XXXVII

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Irene maldijo en sus adentros al escuchar aquel estúpido apodo, Chanyeol seguía pensando en aquel chico y eso le molestaba aún más.

Pero nada importaba siempre y cuando su plan saliera a la perfección.
Cerró sus ojos y continuó moviendo sus caderas sobre la pelvis del alfa, mientras con sus manos masajeaba sus propios pechos, estrujandolos entre sus manos y jugueteando con sus pezones.
La chica había logrado su principal cometido, ahora tenía al alfa embistiendola.
Solo faltaban dos pequeños detalles.

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El rubio se despertó de golpe al escuchar como la puerta de su habitación se cerraba.

Aún asustado encendió la lámpara y miró a su alrededor  sin encontrar a nadie.
Su corazón latió fuertemente y se levantó de la cama para caminar hacía la puerta.
Deteniéndose una vez que miró su ropa tirada en los costados del cesto que contenía la ropa sucia.
Abrió la puerta y salió de su habitación, en el primer piso aún se escuchaban algunas voces, pero eso no fue todo lo que captó su atención.

Había algo más, sonidos que provenían de la habitación del alfa y que abría deseado jamás escucharlos.
En ese momento sus manos temblaron y su cuerpo se congeló al recordar la imagen de su ex-novio y su mejor amigo en la cama.

— No de nuevo...

Susurró con la voz temblorosa, abrió suavemente la puerta de la habitación y automáticamente sus ojos se cristalizaron al mirar aquella imagen, la luz no estaba encendida, sin embargo, la luz de la luna que se colaba por la ventana era suficiente para permitirle reconocer a ambas personas.

Era él.

El alfa tenía ambas manos en las caderas de la chica mientras esta daba saltitos sobre él, sus pechos se movían con cada vaivén que ella daba y de su boca escapaban roncos gemidos.

Finalmente la chica lo había conseguido. Ahora tenía a  chanyeol para él.

Jihoon salió corriendo y llorando del lugar, bajó las escaleras y agradeció que el comedor se encontrara al otro lado de la habitación, así ninguno de los invitados se percataría de su presencia.
La pelirroja lo escuchó correr y sonrió victoriosa, mordió su labio inferior y peinó su cabello hacía atrás, dejando que su espalda se arqueara una vez que el alfa se corrió dentro, causándole un fuerte escalofrío.

—Ellos...no, maldita sea Chanyeol, eres un imbécil

Susurraba el rubio entre lloriqueos.
Respiró profundamente y limpió sus mejillas al sentir aquella helada brisa chocar contra su cuerpo.

Ninguno de los dos sabía como arreglar los líos que cada día se hacian presentes, Jihoon era más humano que felino y chanyeol no tenia ni la menor idea de como mierda conseguir el amor de un humano que ha vivido años enamorado de otro chico, por otro lado, el rubio sabía que antes de conocerlo, Chanyeol disfrutaba de acostarse con varías chicas.
Pero mierda, como dice el dicho "lo que no es en tu año, no hace daño" y Jihoon ya conocía a la pelirroja, sabía sus intenciones y que estaba dispuesta a conseguirlo lo más pronto posible.

—Hace tiempo te dije que mi hijo se aburriría de ti ¿No es verdad?

Habló una rasposa y gruesa voz detrás del rubio, quien se giró rápidamente.
El menor permaneció en silencio y sorbió su nariz para después pasar al lado del alfa, jadeando una vez que sintió como su brazo era sostenido con fuerza.

—No puedes irte primor. Tú y yo tenemos ciertos asuntos que atender, ahora que mi hijo te  puso en libertad..bueno, quiero pensar, que sabes a lo que me refiero.
Ya no tienes a nadie más quien cuide de ti, mi hijo te deshechó y por lo tanto me perteneces ahora .

Muñeco De Mafia  (ChanYeol & Woozi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora