Capítulo 1

599 37 2
                                    

Itatí disfrutó enormemente trabajar en "Se rentan cuartos", una serie perteneciente a "Commedy Central.". Ya han terminado las grabaciones de la segunda temporada y se siente totalmente agotada. La actriz ha trabajado sin parar para poder distraerse y de esa manera evitar enfocarse en el desastre que es su vida amorosa actual.

El día de hoy su mente no deja de pensar en Eduardo y Roberto. Todavía no se acostumbra a la ausencia de ellos en casa. Hablan por celular todos los días, pero para una madre eso nunca será suficiente. Actualmente, su mayor compañía es su hija menor María Itatí.

-¡Mami!

Su hija exclamó con la finalidad de llamar su atención. Ambas se encuentran en el cuarto de la actriz, recostadas sobre la cama, buscando alguna serie o película que puedan ver juntas en Netflix.

El gusto de María para elegir películas o series se ha afinado. Cada vez desea menos ver caricaturas. A Itatí le resulta difícil ver como su bebé crece tan rápido. Ahora está un paso de convertirse en una señorita. No falta mucho para que tenga que hablarle sobre los cambios que va a ir experimentando su cuerpo, sobre los muchachos, el sexo.

-¿Qué pasa mi amor? -despejó su mente y volvió a prestarle atención a ella-

-Será cumpleaños de Regina -una gran amiga de María- y necesito un vestido nuevo. Bueno...podemos aprovechar y compramos más de uno. Ándale, di que sí.

Los típicos ojos de cachorro se instalaron en su hija. Itatí nunca ha sido de dar su brazo a torcer de esa manera, pero María pensó que valía la pena intentarlo.

-Hemos cambiado prácticamente todo tu guardarropa hace unas semanas -le recordó y un puchero se reflejo en la cara de la pequeña- Esta bien, pero primero vamos a ver que tal vas en la escuela y de acuerdo a eso decido si vamos a comprar un vestido y más cosas nuevas.

Itatí fue por su computadora portátil y entro a la intranet de María. Sus notas eran aceptables, no tenía ningún desaprobado. Además, en el presente año su media había incrementado. Todo parecía correcto.

-Sé que te dije que subiría mucho más mis notas, pero de verdad las matemáticas se me hacen muy complicadas -empezó a explicarse-

-Cariño, aquí veo un esfuerzo y para mí eso es lo que vale.

Itatí se considera una madre exigente, pero ella misma fue testigo del esfuerzo que puso María para subir sus calificaciones y de esa manera poder pedir algún capricho como esta vez. Así que sin más se acercó a su hija, la estrechó entre sus brazos y le dio un beso en la mejilla.

-Gracias, mami. Podríamos comprarte unos nuevos para ti también.

-¡Por supuesto que sí! Necesito un cambio en mi guardarropa.

Después de cambiarse de vestimenta, ambas se dirigieron a un conocido centro comercial y empezaron a recorrer tiendas. María Itatí, a diferencia de su madre, es indecisa, si había un modelo que le gustara, el color no la convencía y viceversa. Itatí, por su parte, es mucho más impulsiva. Ve alguno que le guste y automáticamente va al vestidor, se lo prueba, comprueba que se ciñe a su cuerpo y lo compra.

Mientras Itatí estaba por comprar su sexto vestido en el día su celular empezó a sonar de manera insistente. Parecía que realmente alguien deseaba comunicarse con ella. María decidió pasarle el celular a su madre. El identificador de llamadas mostró el nombre de Raúl Padilla, un hombre con el que la famosa actriz había empezado a salir hace no mucho. Itatí intentó darse una oportunidad, sin embargo, con el pasar de los días se percató que no estaba lista para algo nuevo en este momento. Quería centrarse en su carrera, hijos, volver a descubrirse a sí misma y que el tiempo se encargue de sanar sus heridas.

-Hola, Raúl. Gusto saludarte. ¿Qué necesitas?

La ceja de María se arqueó al escuchar el nombre del señor. Su mamá le había asegurado que había terminado con lo que sea que tuviera con él.

