar. Ahora era diferente, se sentía mucho peor.
Soltó la mano de Max, callendo al suelo de rodillas; ¿Qué le pasaba? ¿Por qué estaba así?
Vio el líquido rojo salir de su boca, manchando nuevamente y más su ropa.
- ¡Señorita Itamury! -dijo rápidamente el Doc- ¡¿S-se encuentra bien?!
Ella negó.
- Doc, Walter llevenla adentro y por favor, quiero que este de vuelta conmigo para que vea como todo acaba -ordenó Max.
- Si -dijeron al unísono.
Su visión se mostraba borrosa, y por alguna razón sentía su corazón ser acuchillado miles de veces; dolía mucho pero debía ser fuerte.
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"Un Ser Igual A Mí" {Alucard x Reader}
FanfictionCuando la sangre cae encima de manos enemigas hay una sola que quiere decir: Fracasó en guerra. Pero, ¿Y si usan tu propia sangre para crear a alguien parecido a ti?. Un ser totalmente igual a ti que incluso creerías que es un clon tuyo, hasta en el...