Introducción

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Martín e Itatí estaban besándose de manera intensa en el primer beso que sería de "Alejandra" y "Rafael" en la famosa telenovela "Hasta que el dinero nos separe." Ambos tenían sentimientos contradictorios. Itatí se sentía algo mareada, estaba experimentando algo que nunca antes le había sucedido, las famosas mariposas de las que todos antes le habían hablado no dejaban de revolotear en su estómago. Quería creer que todo se debía al ambiente creado: la noche, el mar, la luna casi llena, las estrellas y la melodiosa voz de Pedro Fernández. Por otro lado, Martín estaba igual de desconcertado, ver a una mujer tan bella como es Itatí, que le sonría y lo mire de esa manera... Lo que terminó por hacer que ambos crucen los límites fue el beso, cuando sus labios chocaron esa noche ninguno de los dos quiso detenerse. Las manos de Martín automáticamente se instalaron en su cintura, las de ella se perdieron en su cabello y sus lenguas danzaban... Si no hubiera sido porque les llamaron la atención en repetidas ocasiones ellos no habrían podido detenerse...

Luego de que ambos marcaran unos pasos de distancia entre sus cuerpos, una tímida sonrisa fue a parar a los labios de Itatí.

-Yo...-él susurro aún con la voz agitada-

Itatí entonces supo que él también lo sintió. Lo vio con los ojos temerosos, su pecho subía y bajaba de forma irregular.

-Creí que nunca terminaríamos de grabar esta escena.

Ella luchó por cambiar el tema de conversación. Quería tomar el momento que acababan de vivir, todo lo que la había hecho sentir, y guardarlo en un cofre con llave. Sin embargo, Martín no tenía los mismos planes. Él había compartido escenario con múltiples actrices, había besado a otras mujeres además de su esposa y ninguna de ellas provocó que se le erice la piel de la misma manera, que su corazón lata con tanta fuerza...Él necesitaba una explicación.

-Itatí, sobre el beso...

Su voz seguía siendo susurrada. Ambos sentían que se venía algo importante. Sin embargo, uno de los chicos de producción, de manera imprevista, llegó a avisarle a Martín que tenía que tomar un avión. Él volteó a ver a Itatí con una expresión de frustración, ella solo le dedicó una radiante sonrisa y le deseó suerte... Nunca más trataron de tocar el tema. Después de aquello, se limitaron a besarse solo cuando tenían una cámara grabando frente a ellos.

Han pasado más de diez años desde que grabaron aquella telenovela. Muchas cosas han cambiado para ambos. Itatí ya no es una mujer felizmente casada. Ella esta tratando de recuperar la sonrisa luego de su divorcio. Sus hijos Roberto y Eduardo han cumplido la mayoría de edad y están siguiendo sus sueños. Ahora ella pasa más que nada su tiempo con su hija María Itatí, quien se ha convertido en su compañera de aventuras, su mejor amiga. Por otro lado, Martín está tramitando su divorcio. Hace mucho tiempo que ya no es feliz con Rebeca. Sus llamadas insistentes, sus celos cada vez que cruzaba palabra con una mujer, su posesividad, lo habían terminado sacando de quicio.

Con el paso de los años les ha resultado imposible olvidarse. ¿Cómo podrían hacerlo si todos los días los etiquetaban en fotos antiguas suyas? ¿Cómo sería posible que lo hicieran si siempre le preguntan al uno por el otro? Lo han considerado en más de una ocasión como una maldición.

En una de las últimas entrevistas que le hicieron a Itatí una de las preguntas más relevantes fue cuando la interrogaron sobre si ya sabía quién era el amor de su vida. Ella con mucha pena respondió que no. Le pidió al entrevistador que le de unos diez años más para ver si en ese tiempo conseguía conocerlo. Lo que Itatí ignoraba es que ella ya lo conocía y muy pronto el destino volvería a juntarlos. Ella volvería a estar frente al hombre que había provocado más de una vez un ligero temblor en sus piernas cada ocasión que la besaba. Él regresaría a su vida para plasmar en su rostro una sonrisa que ningún otro hombre pudo. Llegaría a poner su vida de cabeza porque, gracias a él, conocería a los 44 años lo que es estar realmente enamorada. 

Sin miedo a enamorarse - Pedritatí -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora