EPÍLOGO

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Las iba a hacer sufrir hasta el sábado, pero bueno ahí va...










// Un año más tarde //



— ¿Nerviosa? —preguntó Fernanda.

Mayte miró desde su posición en el despacho de Edgardo a los invitados que se movían por la galería de arte. Todo estaba en su sitio. La música. La comida. Los invitados.

—Un poco. Nunca había planeado una boda, ni siquiera una informal. ¿Por qué? ¿Tú estás nerviosa?

Fernanda introdujo un dedo dentro de la camisa negra, abriendo otro botón.

—No me gusta llevar camisas ni tener que estar de pie delante de una multitud, pero, aparte de eso, estoy bien.

Mayte la miró de los pies a la cabeza, pensando que debería de seguir desabrochando su camisa.

—Estás muy bien. Creo que te voy a poner camisas más a menudo.

Fer hizo una mueca.

—Solo lo dices porque me has obligado prácticamente a usarla.

—Quería que ambas luciéramos de igual manera.

—Pues no me parece tan agradable ahora.

Mayte hizo un mohín.

—En serio te ves bien. Deberías usar más de estás.

—Me agradaría más que me la  quitaras.

—Está bien. Comenzaremos con esta más tarde. ¿Crees que vendrán tus padres? - dijo la rubia -.

Fernanda se encogió de hombros con una indiferencia calculada.

—Supongo que sí.

Todavía se ponía tensa cuando hablaban de Margarita u Oscar, pero los tres habían hecho algún progreso en el último año.

—Creo que se arrepienten mucho de haberte dado esa infancia. Y por lo menos ahora lo intentan.

—Yo también. ¿Crees de verdad que la gente puede cambiar?

—Claro que sí. Lo único que nos limita es el miedo y las fronteras que nos pongamos nosotros.

—Nuestra relación me ha ayudado a entender mejor eso —Fernanda se pasó una mano por la barbilla—. Creo que la relación de mis padres es parecida a la nuestra. Después de treinta años, él todavía está loco por ella.

Por fin, después de un año, empezaba a creer en serio que Mayte la amaba. Que no se iba a despertar un día y decidir que se había dado cuenta de que ella no era como esperaba.

Un par de meses atrás la había acompañado a Yucatán a conocer a su familia y había sido un fin de semana interesante. Edgardo los había conquistado con su carácter extrovertido, pero Fernanda les había gustado más. Y aunque hubiese sido un caos entender que Mayte saliera con una chica ahora, su padre había descrito a Fernanda como una mujer profunda. Su hermana Isabel la consideraba rara, pero su hermana consideraba rara a cualquier persona que no jugara al golf ni que fuera miembro de un club de campo.

Y Mayte supo de cierto modo que Fernanda empezaba a sentirse cómoda con su relación cuando ésta le pidió que la acompañara en otoño a San Luis Potosí a conocer a sus abuelos. Si todo seguía así, tal vez dentro de una década su amor se sintiera lo bastante segura como para hacer la locura de comprometerse.

—Hablando de relaciones... ¿dónde está la feliz pareja? —preguntó ella.

Fer sonrió.

—Carlos estaba nervioso y Edgardo ha decidido que debían pasar unos minutos a solas antes de la ceremonia —desabrochó otro botón—. Una ceremonia de compromiso gay que tiene lugar en una galería de arte no es muy convencional. ¿No crees que podían haber elegido algo más vanguardista que un esmoquin?

—Carlos quería el esmoquin y Ed quería complacerlo. Creo que esta relación le ha venido muy bien.

—Desde luego. Es mucho más considerado que antes.

—Y me parece romántico que hayan elegido el aniversario del apagón.

—Muy sentimental.

Mayte le dio un golpecito en el hombro.

—No seas idiota —sabía mejor que nadie lo romántica y sentimental que era Fe4 en realidad. Ella le sonrió.

—Perdona. Nosotras también llevamos un año juntas y todavía hay algo pendiente entre nosotras.

— ¿Pendiente? —Mayte no sabía a qué se refería.

—Sí. Yo te di las fotos, pero tú todavía no has planeado mi fiesta. Y ahora necesito que prepares un evento.

— ¿Qué clase de evento? —Fer no era alguien de fiestas.

—Algo parecido a esto, pero quizá un poco más lujoso. En un lugar más clasico, con una fiesta y mucho baile.

¿Estaba diciendo lo que ella creía? A Mayte le dio un vuelco el corazón.

— ¿Quieres una boda?

—Sí.

— ¿Estás segura? Es mucho trabajo y si crees que puedes cambiar de idea luego...

—Nunca he estado más segura de nada.

—Y supongo que habrás pensado en alguien.

—Bueno, hay una chica encantadora que me tiene loca de amor.

— ¿Y se lo has pedido ya?

—Estoy en ello —Fernanda le tomó una mano y se dejó caer sobre una rodilla—. May, ¿quieres casarte conmigo?

La rubia siempre había creído que eso de arrodillarse para declararse era un poco cursi, pero no lo era. Era tierno, dulce y, si acababa llorando y arruinaba el maquillaje, la mataría.

—Me encantaría, amor.

Fer sacó una cajita de terciopelo del bolsillo de la chaqueta.

—Será un honor que quieras llevar mi anillo.

Abrió la cajita y sacó un anillo exquisito con un diamante grande en forma de perla.

— ¿Te gusta? —preguntó.

—Me encanta —Mayte se lo puso en el dedo—. Es precioso —tal vez era una materialista, pero siempre había querido un anillo grande y su chica acababa de dárselo-. Es una roca.

— ¿Es tan grande como el de tu hermana?

May sonrió.

—Sí. Éste la deslumbrará.

— ¿Y es más grande que el de Edgardo?

—Es más grande, si. Ha debido de costarte una fortuna.

Fernanda la abrazó y la besó con ternura en la sien.

—Tú lo vales, cariño. Y, además, lo he pagado con las fotos tuyas en el baño que he vendido en Internet.

Mayte sonrió y le echó los brazos al cuello. Se oyó el clic inconfundible de una cámara y las dos levantaron la vista justo en el momento en que Carlos hacía otra foto.

—Ahora que he fotografiado el final feliz, ¿creen que podemos seguir adelante con esta boda? —preguntó con una sonrisa nerviosa.

Mayte se echó a reír y no lo corrigió. Aunque aquello no era un final feliz... aquello era sólo el comienzo.






































Bueno, queridas ahora si de verdad no va más. Esto ha sido todo por esta historia. Muchas gracias a las que se obsesionaron, por uds no lo abandoné. Espero les haya gustado tanto como a mí, que les juro que desde que leí esta historia me la imagine MayFer.

Cuenteme qué les parecio y si tal vez les gustaría otra adaptación como esta. 🔥❤🙄

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