XXXV

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Esa noche el rubio no había logrado dormir, la cama a su lado volvía a estar vacía y su mente le jugaba una mala pasada con la imagen de aquel chico teniendo sexo con el alfa.
Sorbió su nariz y volvió a sollozar mientras ocultaba su rostro contra la almohada del mayor hasta que finalmente cayó en un profundo sueño.

La mañana había pasado con lentitud, el alfa no estaba por los alrededores y Jihoon solo lloraba o dormía hasta que le daba hambre y se veía obligado a bajar.
Una vez en la cocina le sonrió débilmente a su amigo, quien se acercó para acariciar sus mejillas.

—Hoonie, tienes que dejar de llorar y descansar, le puede hacer daño al bebé.

El rubio sorbió su nariz y pasó lentamente su mano sobre su vientre aún plano.

—Chanyeol aún no quiere hablar conmigo...

—Claro que no, esto no fue un simple error, fue más que eso, pero debes tener paciencia y bueno. Mañana habrá una cena de negocios aquí, vendrá Irene, el Señor Park, Sehun y algunos compradores, lo que quiero decir es que chanyeol llegará temprano hoy y estoy casi seguro de que se quedará a dormir en casa.

—Trataré de hablar con él hoy

Finalmente el rubio suspiró y se sentó en una de las sillas, ayudando al castaño con la comida.
Hoy hablaría con chanyeol, necesitaba hacerlo, necesitaba sentir aquel cariño que el alfa tenía hacía él.

Luego de comer, ambos omegas limpiaron la cocina, el rubio subió a la habitación y luego de haber vomitado, se lavó los dientes y tomó una larga ducha, los mareos y vomitos habían disminuido un poco, por lo cual estaba agradecido.

Eran las 8:15 de la noche, el omega se encontraba mirando por la ventana como la nieve caía, la nevada casi terminaba, en las calles cada vez se encontraba menos nieve y en las mañanas esta comenzaba a derretirse con la luz del sol.

Se levantó rápidamente de donde estaba sentado y giró su rostro para mirar al mayor quien había entrado.
Olía a alcohol y cigarrillos, lo observó quitarse los guantes negros de piel y dejarlos sobre el tocador junto con sus anillos.
Ignorando por completo la presencia del omega, tomó una muda de ropa y se adentró al baño en donde tardó más de veinte minutos.

El omega estaba impacientado y nervioso, caminó hasta la cama y se sentó mientras esperaba a que el alto saliera.
Una vez que esto pasó, lo vió salir, su cabello estaba húmedo y mantenía un pantalón de pijama holgado y una remera negra, mientras una pequeña toalla pasaba sobre sus hombros, justo con la cual secaba su cabello.

—Channie...

Habló el rubio, por su parte, el alto pasó de largo y luego de dejar la toalla sobre uno de los sofás, tomó su móvil y abrió la puerta con intenciones de salir.
El rubio sabía que chanyeol lo estaba ignorando. Eso era más que claro, joder, era un lobo que escuchaba a largas distancias si así lo deseaba. Pero justo ahora simplemente ignoraba al rubio, quien por su parte comenzaba a sentirse patético, su cuerpo temblaba y tenía unas inmensas ganas de tirarse al suelo y llorar.

Como pudo se levantó de su lugar y corrió hasta la puerta.
Rodeó el torso del alfa con sus brazos y ocultó su rostro contra su espalda, sorbiendo un poco su nariz.

—Tú... ¿No dormiras aquí?

El alfa permaneció en silencio y apretó su puño.

—Channie por favor... Yo lo siento, no te vayas, quedate aquí ... Conmigo...

El alfa  lo miró por el rabillo del ojo y llevó ambas manos sobre las del rubio.
Separando estas y dejándolas caer para así poder zafarse de su agarre y lograr abrir la puerta.

Muñeco De Mafia  (ChanYeol & Woozi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora