Acercamiento y huida

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Fueron dos días de trabajo que les tomó construir una bajada segura hasta lo más bajo de la montaña, en realidad seguía sin ser segura del todo, de hecho era una opción solo de bajada, subir resultaba más sencillo rodear la montaña entera a subir por el mismo sitio. Dalia y Jade bajaron por un ascensor muy inestable, teniendo que estar totalmente quietos para no desestabilizarlo, fue una bajada lenta pero finalmente pudieron tocar tierra en el suelo.

—Repítemelo, ¿por que es que estas aquí?

—Que fría...—Dijo entre dientes— Estoy aquí para asegurarme de que encuentres a Rae, quizá no lo sabías pero conozco un poco este lugar, cruzamos por aquí antes de construir nuestra tribu.

—Vaya que conveniente, bien entonces ayúdame a buscar.

Los dos caminaron por el espeso bosque buscando alguna pista de Rae, lo primero estaban buscando una señal de donde cayó, podían hacerse a una idea de donde podía haber caído tomando en cuenta la punta de la montaña, y ahí estaba, el aguijón de Rae seguía clavado en el suelo, Dalia no sabía si sentir alivio o estar todavía más preocupada, su pequeño salió solo con un cuchillo que cargaba siempre y su aguijón, pero su aguijón estaba enterrado en el suelo, significa que Rae iba equipado solo con el cuchillo, ¿como le estaría yendo?

El un ligero toque de una mano en su hombro la distrajo de si, sin darse cuenta había agarrado el arma olvidada entre sus manos y empezó a abrazarla, su compañero le dirigió la mirada preocupado, pero una vez se dio cuenta de lo que hacía volvió a tomar su postura de siempre, cierto de nada le servía soñar tenía que moverse si quería encontrar a su pequeño.

Tenían en cuenta de que encontrarlo sería una tarea muy complicada, por si él se encontraba cerca Dalia trato de llamar su atención gritando su nombre, nadie respondió al llamado, entonces solo cabía esperar que Rae se había movido, bueno existía la segunda opción pero era mejor no pensar en ella, todavía les quedaba la opción de seguir sus huellas pero estas ya de por sí eran muy poco visibles y con el paso del día estas habían desaparecido en su mayoría, siendo la única opción posible tuvieron que poner todo de si para tratar de encontrar el camino.

Las pistas los llevaron a adentrarse más en el bosque para su suerte dieron con lo que parecía haber sido un campo de batalla, algunos árboles tenían algo de corteza caída y marcas de garras en su superficie, además de que en el suelo habían algunos surcos inconfundiblemente pertenecientes a unas garras.

Por las pisadas parecía que por lo menos hubieron tres individuos ahí además de Rae, les desconcertaba que hubieran otras huellas claramente parecidas a las de Rae, estas huellas y las de Rae se unían para seguir un camino adentrándose más por el bosque, estaban tomando la posibilidad de que Rae hubiera sido atacado y algún insecto desconocido lo haya ayudado, de ser así podría haber un pueblo cerca, también estaba la posibilidad de que Rae haya sido secuestrador por un insecto que lo haya salvado solo para poder comer su carne después.

Esta última posibilidad era inquietante y quizá poco probable, pero también había que tomarla a consideración, al menos ya tenían un rastro más fijo de por dónde ir, pues las huellas del acompañante de Rae estaban mejor marcadas que las del susodicho.

Por la parte de los pequeños temprano en la mañana desmontaron su campamento poniendo su balsa improvisada en el agua, recargándose y sujetándose de su balsa empezaron a patalear para impulsar la balsa a la orilla, aunque el el lago no fuese muy caudaloso igual la corriente los empujó unos metros antes de tocar la orilla. Llegados a la orilla siguieron su cambio lleno de una inminente discusión entre ambos. Pues si, Rae seguía sin saber que él iba directo a Hallownest, aunque ya empezaba a sospechar que sentía que había caminado mucho y un mes de distancia era algo ridículo tomando en cuenta que le tomó menos llegar a la tribu desde Hallownest, un poco con ayuda pero seguía siendo raro. No quería pensar que su hermano lo estaba engañando, prefería pensar que solo se debía a que había que dar mucha vuelta.

Rae, historia de una vasija Donde viven las historias. Descúbrelo ahora