Capítulo 17

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Han pasado varios días desde aquella conversación. La relación entre los dos artistas ha vuelto a ser igual de distante como al inicio, llegándose a deteriorar a un nivel que la rubia definitivamente no se esperaba. Itatí se siente realmente frustrada por ello. Si bien es cierto, consideraba necesario marcar una línea imaginaria entre ambos después del beso que compartieron en su fiesta de cumpleaños, pero jamás imagino la repercusión tan grande que generaría en su relación.

La actriz recuerda perfectamente el gesto que se quedó impreso en la cara de Martín después de llamarlo "amigo". El cantante frunció las cejas, luciendo brevemente desconcertado, mientras una línea recta se formaba en sus labios. La rubia no soportó observarlo así, con un semblante tan serio bañando su rostro, por eso, terminó casi huyendo del lugar.

Esa mañana, lo primero que vio Itatí cuando ingresó a su camerino fue la silueta de Consuelo sentada sobre su sofá. Su amiga parecía estar repasando su libreto, a la vez que comía una bolsa de papas. Esas simples frituras, cuyo peso total no sobrepasaba los cincuenta gramos, dejaron restos esparcidos a lo largo de toda su mesa.

-¿Todos han agarrado la costumbre de entrar a mi camerino? -le preguntó algo fastidiada-

La castaña levantó la mirada al darse cuenta de su presencia, la observó ligeramente curiosa, tratando de descifrar que pudo provocar su mal genio.

-Vaya...parece que alguien está de muy buen humor -dijo divertida; luego volvió a concentrarse en su libreto, al mismo tiempo que, continuaba devorando sus frituras-

Ese comentario provocó que la molestia de la rubia se incremente. Itatí colocó sus brazos en forma de jarra, preparándose para discutir. Sin embargo, solo bastó que la actriz vea su expresión en el espejo, la cual la terminó desconcertando totalmente, para que termine desistiendo. Por un breve momento, no reconoció la rabia momentánea que sacudió su cuerpo.

-Tú ganas, lo lamento -pronunció con un claro arrepentimiento-

La rubia se posicionó al lado de Consuelo, agarró la bolsa de papas y comenzó a comer con una expresión de derrota.

-Cuéntame, cariño. ¿Qué ha pasado?

En esta ocasión Consuelo dejó de enfocarse en su libreto, y centro toda su atención en la rubia. El hecho de que ahora trabajen juntas ha permitido que la relación entre ambas se estreche. Es decir, ya eran muy buenas amigas antes, pero compartir el mismo espacio de forma tan frecuente ha generado una cercanía todavía mayor.

-¡No soporto estar así con Martín! -exclamó con frustración- Las cosas se pusieron tan extrañas desde que...

-Lo rechazaste -la interrumpió- ¿Pues qué esperabas?

El rostro de Itatí se llenó de tristeza, un suspiro largo fue exhalado por sus labios, al tiempo que, se dejaba caer sobre el sofá de su camerino. Jamás se imaginó que una persona, a la que hace poco empezó a tratar, lograría hacerle tanta falta. Maldijo en su interior extrañarlo tanto, más de lo que le gustaría admitir, y por un breve instante pensó que quizá se equivocó al no aceptar darle una oportunidad.

Todo pensamiento de la rubia fue interrumpido por el vibrar continuo de su teléfono celular. Al revisarlo, se dio con la sorpresa de recibir un mensaje de Álvaro. Él es un hombre que conoció, por amigos en común, hace un tiempo considerable. Todavía recuerda lo sorprendida que quedó al verlo, apenas le llevaba un par de años de diferencia, era divorciado y no tenía ningún hijo. Recuerda que la invitó a salir en ese tiempo, pero los compromisos de la actriz se lo impidieron en ese entonces, después él se mudó a Barcelona y el contacto se perdió. Sin meditarlo, agarró el dispositivo electrónico y se fijó en el mensaje.

Sin miedo a enamorarse - Pedritatí -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora