Muñeco De Mafia (ChanYeol & Woozi)

XIII

—¿Es en serio Chanyeol? ¿Realmente no te bastó con meterlo en tu habitación y en tu cama?

—Cierra la boca Irene, estas actuando como una maldita perra loca.

La chica había soltado una amarga risa.

—¿realmente tenías que marcarlo o solo fue por gusto?

—¿Que dices?

Chanyeol había tratado de bajar al rubio de sus brazos, sin embargo este se rehusaba terminando por rodear al mayor con sus piernas y seguir con su rostro oculto entre su cuello, su lado razonable estaba desapareciendo y sus sentidos eran nublados por el fuerte aroma del mayor.

—¡Lo estas bañando en tu aroma ChanYeol!

—Trato de calmarlo, quiero evitar que siga rasgando mi piel por tus estúpidas peleas.

—¿Te parece que esto es estúpido? Dijimos que pasaríamos el calor juntos, que mantendríamos días de sexo animal, JUNTOS, pero ahora has marcado a este imbécil  que por cierto, no sólo es nuestro enemigo, es un Hu-ma-no, sabes que es eso ¿no?

—No soy un retrasado, claro que lo se —Gruñó rodeando el cuerpo del menor con sus brazos —Jamás dije que pasaría el calor contigo, eso fue algo que tú misma decidiste, por lo cual no me veo obligado a cumplirlo.

—Esto es genial, bien, espero que no vengas a buscarme para un buen polvo después de follarte a este imbécil y darte cuenta de que no es suficiente para ti.

Fue lo último que la castaña dijo antes de desaparecer por aquella puerta, Chanyeol frunció el ceño y caminó hacia la misma, cerrándola y colocando el seguro para evitar que alguien irrumpiera de nuevo en su habitación.

—¿Gatito? Puedes soltarme ahora, ella se fue.

JiHoon se había mantenido en silencio, ahogando aquellos suaves sollozos de los cuales el mayor se había percatado, Chanyeol llevó su mano a la cabeza del rubio y acarició con suavidad su cabello y esponjosas orejas, las cuales se encontraban aún inclinadas.

—Vamos gatito, sueltame, tus uñas siguen enterrándose en mi piel.

—Lo siento...

Susurró justo antes de sorber su nariz, alejó un poco su cuerpo y limpió sus mejillas para después posar ambas manos en los hombros del alfa, esta vez sin enterrar las uñas.

ChanYeol lo observó detenidamente, sus ojos estaban rojos e hinchados, sus labios tenían un rosa intenso y sus mejillas al igual que su nariz estaban sonrojadas, por inercia acarició su mejilla sin separar ambas miradas.

—¿Puedes bajar ahora?

El menor asintió y se soltó de su cuerpo una vez que fue posicionado sobre la cama.

Esa noche para ambos les fue difícil dormir, JiHoon no dejaba de pensar en su antigua vida, sobre todo en su novio que posiblemente estaría preguntándose en donde diablos se había metido,  mientras chanyeol continuaba analizando cada detalle del rostro del menor, estaba asustado y triste, su olor se lo decía, pero había algo más, algo que le estaba quemando por dentro al alfa, cuando tuvo al menor en brazos por segunda vez en el día lo había confirmado, ese chico tenía cierto encanto que le hacía a su lobo revolcarse y tranquilizarse ante su tacto.

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8:02 am.
El ruido detrás de la puerta había causado que el menor se removiera y se acurrucara más entre las frazadas de la cama.

Chanyeol había salido del baño vestido con unos jeans negros, una remera blanca y un saco negro, su cabello se encontraba levemente despeinado.
Caminó hasta la puerta y abrió esta dejando entrar a sus dos amigos.