capitulo: 18

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Ese niño lindo,
que nació de día,
quiere que lo lleven,
a comer sandía~

Lo siento México...

Ese niño lindo,
que nació de noche,
quiere que lo lleven,
a pasear en coche~

Espero que algún día me perdones por todo lo que hice...

Ese niño lindo,
se quiere dormir,
tiendale su cama,
en el porvenir~

Te amo...













































- México abrió los ojos lentamente, su cuerpo pesaba y se sentía frío. Se incorporó levantándose del gélido suelo de piedra, mirando a su alrededor encontrándose en un tétrico calabozo. - ...¿Y ahora que chingados? - dijo con fastidio sobando su cabeza. Repentinamente sintió un golpe seco en su espalda, frunció el ceño haciendo un ruido de dolor y se giró con rapidez observando a una silueta femenina fundida en la obscuridad del fondo de la celda, y debajo de él una "chancla" de cuero. - ¡Ora' pinche vieja! ¡¿Por qué vergas me pega?! - La mujer se levantó quitándose una segunda chancla y levantándola en alto, México se tensó y levantó los brazos - Y-ya pues... - "pinche vieja loca" pensó México observando a aquella mujer acercarse a el. Una mujer hermosa, mexicana de pies a cabeza, notablemente mayor que México y aun así rebosante de belleza.
México parpadeo entrecerrando los ojos; aquel rostro...

- ...m-...¿Mamá?

[Washington D.C. | Casa blanca - EUA]

— ¿¡CÓMO QUE NO SABEN NADA ACERCA DE LA LOCALIZACIÓN DE MÉXICO!? — Estados Unidos había estallado en cólera; lanzó de manera estruendosa un portafolios con documentos sobre su escritorio, haciendo que sus mejores agentes se encogieran de hombros algo asustados. — Los secuestradores hicieron un trabajo bastante impecables señor, es difícil obtener resultad-

— ¡QUIERO MALDITOS RESULTADOS RÁPIDO O CONSIDEREN BUSCAR UN EMPLEO NUEVO! — El norteamericano salió del la oficina masajeando su rostro con frustración. Cambio de planta y fue hasta su habitación, encerrándose ahí, se dirigió a la cómoda al lado de su cama y tomó una fotografía enmarcada que tenía de su amado México. Suspiró con melancolía y se recargo en la pared, dejándose caer poco a poco hasta quedar sentado en el suelo, abrazando aquel retrato. Se sentía patético, maltrato tanto a su pobre mexicano, lo trato como la peor de las escorias y aún así el moreno siempre le guardó cierto aprecio, y ahora el destino cruel como el solo le había orillado a enamorarse de México. Y no conforme con eso, lo habían raptado, se lo habían llevado a quien sabe dónde y no podía hacer nada ... Más que esperar lo mejor ...
La culpa lo carcomía por dentro lentamente, acabando poco a poco con su alma.

Juro que voy a encontrarte amor mío... Lo juro...


Por otra parte, en Alemania, NAZI y su hijo también habían movilizado a sus fuerzas. Canadá había quedado a cargo de las tierras mexicanas en ausencia del moreno, todo estaba en orden, pero también en caos. Alemania tenía sus claras sospechas, China había llegado ya a su país pero estaba inconsciente, ésto claramente era obra del Español, porque si no era de el, ¿De quien más? Había preparado un operativo que dirigiría el mismo para infiltrarse en tierras españolas, y partiría ese mismo día.
En la oficina de su padre, el alemán se despedía y pedía suerte para el viaje. NAZI se levantó de su asiento y caminó hasta Alemania, dándole un abrazo, el cual heló la piel del mencionado — Cuídate, ya perdí muchas cosas y personas suficientes, si te pierdo a ti perderé lo único bueno que eh hecho en la vida... — Nazi se separó de Alemania y dio un saludo militar en señal de respeto, Alemania sonrió y devolvió el saludo saliendo finalmente del recinto.
Definitivamente encontraría a su hermano.
Caminó por el amplio pasillo con su porte atractivo luciendo su uniforme militar, robando algunos suspiros secretos de empleados y soldados.
Fue hasta el exterior y subió a su automóvil para dirigirse al aeropuerto, donde se reuniría con su equipo para emprender el viaje hasta España.

La fuerza más poderosa del mundo no es el amor, son las armas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora