Volveremos

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Asher se tocó el pecho sintiendo un dolor punzante que penetraba en su cuerpo con furia, estaba soñando de nuevo, pero no recordaba haberse ido a dormir.

El dolor que lo aquejaba era continuo marcado por el ritmo de un corazón palpitante que con cada palpitar destrozaba una parte de oscuridad dentro de su ser.

Todo intento por frenarlo o ignorarlo había fracasado, ya no era capaz de retener más a la diosa.

—"Maldita seas Radiance"— Murmuró con un hilo de voz

Puedes insultarme todo lo que quieras chiquito, pero créeme que eso no cambiará en nada tu destino— La luz segadora de la polilla apareció en el espacio oscuro de la mente del contenedor iluminado todo el lugar convirtiéndolo en su hogar de nueves blancas y cielos dorados. El brillo de la diosa era segador y su potencia quemaba al contenedor como si estuviera muy cerca del sol.

Incluso sus palabras eran dolorosas ya que ahora eran como un martillo incrustado en su mente golpeando con fuerza devastadora, moldeando a su conveniencia al contenedor.

Además de su mente, su cuerpo también estaba siendo profanado y lentamente moldeado por los bulbos de la infección, incluso sus lágrimas, hace rato que habían dejado de ser un líquido negro para ser un viscoso con un mal oliente olor dulce líquido color naranja.

Si tan solo pudiera hacer algo por defenderse a si mismo, si tan solo pudiera hacer algo para oponerse a su voluntad.

Tomó lo poco que le quedaba de fuerza y lo uso para poder encarar a la diosa, esta ni siquiera tuvo que golpearlo, su poder llagaba a tal nivel que solo sus palabras eran suficientes para ganar la pelea.

De rodillas— Pronunció la diosa y de inmediato el contenedor sintió el peso de un escarabajo sobre sus hombros.

Como la diosa dijo el pobre contenedor terminó de rodillas ante ella, todo lo que ella decía se cumplía, todo lo que deseaba lo obtenía, ¿Como alguien podría luchar contra semejante cosa?. Ahora entendía la desesperación de su padre por crear un recipiente capaz de contenerla.

Incluso si ponía cada pizca de voluntad que le quedaba era incapaz de moverse.

La diosa reía y reía con gran júbilo, pronto tendría a dos hijos de la sombra bajo su control, y con uno fuera del huevo negro, no veía la hora de buscar al resto y ponerle fin a esa asquerosa estirpe del Lord de las sombras.

Pero, entonces escucho el sonido de un objeto metálico golpeando el suelo, miro con disgusto como el contenedor lentamente se iba poniendo de pie a duras penas.

He dicho ¡De rodillas!— Las piernas y todo el cuerpo de contenedor se dejó caer como pluma ante las órdenes de Radiance, pero esta vez Asher no llegó a tocar el suelo, sus manos temblorosas se aferraron al mango de su espada.

—"No creas...que te desharás de mí con tanta facilidad— Dijo en contenedor con una mirada desafiante en su rostro.

La diosa admiro como el contenedor se ponía de pie con orgullo recuperando su postura firme ante ella, mientras él sentía un calor diferente al dado por la polilla.

De alguna forma sentía la presencia de su hermano desde el otro lado alejándolo o de alguna manera bloqueando el poder de la diosa.

Todo el mundo onírico se sacudió ante la inminente culminación del sueño.

Quizá, pero todavía es muy pronto, no tomara mucho antes de que empieces a servirme como un esclavo.

Rae, historia de una vasija Donde viven las historias. Descúbrelo ahora