Poseída

Capítulo 4: "Mi historia"

-¡Buenos días ligona!-. Sentía como un par de cojines me golpeaban la cabeza.

-¡Hannah! Por dios para, me duele todo...-.

-Ja, ja, ja bienvenida al fascinante mundo del alcohol-.

-¿Qué dices?

-Que lo que tienes querida es resaca.

-Madre mía, me da vueltas todo. -Dije abriendo un poco los ojos-.

-Tranquila es normal, cuando bebes más de la cuenta al día siguiente estás así y si no estás acostumbrada peor. Se te pasará en un par de horas-.

-Eso espero-. Me levanté lentamente, me puse las zapatillas y acompañé a Hannah a desayunar.

-Y bueno dime, ¿Te acuerdas de algo?

-¿De qué?

-¿Cómo? ¿Te has olvidado de Patrick?

-Ja, ja, ja el alcohol me ha hecho olvidar todo lo que ha pasado anoche menos ese momento. No, no me he olvidado de Patrick.

-Lo suponía. Ese hombre queda gravado en la retina de cualquiera incluso de la persona más borracha y colocada del mundo-.

-¿No te ha hablado? -Pregunté con la esperanza de que le hubiera pedido mi número como me había dicho que haría-.

-No ¿porqué iba a hablarme a mí? Tendrá que hablarte a ti ¿no?

-Es que ayer me dijo que te pediría a ti mi número de teléfono y que luego me hablaría. -Respondí con tono desilusionado-.

-Vaya, no debió de verte en condiciones para que se lo dieras bien tú-. En ese momento Hannah se empezó a reír y yo me sonrojé-.

Me había entristecido saber que Patrick todavía no le había pedido mi número pero por otro lado supuse que sería porque seguía durmiendo.

Terminamos de desayunar, recogimos todo, me vestí y Hannah me acompañó a casa. Cuando llegamos mi madre y mi hermana estaban llorando. Mi tía estaba sentada en el sofá intentando tranquilizar a mamá.

-¿Qué ha pasado? Nadie me respondía por lo que volví a hacer la misma pregunta. Mi tía se levantó del sofá, se acercó a mí y me dijo:

-Tu padre ha llamado-.

-¿Y qué es lo que quiere ahora?

-Quería hablar con tu hermana, se la pasamos y al parecer le fue diciendo que os echaba de menos y quería volver con vosotras-.

-¿Qué? Pero a este ¿qué le pasa?

-No lo sé hija, lo único que sé es que tu hermana se hizo ilusiones y se lo fue contando a tu a madre y ella no pudo hacer otra cosa que decirle que todo se había acabado, que ella podía ver a tu padre las veces que quisiera pero que no ibais a volver a estar todos juntos-.

-Le dijo la verdad porque después de todo lo que ha hecho yo no iba a permitir que mamá volviera a ser lastimada por ese hombre-.

-Evelyn tú eres más mayor y ya entiendes las cosas pero Wendy aún es una niña. Se enfadó con tu madre, le echó la culpa de que tu padre se haya ido con otra chica y le dijo unas cosas que a tu madre la han lastimado mucho-.

-¿Chica? Dirás niña porque esa no es más que otra niña sin cerebro que lo único que ha hecho es irse con su profesor para conseguir el título de la universidad con el mínimo esfuerzo. Yo sé que Wendy hay cosas que no entiende pero ya lo hará con el tiempo, mientras tanto, que se ponga como quiera, si papá realmente nos quisiera no habría pasado de nosotras como lo ha hecho. A saber porque ahora de repente viene con estas estupideces-. Mi tía me miró y me puso una cara dubitativa, yo me acerqué a mi madre, la abracé y le dije: