Fue inevitable que Itatí no notara como el rostro de Martín se tornó pálido en un par de segundos. Ella, sin dudarlo, dejó de prestarle atención a Mauricio y se acercó al cantante.
-¿Te encuentras bien? -le preguntó- ¿Quieres un vaso de agua u otra cosa? Estas pálido.
Martín se sintió levemente desconcertado por su amabilidad. Cuando trabajaron juntos las interacciones entre ambos fueron muy limitadas. Se podría decir que casi no tuvo la oportunidad de conocerla. Sin embargo, los amigos y conocidos que tienen en común le comentaron en alguna ocasión sobre la calidad de persona que es Itatí, la dulzura que la caracteriza y lo divertida que puede ser. Ver la expresión de preocupación en su rostro fue suficiente para confirmar que existen muchas cosas que no sabe de esa mujer y el anhelo por descubrirlas le resulta cada vez más atrayente.
-Un vaso de agua estaría bien.
Esas simples palabras fueron suficientes para provocar que Itatí saliera disparada de la oficina, dejando solos a Mauricio y Martín. El ultimo exhaló un suspiro de alivio cuando se fue. Estaba decidido a solucionar este problema. Si tenía que renunciar para cuidar la imagen de ambos, sin dudarlo lo haría.
-Necesito decirte algo -dijo el cantante- Me estoy divorciando de Rebeca. No es un divorcio fácil, no se ha concretado porque no quiere firmarme los papeles. Ella tiene la idea de que la razón por la que la dejo es porque tengo otra mujer. Eso es falso, pero no parará hasta desprestigiarme. Tengo miedo de que haga lo mismo con Itatí. Ambos hemos trabajado juntos antes, pero ahora que ella esta soltera y yo en proceso de divorcio. No quiero que la situación se malinterprete y esto le afecte.
-¿Por qué no me lo mencionaste antes?
Martín se sintió culpable al ver a Mauricio dar vueltas por su oficina, como si de un animal enjaulado se tratase.
-Leí el libreto y me encanto. Además, no estoy acostumbrado a preocuparme por estas cosas. Mi vida personal siempre ha estado aparte de la profesional. Tú lo sabes.
Por unos breves instantes la oficina se quedó en completo silencio mientras Mauricio trataba de idear un plan en su cabeza. Cuando finalmente algo se le ocurrió se animó a volver a hablar.
-Así como lo veo lo mejor que puedes hacer es adelantarte y hacer público que estas enfrentando un proceso de divorcio. Esperemos que no dañe a Itatí, ella es una buena mujer, ha pasado por muchas cosas. Si ves la remota posibilidad de que salga afectada te aconsejaría que hables con ella, pero no te atrevas a decirme que quieres renunciar -le advirtió- Ya tengo todo preparado.
-Me da mucha pena contigo, pero lo mejor sería que me haga a un costado y renuncie. No puedo trabajar con Itatí. Ella es una actriz muy buena, pero...
El debate producido entre Martín y Mauricio no los hizo notar cuando Itatí regresó al salón. Solo bastó que la actriz escuchara las últimas oraciones salidas de la boca del cantante para que el vaso de cristal que sostenía entre sus manos se deslizara por sus dedos y terminara estrellándose contra el suelo. El estallido provocó que ambos hombres voltearan a verla.
Martín supo que sus palabras se habían malinterpretado cuando vio el rostro de la actriz tornarse de un tono rojo, producido por la rabia. Quiso acercarse a ella, pero fue suficiente con que diera un paso en su dirección para que ella retroceda múltiples en su contra.
-¿Acaso escuchas lo que estás diciendo? -le recriminó- Creí que eras un profesional, que podías separar lo laboral de lo personal y superar la aversión que sientes por mí. No sé porque tuve la vaga ilusión de que esta vez podríamos tener una buena relación como compañeros o al menos que sería vagamente normal. Lo que más me hace enojar es que en lugar de solucionarlo directamente conmigo vas con Mauricio. Tienes que fingir que te sientes mal, hacer que me preocupe por ti, para que no esté cuando hables con él. Definitivamente eres un actorazo. Felicidades.
-Itatí...
