Capítulo 7: "El número de Patrick"

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Llegué a casa, deje todas mis cosas en la habitación y me fui a la cocina a comer.

Mi tía Jess había preparado uno de sus grandes platos que además era la comida favorita que compartíamos las cuatro. Sí, había cocinado lasaña y su olor tan maravilloso se podía sentir desde la puerta. Wendy y yo comenzamos a poner la mesa, los platos, los cubiertos... mientras mamá y la tía hablaban muy confidencialmente.

-¿Pasa algo? -Pregunté mientras me sentaba a la mesa dispuesta a devorar la deliciosa lasaña-.

-No, nada hija, tranquila. -Me respondió mamá algo nerviosa-.

-Es mejor que se lo cuentes Kate. -Dijo mi tía también un poco angustiada-.

-Está bien... Lo que pasa hijas es que vuestro padre volvió a llamar y me dijo que nos vendrá a visitar en un par de semanas-.

-¿Qué? Me quedé tan alucinada con esa noticia que sentí que se me había cerrado hasta el estómago mientras que Wendy, al contrario que yo, se puso feliz por la noticia-.

-Que bien que papi vuelva a estar con nosotras-.

-Papá no vuelve para estar con nosotras, es una visita, pasará aquí unos días y luego regresará Wendy-.

-Bueno al menos le veremos-. Wendy se puso a saltar y a correr por la cocina de la emoción mientras que a mí no se me ocurrió otra cosa que levantarme e irme a mi habitación sin decir nada. Me tumbé en la cama y mientras masticaba la rabia que sentía tocaron a la puerta.

-Hija, ¿puedo pasar?

-Lo acabarás haciendo de todas maneras mamá así que, sí, pasa. -Respondí-.

-Evelyn, sé que esta noticia no te sienta bien, a mí tampoco es que me agrade pero es tu padre, quiere veros, pasar tiempo con vosotras...

-Claro, ahora de repente después de tanto tiempo quiere vernos, pasar tiempo con nosotras, le entro la preocupación repentina, ¿no? ¿Qué pretende ser ahora el padre del año?

-Alomejor simplemente se dio cuenta de que vosotras no tenéis nada que ver en las decisiones que hayamos tomado en nuestro matrimonio, dice que os echa de menos-.

-¡Vaya! Pues que pronto se ha dado cuenta. Mamá nunca desde que os divorciasteis vino a visitarnos, nunca nos ha llamado, jamás pregunto por nosotras... Las dos, tres veces que llamó fue para seguir atormentándonos la vida. Yo no soy Wendy que no se da cuenta de las cosas, papá cambió, no es el mismo y nunca volverá a serlo-. En ese momento un par de lágrimas se deslizaron por mis mejillas, sí quería a mi padre y no podía evitarlo pero también sabía que lo había perdido y eso, eso me dolía en el alma.

-Bueno hija pero dale una oportunidad, a ver que pasa, a ver como viene, no dejes que esto te amargue, no dejes que nada ni nadie te borre la sonrisa mi amor-. Mamá me secó las lágrimas y me abrazó muy fuerte.

-Esta bien, te haré caso, esperaré a que venga y le daré una oportunidad a ver que pasa pero lo hago por ti y sobre todo por Wendy pero que no se le ocurra intentar confundirte o intentar confundirla a ella porque nada será como antes, yo ya no quiero que él este contigo, te mereces algo mejor, alguien que realmente este a tu altura-.

-Yo tampoco quiero volver a estar con él hija, contigo y con Wendy lo tengo todo, vosotras sois todo lo que quiero, todo lo que le pido a la vida, no necesito a nadie más, no necesito nada más. Te quiero mucho Evelyn, eres uno de mis grandes tesoros y sin ti, sin tu ayuda no habría sido capaz de superar nada por eso hija, siempre te agradeceré por estar aquí-.

-Siempre estaré aquí mamá, nunca te dejaré, te quiero más que a nada y más que nadie en el mundo y siempre estaremos unidas. Siempre juntas, siempre de la mano-. Me dio un beso en la frente, ambas nos secamos las lágrimas y después bajamos juntas a la cocina.

-¡Vamos a comer que hay lasaña! -Dijo mamá feliz-.

Cuando terminamos yo volví a mi habitación, cogí mi teléfono y le pedí a Hannah que me pasara el número de Patrick para hablar con él, ella sin dudarlo me lo mandó y yo sin dudar también le llamé.

-¿Sí?

-¿Patrick?

-Sí, ¿Quién es?

-Soy Evelyn, hola-.

-¿Evelyn? -En ese momento se notó que se puso un poco nervioso-.

-Sí, parece que al final quién terminó consiguiendo tu número fui yo-.

-Ya veo, yo lo intenté pero no quisiste dármelo-.

-Sí, lo sé y respecto a eso quería pedirte perdón. Mi actitud no fue para nada normal, no estuvo bien, lo siento-.

-No te disculpes preciosa, la culpa fue mía, debí decirte que mi capítulo con Anna no estaba del todo cerrado y que ella todavía quería volver a intentarlo. Tu actitud fue del todo normal y quién debe disculparse soy yo-.

-Y... tú, ¿todavía quieres volver a intentarlo con ella? -Pregunté y esta vez la que estaba nerviosa era yo-.

-Sinceramente hasta hace unas semanas me lo estaba pensando, no estaba seguro de lo que sentía por ella, me ponía a pensar si me había precipitado terminando la relación pero ahora, ahora estoy completamente seguro de que hice bien, esa relación tenía que terminar porque yo ya no la quiero y la verdad creo que nunca la he querido, sí le tuve y le tengo cariño pero es un amor de amiga lo demás solo es pasión y por atracción simplemente no puedo estar con ella, le haría daño y no quiero hacérselo. Debe de entender que lo nuestro terminó pero le esta siendo complicado ella sí esta enamorada de mí y no lo acepta pero no, yo no quiero volver con ella, yo no estoy enamorado-. Me quedé durante unos segundos en silencio analizando todo lo que me estaba contando hasta que por fin reaccioné y le dije:

-¿Te gustaría que un día quedáramos tú y yo para dar una vuelta, tomar algo...?

-¿Qué pregunta es esa? ¡Por supuesto que sí! Contigo cuándo, dónde y cómo quieras-.

-Perfecto pues, ¿te parece qué quedemos mañana después de clase?

-Me parece, es más me ofrezco a irte a buscar y si quieres luego vamos a comer juntos a dónde te apetezca-.

-De acuerdo, por mí me parece genial-.

-Pues así quedamos preciosa, mañana te pasaré a buscar y luego usted elige señorita-.

-Hasta mañana Patrick-.

-Hasta mañana Evelyn-. Colgamos los teléfonos y yo me acosté en cama sonriendo de felicidad, tenía una cita, mi primera cita y era con el chico más sexy y más guapo de todo el mundo. Estaba feliz pero también extremadamente nerviosa-.

-Me gusta, me encanta, tanto que me pone terriblemente nerviosa, tengo que controlarme o pensará que soy estúpida.

-Pensé en voz alta mientras me reía-.

Pase la tarde haciendo los deberes y escogiendo ropa para la perfecta tarde que me esperaba con Patrick no podía ir a mi primera cita con el uniforme del instituto así que tenía pensado cambiarme justo después de que tocará el timbre de fin de clase.

Cuando llegó la noche ya tenía todo preparado había escogido un top negro precioso que, además, resaltaba mis pechos junto con un pantalón vaquero que me había comprado recientemente. También llevaría unas sandalias negras muy bonitas que me había regalado mamá en mi cumpleaños.

-Va a ser un gran día. -Dije mientras me metía en la cama, conectaba las alarmas para por la mañana y me disponía a dormir-.

Pasé la mejor noche de mi vida, dormí como nunca antes lo había hecho.

PoseídaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora