Recesion

272 40 35
                                    

La misión de llegar a Hallownest cada vez era un sueño más lejano para los contenedores, ya ni siquiera tenían la certeza de llegar a aquel reino, por una parte Rae consideraba que no debían acercarse, involucrarse en todo ese asunto es lo que les había llevado al punto en el que estaban en primer lugar y por otro lado Asher ya no se veía capaz de cumplir su misión de remplazar al Hollow Knight.

Tras aquel incidente se había dando cuenta de ello, Radiance no podía ser contenida, por muy fuerte que fuera el contenedor que la detuviera ella encontraría un hoyo por el que salir.

Se dio cuenta de esto al analizar por qué Radiance había vuelto a aparecer, recordaba vagamente a su hermano el Hollow Knight cuando era pequeño, ciertamente era muy competente y hasta donde él sabía era un recipiente puro, ¿Entonces que falló? Simple, la diosa empezó a poseerlo tal como estaba haciendo con el.

El Hollow Knight duró un par de años conteniendo a la infección, y el y con suerte se sentía capaz de retenerla una semana.

Todos subestimaron a la diosa.

Ahora recorrían su camino de regreso con una constante angustia de ser perseguidos por los Mantispas y por qué Radiance se apoderará de él de nuevo, se sentían en la necesidad de apresurar su ritmo y eso hicieron, ya no más siestas, ahora solo paraban a descansar pocas horas antes de volver a ponerse en marcha.

Aunque de esas pocas horas de descanso solo Rae dormía, era realmente el único que podía hacerlo, Asher temía de que la diosa lo controlara mientras estaba dormido, por lo tanto esperaba pacientemente a su hermano.

Asher miró a su hermano de reojo, este jugaba empujando la madera de la hoguera muy entretenido y ajeno a todo lo demás como era habitual cada vez que jugaba, aunque de vez en cuando levantaba la cabeza para fijarse en el, al verse directamente Rae sonreía alegremente y le saludaba desde la otra punta de la hoguera.

En silencio pasaba el tiempo agobiando de cierta forma a Asher.

Desde que tenia metido a la diosa en la cabeza el silencio no le estaba cayendo muy bien, a si que decidió romperlo —"Oye"— Rae dejó su palito a un lado postrando toda su atención en su hermano

Ahora que tenía su atención no sabía qué decirle, estuvieron varios segundos sosteniendo un silencio y unas miradas incómodas hasta que finalmenteAsher fue capaz de formular una pregunta—"Y, ¿quien es este insecto que dices que puede curarme?"—

Rae se levantó de su asiento bastante animado, arrastrando con dificultad un pedazo de madera que usaba como asiento hasta estar frente a su hermano.

—"Es un caracol llamado Seek"—Respondió tomando asiento y procediendo a realizar gestos muy animados —"Es un experto utilizando hechizos y haciendo cosas mágicas, de hecho el fue el que me dio mi hechizo".

—"Oh, ¿Crees que me lo pueda dar a mi"—Pregunto Asher con ilusión en sus ojos.

Poder utilizar el mismo poder de Rae sería asombroso y lo pondría más cerca del nivel de su hermano, a lo que Rae respondió negando con la cabeza de forma cortante —"¡No este hechizo es solo mío!"— Respondió dejando a su hermano indignado.

—"Pero...quizá tenga algún otro nuevo para ti— Añadió, el gesto de Asher se suavizó al instante.

—"Es un sujeto muy misterioso, al principio daba algo de miedo pero después de que me regaló mi hechizo descubrí que después de todo era un buen tipo".

Asher tenía un poco de curiosidad, para empezar no había visto caracoles en su vida, por lo que ahí tenía su principal chispa de curiosidad, la segunda y más grande es que quería saber como era capaz de derrotar a la infección.

Rae, historia de una vasija Donde viven las historias. Descúbrelo ahora