Capítulo 18

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Anteriormente

— Me pregunto que les pasó en esta semana que los acercó tanto... —murmuró Riku para sí mismo. 

Todo este tiempo pensaba que Ayano estaba sola.

Sus manos se tensaron

Estaba muy equivocado.

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El sol de la mañana brillaba de manera intensa en el cielo azul iluminando todo el pueblo y las pequeñas casas de las personas que vivían allí. 

No había duda de que era una hermosa mañana en la que todos parecían estar fascinados con buena voluntad y alegría. 

Sin embargo, algunos, no tanto.

— No puedo creer esto... —murmuró la delincuente de cabello azul por lo bajo.

Un pequeño grupo de delincuentes estaba escondido del sol, en donde había sombra, su escondite habitual, una cabaña abandonada en lo profundo de Sakurana Woods.

Los ojos de la delincuente de cabello azul miraron a los delincuentes restantes que estaban parados frente a ella. 

Originalmente tenían unos cuarenta miembros, más chicas que chicos. Ahora solo tenía diez, menos chicas, más chicos. 

— ¡¿Por qué demonios sucedió esto! — pregunto la delincuente de repente golpeando sus ambas manos sobre una mesa de madera, haciendo que se agite de manera violenta. 

Los delincuentes restantes la miraron fijamente, algunos se sobresaltaron y otros se molestaron por su ira infantil. 

— ¡Todo iba según lo planeado, se suponía que mataríamos a dos pájaros de un tiro y reclutariamos a más personas pero terminamos perdiendo más de la mitad de nuestros miembros!

— ¡No es obvio, alguien llamó a la maldita policía! —grito uno de los chicos delincuente mientras inhalaba su cigarro. 

— Maldita sea... porque son tan inútiles... ¿Alguien descubrió quién llamó a la policía? — dijo la delincuente de cabello azul mirando a cada uno de los miembros en cuestión.

— Tal vez la chica Ayano lo hizo. —sugirió una de las delincuentes quién tenía cabello violeta que brillaban en la habitación tenuemente iluminada. Se recostó en el viejo sofá rojo con otro delincuente dejando sus pies apoyados en la mesa de café.

— Eso no es probable, estoy seguro de que le quitamos todo a Aishi como a Yamada. — respondió el delincuente a su lado mientras tomaba un sorbo de su vaso de agua, tenía cabello rosa que combinaban con sus ojos.

— ¿Qué pasa con el bastardo de las artes marciales? —preguntó él otro chico delincuente mientras se peinaba su cabello negro.

— Igual lo tomamos aunque la recepción de los celulares no era buena a menos que llamara de antemano. —respondió la delincuente de cabello violeta antes de tomar la taza de agua de la delincuente de cabello rosado para tomar un sorbo.

— Entonces básicamente, ¡nadie sabe quién lo hizo! —dijo la delincuente de cabello azul alzando la voz de nuevo, los que estaban de espectadores a su alrededor de la habitación la molestaba, quería una respuesta clara. — ¡Se suponía que sería una misión fácil! ¡No entiendo cómo algunos de ustedes no pueden escuchar unas simples instrucciones!

Si no puedo tener a Senpai... [Ayando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora