Cuando llegamos nos bajamos corriendo del bus y entramos al hospital a toda prisa como si fuéramos atletas y los pasillos nuestro circuito.
Cuando llegamos a la sala de espera en la que se encontraba el padre de Patrick Hannah se acercó a él y ambos se abrazaron.
-¿Cómo está? ¿Qué te han dicho los médicos? -Preguntó Hannah angustiada-.
-Nada, no me han dicho nada. Lo único que sé es que le están operando porque al parecer llegó con la pierna izquierda destrozada pero llevan cinco horas sin salir, sin decirme nada.
Marcus, que así se llamaba el padre del chico que tanto me gustaba, se llevo las manos a la cara mientras lloraba desconsoladamente.
Mi mejor amiga se puso a su lado mientras intentaba consolarlo y yo no dejaba de caminar de un lado para otro como si el que estuviera en el quirófano fuera ya mi marido.
De repente llegaron Greg y Paul, hacía mucho tiempo que no les veía, ni siquiera habían estado en la desastrosa fiesta para felicitar a su mejor amigo por su nuevo trabajo.
Patrick y Hannah tampoco me habían vuelto a hablar de ellos pero la verdad es que yo no me molesté ni en preguntar. Estaba tan en las nubes con Patrick que me olvidé de que el día que le conocí a él también había conocido a ese maravilloso par de hermanos, porque sí, eran hermanos aunque parecer no se parecían en nada.
-¡Evelyn! Cuánto tiempo, ¿cómo estás?
-Me preguntó Paul mientras se acercaba y me daba dos besos-. Greg también se acercó y me saludó de la misma manera.
-Angustiada por Patrick ahora mismo pero por lo demás muy bien gracias. Me alegro mucho de veros a los dos, no supe más de vosotros desde la fiesta dónde tuve la suerte de conoceros.
-Tuvimos que viajar, nuestra abuela se enfermó y nos fuimos a España estos meses para estar con ella y la familia. -Dijo Greg-.
-Vaya no sabía nada, nadie me comentó nada. ¿Y cómo esta vuestra abuela?
-Murió-. Al escuchar esa palabra tan horrible que me provocaba temblores hubiese querido que me tragara la tierra por la metedura de pata que había cometido pero esos chicos eran tan fuertes y agradables que antes de que pronunciara mis palabras de disculpa me abrazaron. -No te preocupes, estaba muy enferma, ya eramos conscientes de a lo que íbamos. Murió hace dos semanas y regresamos a Londres justo ayer. Nadie te dijo nada porque pedimos discreción y por Patrick no te preocupes está hecho un toro y saldrá de esta. -Aseguró Paul mientras iba con su hermano a saludar a Hannah y a Marcus-.
Permanecimos hora y media sentados en esa horrible sala de espera, en la que solo estábamos nosotros cinco, hasta que un hombre completamente vestido de verde apareció por el pasillo.
-Familiares de Patrick Parker, por favor-. Fui la primera en levantarme a toda prisa y en acercarme al cirujano.
-¿Cómo está Patrick? -Pregunté más nerviosa y angustiada que nunca mientras unas siniestras lágrimas recorrían mis pómulos.
-¿Es usted familiar?
-Sí, somos sus familiares, yo soy el padre, ¿cómo está mi hijo doctor?
-El paciente esta estable, tuvimos que operarle de urgencia porque el accidente fue grave, al parecer iba a gran velocidad, perdió el control de la moto, esta le calló encima de una pierna y ambos se arrastraron un par de metros. Ingresó con la pierna destrozada de hecho por un momento pensamos que habría que apuntarla pero afortunadamente pudimos parar la hemorragia y operarla sin ningún inconveniente. La operación fue un éxito y Patrick esta bien-.
Al oír las tres últimas palabras todos comenzamos a abrazarnos como si no hubiera un mañana. Era la mejor noticia que recibía en mucho tiempo.
El chico del que estaba enamorada estaba bien y yo no podía estar más feliz.
-Necesitará un mes de rehabilitación intenso para recuperarse pero pronto podrá hacer su vida normal como hasta ahora. -Continuó explicando el doctor-.
-¿Podemos pasar a verle? -Preguntó Marcus-.
-Sí claro pero por favor de uno en uno-.-Muchas gracias. -Dijimos todos al unísono-. El primero en entrar fue su padre así que los demás nos quedamos esperando en la sala de espera.
-Sabía que saldría de esta, yo lo dije-.
-Sí Paul eres un gran vidente y yo la siguiente en entrar a verle.
-¿No debería ir Evelyn? Es la novia-.
¿Novia? Tenía que reconocer que me había gustado escuchar eso, quedaba muy bien, pero para mi desgracia no era real.
-Yo no soy su novia Greg-.
-Todavía quiso decir mi amiga-.
-Qué tonta eres Hannah-. Me sonrojé tanto que los cuatro se empezaron a reír mientras me miraban. -No me importa que paséis todos, es más, lo prefiero. Yo iré de última-.
Por alguna extraña razón no comentaron nada sobre mi decisión simplemente asintieron y fueron pasando a la habitación de Patrick de uno en uno en el orden que ellos mismos se habían indicado quedando yo de última.
ESTÁS LEYENDO
Poseída
RomantizmDespués del divorcio de sus padres Evelyn no ha hecho otra cosa que cambiar de ciudad junto con su madre y su hermana Wendy. Seis meses después de la trágica muerte del marido de su tía Jess las tres se mudan con ella a Londres. Esta vez es la muda...