Muñeco De Mafia (ChanYeol & Woozi)

XLII

—¿a que te refieres con que no?
¿estas de broma?

Sehun miró al omega embarazado que se encontraba frente a él.
Jihoon soltó una divertida risa y dió un suave golpe en el pecho del alfa.

—Solo escuchas lo que quieres y conviene ¿cierto?

—Eso es mentira.

El alfa sonrió y llevó ambas manos sobre las caderas del rubio, lo acercó a él para abrazarlo contra su cuerpo y sonrió al sentir su abultado vientre chocar contra su propio abdomen.
Causando que el rubio se sonrojara.

—Sehun...

—Sh... Ya te lo dije. No aceptaré un "No" como respuesta.

El rubio sonrió y se recargó contra el pecho del alfa.

—Lo se... Pero aún no me siento listo, aún siento el mismo amor por él.

El alto suspiro y se sentó sobre el pequeño sofá que se encontraba cerca del balcón, tomó al rubio de las caderas y lo sentó sobre su regazo.

Había pasado otro mes más sin el alfa.
Había dejado de llorar gracias a sus amigos y ahora vivía en la casa, que para el rubio seguía siendo una enorme mansión, que chanyeol había mandado a construir, en esta vivía junto a Jun y Minghao, sin embargo, se tenía planeado que las hermanas de chanyeol viviesen con ellos.
Pero debido a ciertos asuntos, simplemente los visitaban más seguido, gracias a que se encontraban a unos cuantos minutos a pie.
Por otro lado, Sehun era el único que solía visitar la mansión únicamente por el rubio.

Era su quinto mes de embarazo y por ende, necesitaba el doble de cuidados, así que la lógica de Sehun, era que no bastaba con los cuidados de Minghao y Shinhye, después de todo.
Llevaba un lobo puro en su vientre y había enfrentado demasiadas situaciones en los primeros meses.

Meses en los cuales tampoco había perdido el tiempo.
Pues le había confesado sus sentimientos y hasta cierto punto, había logrado enamorar al rubio.

—Estoy consciente de eso, no quiero sonar mal, pero Chanyeol ya no está aquí, él murió y aunque era un puto celoso — soltó una suave y nostálgica risilla— a él le habría gustado que fueras feliz con alguien que cuidara de ti.

El rubio permaneció en silencio y bajó la mirada.
Era verdad.
Después de  todo, sehun lo cuidaba y le demostraba tanto amor.
Amor que él había aceptado hace  un mes, por que si.
Luego de una larga plática con Shinhye y su mejor amigo Minghao, había aceptado que se había enamorado del castaño.
Y lo mejor era que ninguno de los dos lo juzgó.

—Escucha Honnie, voy a dejar que lo pienses, puedo esperarte el tiempo que sea necesario— le dedicó una sonrisa y lo tomó de ambas mejillas para finalmente unir ambos labios en  un suave y tierno beso — se que aun lo amas y que tal vez jamás lograras amarme de la misma forma, pero también se que sientes la misma atracción que yo. Tu omega lo dice aún cuando te niegas, estás listo para aceptarme y recibirme como a él.

El rubio lo miró con un sonrojo y frunció levemente el ceño al escuchar como el mayor soltaba una suave risa.

—¿Qué es tan gracioso?

—El hecho de que me tienes ante ti, únicamente porque eres precioso.

Ambos se volvieron cercanos, era extraño porque en ningún momento pensaron que terminarían de esa forma.
El silencio no era incomodo, al contrario, se sentía una paz y un ambiente de confianza.

Los días pasaban y cada noche, el rubio lo pensaba más.
Sus pensamientos se centraban en el castaño y dejaban atrás al pelinegro.
Pero no era que lo estuviese olvidando, simplemente estaba aceptando su partida.