Martín trato de interrumpirla en repetidas ocasiones, sin embargo, en ninguna de ellas tuvo éxito.
-Haz lo que quieras. Buenas noches, Mauricio.
La jarra de agua fue dejada sobre la mesa del centro y la talentosa actriz desapareció del salón aguantándose las ganas de azotar la puerta. Martín no comprendía lo que acababa de pasar. Es decir, sabía que sus palabras se habían sacado de contexto, pero no entendía porque razón Itatí cree que le produce antipatía. Sea como sea, tiene que solucionarlo por si finalmente terminan trabajando juntos. Mauricio está en lo correcto, debe ser honesto con ella.
-¿Me puedes pasar su número de teléfono celular?
***
Itatí llegó a su casa echando humo. Dejó su bolso sobre su cama y se metió directamente a la ducha. Necesitaba relajarse y quitarse de la cabeza las palabras que habían salido de los labios de Martín. Se culpaba a si misma por lo ocurrido, por haber actuado como una adolescente que ve al chico que le gusta. Se había cegado por completo, ignorando todo lo que sucedió en el pasado.
María Itatí oyó a su mamá llegar, toco la puerta de su cuarto, pero al ver que no respondía eligió pasar sin más. Al entrar escuchó el ruido que provoca el agua de la ducha al chocar contra el piso. Se dispuso a acostarse en la cama de su madre y esperarla. Estaba emocionada por que le cuente que tal le había ido en la reunión que tenía. La había visto muy emocionada.
Mientras la esperaba sintió vibrar el teléfono de su madre de manera insistente. Itatí es bastante abierta con su hija así que la última optó por ver a que se debía tanto alboroto.
"Buenas noches, Itatí.
Soy Martín Cuevas.
Me urge hablar contigo. Tengo que aclararte lo que escuchaste hoy.
No es lo que te imaginas.
Todo tiene una explicación.
Háblame cuando puedas."
María Itatí no entendía que acababa de leer. ¿Quién era Martín Cuevas? ¿Por qué se disculpaba con su mamá? ¿Era un actor con el que ella iba a trabajar? Justo cuando sentía que su pequeña cabeza iba a explotar tratando de unir cabos su madre salió del cuarto de baño con una bata cubriendo su cuerpo y una toalla enrollando su rubio cabello.
-Mi amor-la saludó- Espero que ya no estés eliminando aplicaciones de mi celular.
-No, tu celular ha estado sonando sin cesar. Un tal Martín Cuevas quiere comunicarse contigo. Te ha estado hablando por whatsapp.
Un rostro de Itatí cambió de expresión en un segundo al escuchar su nombre, esto fue advertido por María. No había dudas que Mauricio fue quien le facilitó su número. No lo culpaba, si Martín a pesar de todo continuaba en el proyecto, tendrían que forjar una relación al menos cordial. Inhalando profundamente tomó su celular entre sus manos y leyó el mensaje. Una sonrisa triste se plasmó en su rostro al terminar.
"¿Vas a seguir en el proyecto?"
La respuesta no tardó en llegar.
"Sí."
Itatí vio que seguía escribiendo, pero no tenía la intención extender sus conversaciones más.
"Entonces no te preocupes. Ante cámaras nos comportaremos con el profesionalismo de siempre. En las entrevistas haremos notar que hay una buena relación entre ambos. Somos buenos actores. Sin embargo, cuando las cámaras y los periodistas no estén cerca no es necesario que finjamos más. No quiero que lo de hoy se vuelva a repetir. Sé honesto conmigo, yo no seré hipócrita contigo. Buenas noches, Martín"
Su teléfono celular se iluminó una vez más.
"Ya habrá tiempo de que conversemos con calma.
Por el momento no insistiré más.
Lo único que puedo decirte es que, aunque lo dudes me gustó mucho verte hoy...
Que pases una linda noche, te mando besos, abrazos y más..."
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Sin miedo a enamorarse - Pedritatí -
RomantizmEn una de las últimas entrevistas que le hicieron a Itatí, una de las preguntas más relevantes fue cuando le interrogaron sobre si ya sabía quién era el amor de su vida. Ella con mucha pena respondió que no. Le pidió al entrevistador que le de unos...