Ha pasado alrededor de un año desde que Albert, me confesó que era "el Tío Abuelo William" y también que era el "Príncipe de la Colina", y un tiempo mas desde que asumió la posición de jerarca de la familia Andrew.
En todo este tiempo hemos mantenido una correspondencia, al principio muy formal y luego –con la característica amabilidad de Albert- algo más distendida-, incluso recordando los viejos tiempos, cuando vivíamos como hermanos en "Las Magnolias".
Tardé mucho en asimilar mi lugar dentro de la familia Andrew. Al cumplir los 19 años la Tía Elroy, comenzó su tarea de buscarme un pretendiente, para "casarme y tener hijos" y de esta forma seguir la tradición de la familia.
Tuve que recurrir a Albert para que la Tía abandonara esa "obsesión". Me encuentro totalmente enfocada en mi Licenciatura de Enfermería, por eso me trasladé a Washington, para seguir mis estudios.
- Te ayudé con la Tía Elroy – dijo Albert en su carta-, pero no deja de tener razón, debes pensar en una posibilidad no muy remota, de casarte y establecerte con una linda familia. Podemos celebrar una gran fiesta, para tu 19 cumpleaños y presentarte formalmente como una "señorita de sociedad".
Que le pasa a Albert?, sabe de sobra que "odio" esas fiestas, y menos si soy yo la protagonista.... Me bastó con mi "presentación como miembro de la familia Andrew" ese día que Anthony perdió la vida ....
Casarme yo??? No y mil veces no. – eso no es para mí.... Quiero tener una vida diferente. -expresé en voz alta, como si alguien pudiera escucharme.
En la escuela muchos chicos me han invitado a salir, y luego con cualquier pretexto llevarme a sus casas... Que fastidio!!! Me cansé y harté, que los hombres solo quieran una cosa. Así que he dejado de aceptar invitaciones, punto!
Me hacía falta Albert... desde que partió a Londres, lo extrañaba en exceso. La vida se volvió monótona y muy aburrida. Mi "Tío Abuelo" era excepcional... no, el Tío Abuelo no, Albert era excepcional. El Tío Abuelo asumió su posición y ahora se volvió serio, así como un abuelo... Dios, como lo extraño!!!.
Tocaron a la puerta. Llegó un telegrama urgente. Rápidamente lo abrí:
"Candy, la Tía Elroy ha fallecido. Sus funerales se celebraran en dos días en la Mansión Andrew. Debes asistir. Te espero. Albert".
Candy no lo podía creer, la Tía Elroy muerta.
Debía ir a la Mansión. Vería a Albert. Su corazón comenzó a latir con mucha fuerza.
- Veré a mi protector, a mi Tutor...
Rápidamente mis pensamientos fueron interrumpidos por el toque de la puerta. Abrí y nuevamente era el cartero:
- Disculpe, olvidé entregarle esta. Dos telegramas en un día!!!-dijo el Cartero!
Me estremecí, ya que tenía razón dos telegramas en un día no es común, y generalmente los telegramas no traen buenas noticias.
- Gracias –atiné a decir, esbozándole una leve sonrisa como –no pasa nada-.
Cerré la puerta y rápidamente abrí el sobre, no podía creer lo que mis ojos leían:
"Querida Candy. Debo informarte que Susana ha fallecido. Ya nada puede impedirme estar a tu lado. Quiero verte. TG".
Me tumbé en el sofá, casi sin aliento. Debía partir inmediatamente a cumplir con mi presencia en los funerales de Tía Elroy, vería a Albert.... Y Terry aparecía de nuevo... "quiero verte" repetía la frase en mi cabeza.
- Que le pasa a Terry!!! – tiré el telegrama al suelo!! - cree que soy su juguete? Ya nada puede impedirme estar a tu lado????? - repetí en voz alta!!!.
Solo quiero volver a ver a Albert! Necesito verlo, estar con él, sentir su protección!
Mi cabeza da vueltas.
Debo partir.
Mañana a primera hora.
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Candy, mi historia
Fiksi PenggemarEste relato comienza, donde termina el animé que todos vimos en los años 80'. En ella encontraremos los mismos personajes pero más maduros. Tanto la historia y como los protagonistas son propiedad de Kyoko Misuki/Keiko Nagita, no obstante esta es u...