Poseída

Capítulo 5: "Desilusión"

Habían pasado dos días y Patrick no había dado señales de vida. Estaba enfadada pero no quería que Hannah me lo notara.

-Vaya imbécil, mucho “conseguiré tu número”, “te llamaré”, “me pones”... pero a la hora de la verdad mierda. Todos los tíos son iguales. ¡Qué asco! -Pensé-.

-Evelyn ¿qué te pasa? Te veo muy pensativa y seria-.

-No me pasa nada Hannah simplemente estoy cansada. -Mentí-.

-A mí no me quieras hacer tonta, te conozco perfectamente y sé que te pasa algo, de hecho hasta creo saber que es lo que te tiene así.

-Pues sí lo sabes ¿para qué me preguntas?-.

-Para a ver si me lo cuentas tú ja, ja, ja-.

-Pues buen intento pero no tengo ganas de hablar-.

-Evelyn a Patrick le has gustado estoy segura, le conozco y sé cuando una persona le interesa. -Dijo-.

-Pues muy mala forma de demostrar interés. Yo creo que simplemente se quería burlar de mí porque ese día bebí más de la cuenta-.

-Pues yo estoy segura de que no es como tú piensas y de que pronto tendrás noticias de él-.

-La verdad, estoy segura de que no le volveré a ver y por un lado me importa una mierda-. En realidad sí me importaba, ese chico me había gustado, había dejado que me besara, que fuera el primer chico en hacerlo y no podía dejar de pensar en él.

Tocó el timbre de fin de recreo y teníamos que volver a clase. Ambas habíamos escogido el bachillerato de humanidades ya que nos gustaban mucho las letras.

Ahora nos tocaba clase de historia en dónde estábamos haciendo un trabajo sobre la Primera Guerra Mundial y también lo hacíamos juntas. No era capaz de concentrarme del cabreo que tenía con Patrick, tenía ganas de verlo, me moría por volver a besarle, por sentir su respiración, tocar su manos... Estaba pensando incluso en pedirle yo misma su número a Hannah pero me parecía patético ser yo la que le hablara y buscara primero después de todo.

-Pensaría que soy una desesperada o que me tiene rendida a sus pies. -Pensé sin querer en voz alta-.

-¿Qué dices Evelyn?

-¿Qué? Ah no nada estaba distraída perdona-.

-Madre mía Evelyn, parece que Patrick te ha impactado de verdad-. Hannah se rió y yo pase de responderle, continuamos haciendo el trabajo hasta que volvió a tocar la sirena. Esta vez era hora de irnos a casa.

Habíamos planeado pasar el día juntas para estudiar y hacer los deberes. Comía en la casa de Hannah ya que su hermana Harper iba a comer a la mía con Wendy y sus padres no estaban.

Casi nunca estaban pues ambos eran personas de negocios y estaban de reunión en reunión y de viaje en viaje por lo que una vez más, teníamos de nuevo la casa libre.

La verdad es que el camino se hizo largo porque yo no tenía ganas de hablar con nadie ya que mi rabia me superaba. Llegamos a casa, dejamos las cosas en su habitación y luego fuimos a la cocina para comer cuando de repente sonó el timbre.

-Evelyn ¿puedes abrir tú? Estoy calentando la comida. -Me dijo-.

-Sí claro-.

-Seguro que es el cartero-. Salí de la cocina y fui a abrir la puerta. Me esperaba al cartero pero no, Hannah estaba completamente equivocada, no era el cartero si no que era, nada más y nada menos que Patrick. Esa persona que me había vuelto loca, el hombre que me había quitado el sueño durante todos estos días y me había enfadado tanto. Todo me esperaba menos que fuera él. El enfado se me paso enseguida.