VI

206 21 1
                                    

-Traigan al muñequito.

Una fuerte voz ordenó tras unas enormes puertas que se abrieron casi al instante, los dos hombres empujaron al felino haciéndolo entrar a la fuerza, el lugar era frío y tétrico, el olor de los alfas inunda sus fosas nasales, tenía temor y eso era notorio para todos, pues parecían prestarle suficiente atención, el hombre en la silla debía ser el líder de la mafia, lo sabía porque permanecía sentado con una pistola en manos y un cigarrillo entre labios, lo miró dar una profunda calada para luego levantarse y dejar el cigarrillo sobre el pequeño cenicero de oro puro.

-Así que tu debes ser el cachorrito Lee ¿Mh?

El humo fue expulsado directamente hacía el rostro pálido del menor, haciéndolo toser y retroceder al sentir como la respiración de aquel hombre chocaba contra su piel.

-D-dejeme ir... Le prometo que le pagaremos la deuda, déjeme ir... Por favor.

Murmuró con voz quebrada, dejando que un par de lágrimas escaparan de sus ojos al sentir el nuevo agarre del hombre junto con una fuerte risa.

-¿Crees que soy idiota? Hasta que tu padre no pague esa deuda, te verás obligado a hacer lo que yo te ordene ¿entendido? Así que primor, no quiero lloriqueos, tu padre esta consiente de lo que pasa aquí.

Estaba por hablar nuevamente cuando una ronca voz se hizo presente, causando que su piel se erizara al instante, su pequeño cuerpo tembló y sus labios se entre abrieron al soltar un sollozo más, esto no podía ser peor, sabía exactamente de quien era esa voz y era seguro que jamás podría olvidarla.

-Padre, he terminado...

Las palabras del alfa habían sido interrumpidas al mirar al chico ¿Que diablos hacía ahí? Tal vez su padre se había enterado de aquel pequeño incidente con el japonés  y ahora era tiempo de eliminarlo.

-Veo que el primor te ha dejado sin palabras-Mencionó bebiendo de una copa- ¿Tienes el dinero?

-Claro- Chanyeol levantó su mano con un maletín color negro y lo colocó sobre la mesa, dejando justo al lado el arma ensangrentada y un par de guantes negros de piel, se sentía incómodo ante la vista de aquél omega, podía olfatear su miedo y nerviosismo.

-¿Quien es él? -Finalmente se atrevió a preguntar.

"como si no supieras quien soy" - pensó el menor para si mismo.

- Él es mi pago, su padre lo tiró aquí como pago de deuda, es omega y a pesar de ser hombre y un asqueroso gato tiene buenos atributos, así que no será difícil conseguir buen dinero de él ¿Cierto primor? -Le dedicó una sonrisa y llamó a dos de sus hombres - llevenlo arriba, que tome una ducha y que lo vistan adecuadamente, esta noche le enseñaré como complacer a los de nuestra manada, después lo llevaremos a su nuevo trabajo.

-¿Q-que? No, no no favor!

Forcejeó en un intento en vano de huir, recibiendo por su parte una bofetada, el ardor en su mejilla aumentó y lágrimas corrieron por ellas, siendo arrastrado hasta la habitación del Sr. Park, una vez en esta lo lanzaron contra la cama y le tiraron una bata blanca al lado junto con un par de bragas y medias de encaje negras.

-Ya escuchaste, date una ducha y ponte eso, date prisa que al jefe no le gusta esperar.

Su ceño se frunció al mirar la "ropa", llevó su mano a sus ojos tratando de parar con el llanto e ignorando a los dos alfas que era claro que lo miraban con deseo, era más que seguro que aquellos dos hombres terminarían necesitando una mano luego de imaginarlo con esa ropa tan vulgar.

~~~

-Creí que odiabas a los omegas que son... diferentes.

Habló el chico de cabello azabache, si bien durante todos esos años al lado de su padre jamás lo había visto interesado en follarse a un hombre, aun si fuese omega eso le repugnaba, más aparte el hecho de no ser de su misma especie.

-Lo hace, pero ese niño no esta mal y si bien, luego de probarlo veré que hago con él, pero estoy seguro que sacaré dinero de provecho y lo que hagan los otros alfas con él ya no será mi problema.

-¿Vas a venderlo?

-Claro ¿Qué otra cosa haría? Serán solo un par de hombres que se atrevan a follarlo, si solo lo pongo a trabajar no me durará mucho el gusto, sabes que nosotros somos animales de sexo, no duraría ni dos folladas seguidas, me encargaré de venderlo antes de que algún lobo lo asesine durante el sexo.

El rostro de chanyeol no mostraba ninguna expresión, su mente estaba vagando entre tantas ideas y pensamientos, está claro que si el rubio moría todo volvería a la normalidad, no correría ningún riesgo de que hablara, pero por otra parte se sentía extraño al mirar aquellos ojos verdes con pequeñas motas grisáceas derramar lágrimas e implorar por su libertad.

Muñeco De Mafia  (ChanYeol & Woozi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora