VIII

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Había pasado casi toda la noche llorando en silencio para evitar que el alfa a su lado despertara y lo obligara a callar.
Finalmente había logrando dormir cuando escuchó el agua de la regadera caer durante un largo tiempo, se removió levemente en su lugar buscando más comodidad, aunque no quisiera admitirlo, la cama del mayor era bastante cómoda, se removió nuevamente y con lentitud se sentó en la cama observando el lugar.

—No fue un sueño...

Murmuró en voz baja, levantando la vista hacia la puerta que se había abierto, mostrando al alfa con un pantalón de vestir y una camisa negra.

Ninguno de los dos se atrevió a decir alguna palabra, simplemente se miraron durante unos segundos para después volver a lo suyo, El alfa se colocó un saco negro y  todos aquellos anillos para después tomar el arma que se encontraba en el cajón y colocarla bajo su cinturón, no correría el riesgo  de que el rubio la tomara y le disparara.

Sin decir una palabra salió de la habitación cerrando la puerta detrás de él para bajar hasta la planta baja e ir directo a la bodega, lugar que se había convertido en la oficina de "negocios" de su padre.

JiHoon aun no comprendía, no sabía cuando iba a regresar el alfa, no podía asegurar cuanto tiempo iba a estar a salvo, si es que lo estaría.
Extrañaba a su madre, su amigo, extrañaba a cheol, lo único que quería en ese momento era ser mimado por su novio y escuchar aquellos tontos chistes sin gracia por parte de su amigo.
Sus ojos estaban completamente hinchados y bajo ellos se podían apreciar unas grandes manchas negras, era más que obvio que no había logrado dormir bien.

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—Asegurate de llevarle comida, que no salga y que nadie entre ¿entendido?

— Entendido Chan.

El castaño respondió con voz suave y una sonrisa en su rostro.

—Gracias Minghao, Jun, necesitaré tu ayuda, Sehun sigue en Rusia así que vendrás conmigo hoy, después de terminar el último trabajo podrás volver con tu omega.

Jun; Su mejor amigo y mano derecha.
El chico de cabellera negra asintió dejando un casto beso sobre los labios de su omega, Minghao, los tres se conocían desde que eran pequeños, aunque chanyeol era mayor que ellos dos, siempre tuvieron una buena relación, aun cuando su padre lo obligo a iniciar con la mafia, ellos dos y Sehun eran sus únicos amigos que permanecieron a su lado, apoyándolo y tratado de tranquilizarlo todas aquellas noches en las que no podía dejar de llorar por haber asesinado a una persona, en  especial Jun, era él quien hasta la fecha sabia completamente todo del alfa, quien lo miraba llorar cuando no lograba mantenerse fuerte o cuando se trataba de sus hermanas.

Minghao por otro lado, era el único omega, aparte de su pequeña hermana, a quien más estimaba y el único que estaba en ese lugar lleno de alfas ya que no era un riesgo, el omega estaba marcado, tenía un fuerte lazo que lo unía a Jun y nadie se atrevería a tocarlo, no solo porque Jun ya lo había reclamado, si no porque incluso ChanYeol haría mierda a  todos aquellos que se atrevieran a dañarlo.
Él se había vuelto especial para el alfa, era quien se aseguraba de que sus hermanas lo tuvieran todo, dinero, comida, salud... Era quien las visitaba en su lugar cuando el alfa tenía que trabajar.

Sehun, un chico arrogante pero simpático, el tercer amigo que se mantenía con él, compañero de infancia que a pesar de estar alejado por él trabajo, seguían en contacto.

—Claro, por cierto, tengo nuevas noticias, Dimitrí apareció, su tarjeta de crédito tuvo nuevos movimientos en una página de internet.

—Bien, vamos allá, aún hay algo extraño en él.

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JiHoon seguía sin entenderlo, simplemente su mente no lograba procesar toda aquella situación, se negaba a que esa era su realidad, quería salir, correr en busca de su novio y dormir en sus brazos, quería aire fresco, alejado de todos los aromas de los alfas que lo rodeaban, luego de dormir un corto tiempo se levantó y recorrió la habitación.
Tenía ropa cara, demasiados zapatos, anillos, libros, sin duda alguna debía ser inteligente como para mantener tantos libros de economía.

—Un desperdicio de hombre.

Su corazón se había mantenido calmado hasta ahora, tal vez porque el alto no estaba ahí o simplemente porque se había secado por dentro y no tenía más lágrimas para derramar.

Su vista se giró hacia la puerta en cuanto escuchó como tocaban a esta, esperaron un par de segundos y después fue abierta de forma lenta, dejando a la vista a un chico delgado de piel blanca, alto y cabellera castaña entrar con una bandeja de comida.

—Hola, Chan me pidió que te trajera algo de comer y me asegurara de conseguir te ropa.

—¿Chan?

El castaño sonrió mientras asentía y dejó la bandeja en la mesa de noche para después colocar varías mudas de ropa sobre la cama.

—ChanYeol, el heredero.
Antes de salir a... Bueno, trabajar, me pidió que te lo trajera — Suspiró sentándose a su lado sobre la cama, causando confusión en el rubio.

—Chanyeol... Ese es su nombre, él... ¿va a volver pronto?

El castaño negó, escuchando por parte del rubio un suave suspiro.

—Tiene algunos asuntos que hacer antes de volver, además, no siempre vuelve temprano —Habló frunciendo la nariz— En algunas ocasiones ni siquiera vuelve así que no te preocupes por eso, aunque en realidad no tienes porque, a él no le interesan bueno, ya sabes ¿no?se que te dará tu espacio, es respetuoso aun si no eres de su agrado ...

—Es un asesino.

—Es un asesino que te ha salvado la vida —Frunció levemente el ceño— No quiero que empecemos mal... JiHoon, así te llamas ¿no? Soy Minghao, pero puedes llamarme The8 y al parecer seré la única persona con la que puedas hablar.

—¿la única? ¿hay más omegas aquí?

—Los hay, pero al menos tu y yo estamos en otro rango, a nosotros no nos pueden tocar, de lo contrario Chanyeol los asesinaría, tenemos esa ventaja.

—¿Qué?¿por que... Lo haría?

—Soy uno de sus mejores amigo, Jun, mi alfa es su mano derecha y mejor amigo desde la infancia, lo respetamos y él nos respeta. Somos buenos amigos. En cuanto a ti... No estoy seguro, supongo que es por que eres un testigo y un felino... diferente, eres más débil que cualquier omega de nuestra especie.

El rubio lo sabia, sabía que era más débil que ellos, eso era claro, su padre incluso le había contado cuando era más pequeño, que los lobos lograban doblar su altura y que incluso los puros podían ser muchísimo más grandes.
Aun así no entendía como aquel alfa lograba tener amigos y al parecer amigos bastante agradables.

Muñeco De Mafia  (ChanYeol & Woozi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora