Capítulo 17: "Te deseo demasiado"

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Nos levantamos temprano a pesar de no ir a clase, desayunamos y fuimos directas para el hospital.

Era el primer martes que me levantaba de buen humor en lo que llevaba de año pues, por primera vez no tendría que soportar a mi profesor de historia a primera hora de la mañana.

Cuando llegamos el médico le estaba explicando a Marcus que Patrick empezaría la rehabilitación el lunes ya que se estaba recuperando muy rápido.

Ya podían entrar varias personas a visitarle así que entramos las dos mientras Marcus, que llevaba allí toda la noche, se iba a desayunar algo.

-¿Cómo amaneció el chico favorito de mi mejor amiga? -Preguntó Hannah nada más abrir la puerta-.

Ella como siempre tan directa y alocada. Hizo que me sonrojara igual que el día que me lo presentó.

-Yo muy bien ¿y vosotras? ¿Cómo están mis chicas favoritas?

Eran tan iguales muchas veces que entendía porque nunca habían salido juntos.

-Genial, me quede en casa de Eve a dormir para venir a verte a primera hora. La verdad has sido la excusa perfecta para faltar dos días seguidos a clase. ¿Ves porqué tengo que quererte?

-Hannah, serás bestia. -Le dije mientras dejaba mi bolso apoyado en una silla y me acercaba a la camilla-.

-Tranquila mujer, tu amorcito está bien, tomatelo con humor.

-¡Eres idiota!

-Ja, ja, ja, no discutáis chicas y no te preocupes Evelyn no me ha molestado, al contrario, tiene razón estoy bien, me estoy recuperando muy rápido así que una vez pasado el susto hay que tomarse las cosas con humor.

-Sí bueno pero a mí no me gustan esas cosas, no se puede jugar con algo tan grave.

-Tranquila, ya sabes como es la loquita de nuestra amiga. Anda ven-.

Se incorporó un poco y me estiró el brazo para que yo me acercará más y le cogiera la mano cosa que hice enseguida.

-Bueno yo me voy a por un café que en casa me tomé uno pero yo si no me tomo dos o tres todas las mañanas no soy persona-.

¡Los cojones! Ella lo que quería era dejarme a solas con él y ganar la apuesta.

-Eve, ¿te pasa algo? Te noto un poco nerviosa.

-No, solo que estos días he tenido muchas emociones juntas pero nada más.

-¿Sigues molesta por lo de la fiesta?

-No, claro que no, además no me tiene porque molestar es tu vida-.

-Pues a mí sí me molestaría si yo te viera con otro chico-.

Me quedé completamente helada con su sinceridad y decidí serle sincera yo también.

-A mí me molestó, pero más que molestarme me dolió mucho más de lo que me hubiera gustado.

-Lo sé y por eso te he pedido perdón. Lo que pasó con Anna no tuvo importancia para mí, no significó nada. Ni siquiera estaba invitada a la fiesta, apareció allí de repente. Una amiga suya me vio llevarte a clase y le fue con el chisme pero te juro que yo no quiero nada con ella, eso se terminó-.

-Patrick aunque me haya molestado o dolido no me tienes que dar explicaciones. Ya está, ya pasó, dejemos eso atrás ¿sí?-.

-Pero yo quiero que me entiendas, que tengas claro que yo no quiero nada con otra persona que no seas tú-.

Se acercó a mí, me acarició el rostro con sus manos y me besó. Una vez más estaba teniendo la suerte de sentir sus labios y su respiración.

-Yo te entiendo, pero eso es algo que tienes que demostrarme-.

-Pero al menos ¿me perdonas?

-Mmm... quizá si me das otro de tus besos podrías convencerme-.

Nos reímos y volvió a besarme sin ningún problema. Me gustaba, me encantaba y era algo que no podía evitar y la verdad tampoco quería hacerlo.

-¿Y entonces?

-Sí, te perdono pero júrame que nunca más me vas a dar otro susto de estos y no me refiero a Anna sino al accidente.

-Te lo prometo mi niña-.

¿Mi niña? Quedaban tan bien esas dos palabras de su boca que no pude evitar ser yo quién le besara esta vez.

-Dios Evelyn, te deseo demasiado-.

Continuó besándome pero esta vez más rápido, más apasionadamente tanto que noté como se excitaba y yo con él pero la excitación duró poco porque nuestra querida amiga entró acompañada de Paul y Greg.

-Uy pero bueno parejita, parece que hemos venido a interrumpir. Si eso nos vamos y volvemos luego-.

-Mejor mañana Hannah que con lo animados que están tienen para todo el día-.

Paul y ella estaban hechos el uno para el otro.

-No seas tonto Paul podéis pasar sin problema no estaba ocurriendo nada.
-Dijo Patrick en tono cariñoso para que yo no me sintiera incómoda-.

La verdad me sentía tan bien con él que estaba harta de esconderme. Me gustaba, me gustaba mucho y yo a él además teníamos la suerte de estar acompañados de unos grandes amigos, locos pero muy buenos amigos.

-¿Qué os pasa? ¿Estáis celosos? ¿O es qué hace tanto que ninguno pilla cacho que os sorprende ver como dos personas se besan?

-Bueno, bueno como esta la Evelyn. -Soltaron los hermanos al unísono mientras todos nos reíamos-.

Pasamos toda la mañana juntos riéndonos y poniéndonos al día con todas las cosas que nos habían pasado desde el día que nos habíamos conocido.

Paul y Greg se abrieron con el tema de su viaje y yo les conté todo lo que me estaba pasando en casa y, la repentina llegada de mi padre. La verdad es que con ellos todo era mucho más fácil.

En esas cuatro personas había encontrado todo lo que llevaba buscando desde que tengo uso de razón. Por fin tenía todo lo que no había podido tener entre mudanza y mudanza.

Tenía amigos, más bien, hermanos, porque Paul, Greg y Hannah ya eran como unos hermanos para mí. Tenía estabilidad en casa ya que mi madre y mi tía cada día estaban mejor, un instituto en el que pasaría más de un año, una ciudad en la que seguramente formaría mi vida, mi futuro.

Tenía un hogar, un lugar al que pertenecer y, lo que más me gustaba me había enamorado. Mi primer amor. Por fin se habían acabado las mudanzas y el estar completamente sola y aunque los problemas no se habían terminado con todo lo bueno que me había pasado en menos de un año compensaba.

Cuando se acercaba la hora de comer Greg y Paul se fueron a su casa y Hannah se vino a comer conmigo a la mía. Todos se despidieron de Patrick los hermanos dándole la mano y mi amiga con dos besos. Cuando yo fui a despedirme también con dos besos él me los dio pero en los labios cosa que hizo que los otros tres se quedaran boquiabiertos.

-Hasta mañana preciosa, échame mucho de menos.

-Más que tú a mí seguro. Mañana vendré por la tarde, no puedo faltar más días a clase que estamos a nada de terminar el curso.

-Me parece bien-.

Nos dimos otro beso y sin dejar de mirarnos salí de la habitación.

Me despedí de los chicos y me fui hacía la parada de autobús con la loca de Hannah.

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⏰ Última actualización: May 24, 2020 ⏰

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