-Quería saber cómo estabas. Si quizá has pensado mejor las cosas...

-No tengo nada que pensar. Lo siento, por favor no me llames más.

Itatí colgó el teléfono y volvió a centrarse en sus compras. Ayudó a María a escoger varios vestidos. Al final, habían salido por ella y la que terminó comprando más fue Itatí. Nunca esta demás renovar el armario.

Cuando Itatí y María regresaron a casa, y se pusieron a acomodar todas las cosas nuevas en el armario de cada una, el celular de Itatí comenzó a sonar una vez más con insistencia. Ella deseó que no fuera otra vez Raúl, quien hubiera creído que un hombre de más de 60 años fuera tan insistente, sin embargo, no fue él. Tenía una llamada entrante de Mauricio Argüelles, un actor, escritor y productor mexicano de cine, teatro y televisión. Se acordaba de él por ser uno de los productores de la película en la que participó: "No manches Frida 2". Sin dudarlo, respondió a la llamada.

-Buenas tardes, ¿me comunico con Itatí Cantoral?

-Hola Mauricio. Con ella estás hablando. ¿Para qué soy buena?

-Tengo una propuesta de una nueva película para ti. Es una comedia romántica. Antes que digas nada, lee el libreto. Te prometo que no te vas a arrepentir.

Lo anunciado por Mauricio la tomó un tanto desprevenida. No había previsto participar en un proyecto de ese calibre en este momento, mucho menos ahora que acababa de terminar de grabar una serie. Se sentía agotada.

-Acabo de terminar de grabar una serie...El ritmo de las películas es un tanto frenético.

-Cariño, has estado en el teatro. Escucha, Itatí. Es un protagónico...Solo lee el libreto, sin ningún compromiso.

-Tú ganas.

Toda la información fue enviada a su correo. Empezó a leerlo sin ninguna ilusión, pero conforme iba avanzando su perspectiva comenzó a cambiar. La película trata sobre dos mejores amigos, ambos casados con otras personas, que trabajan en la misma empresa. El matrimonio de cada uno se ve envuelto en la monotonía. A lo largo de la historia van a ayudarse mutuamente para tratar de recuperar a su pareja. Poco a poco se irán dando cuenta que se casaron con la persona equivocada y eso se acentuará más cuando descubran a sus parejas siendo amantes.

Itatí terminó de leerlo y no tuvo nada más que pensar. Ahora no tenía que pedirle "permiso" a su esposo para arriesgarse en algún proyecto. Era su vida, su carrera y su futuro. Sin esperar más llamó a Mauricio Argüelles.

-Te estabas tardando.

Fue lo primero que dijo Mauricio cuando respondió el celular.

-Tienes razón. Estoy dentro.

-Me alegro mucho escuchar eso, Itatí. Ahora que tengo a los dos protagonistas confirmados me gustaría que nos reunamos para la respectiva lectura del libreto.

-Si, claro. Espera...nunca me dijiste con quien voy a compartir protagónico.

Al inicio, Itatí ignoró totalmente al elenco que participaría porque ya había trabajado previamente con Mauricio y sabía de la calidad de actores con los que trabaja. Sin embargo, ahora que era un hecho que participaría le daba curiosidad saber quién sería su interés romántico.

-Ya has trabajado con él.

-He trabajado con un número considerable de actores -le recordó la actriz-

-Pero no creo que todos esos actores sean también cantantes de música ranchera.

El corazón de Itatí pareció detenerse por un segundo al darse cuenta que volvería a trabajar con Martín. Los fans de ambos habían anhelado que volvieran a trabajar juntos, pero siempre que ella podía, para él resultaba imposible y viceversa. Antes, ella estuvo casada y aun así le resulto muy difícil reprimir las mariposas que sentía en su estómago cada vez que la besaba o tocaba. Ahora, con 10 años más a su favor, volvería a verlo y esperaba tener un mayor autocontrol de sí misma.

-Volveré a unir a Pedro Fernández e Itatí Cantoral en una película. Ya estoy esperando a ver la conmoción que generará esta noticia.

Sin miedo a enamorarse - Pedritatí -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora