Capitulo 9

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Ayano se acostó en la cama.

Había experimentado algo que rezaba no volver a experimentar nunca más, estar atrapada en el 'Medio' con un demonio que intentará arrancarle su piel realmente le afectaba en la mente y en el cuerpo.

Cuando estaba atrapada, la única persona en la que pudo pensar fue en Budo en lugar de su Senpai.

Sin embargo era natural, la voz de Budo le salvó la vida, aunque hubiera preferido que fuera la hermosa voz de Taro.

En su sueño pudo sentir el dolor en su corazón cada vez que pensaba en Taro, casi se sentía desesperada al saber que su amor no era correspondido pero pensaba que siempre podía cambiar eso.

¿Aún era posible hacer eso?

Desde que había escapado de su muerte, no podía sacar esos pensamientos de su mente.

¿Estaba disminuyendo su amor por él?

Ella sentía que no era tan fuerte como lo era antes, pero tal vez eso cambiaría cuando finalmente estuvieran juntos.

Taro era la fuente de su felicidad después de todo.

— Es un milagro. —murmuró Miyu acariciando el cabello de Ayano. —Realmente creo que ella regreso gracias a ti, Masuta. Eres un gran amigo para ella.

— ¿Eso crees? —murmuró

— Por supuesto, incluso los médicos creían que era demasiado tarde para salvarla, pero tú... no perdiste la esperanza. —menciono Saki mirando a Budo y sonriéndole agradecida.

— Gracias, Saki. —dijo Budo sonriéndole para luego mirar la cara dormida de Ayano. Se veía muy tranquila cuando dormía como si no tuviera problemas en el mundo. —Sabes que estoy muy agradecido por esa noche...

— ¿Que?  exclamó Saki mirándolo sorprendida.

— Recuerdo que estaba dando un paseo por la ciudad para olvidarme de las cosas que me tenían estresado debido a las altas expectativas de mis padres hacía mí, realmente me sorprendió esa noche. —dijo Budo, su flequillo proyectaba una sombra sobre sus ojos. — Decidí tomar una ruta diferente a la habitual y fue entonces cuando la encontré. Estaba defendiéndose de una delincuente que blandía un cuchillo, Ayano parecía tan frágil en el momento en que entré y detuve a la delincuente. Nunca pensé que ella y yo... estaríamos tan cerca después de eso, si hubiera tomado la misma ruta que siempre tomo, no sé qué hubiera pasado esa noche.

— Jeje... me parece que eres su salvador. —respondió Saki. — Ojalá hubiera sido la salvadora de Kokona.

— Eres su salvadora, evitaste un crimen del que se habría arrepentido en toda su vida. —dijo Budo acariciando la cabeza de Saki. — La verás pronto, lo sé.

— Gracias... —dijo Saki dandole a una sonrisa a Budo y a juzgar por su rostro se veía mejor.

Un repentino pensamiento cruzó por la mente de Budo y rápidamente miró la hora.

Era casi la hora de su cita con su amiga Mina Rai. Volvió a mirar a Ayano con una expresión preocupada.

— Deberías irte... —dijo Saki notando la urgencia de Budo. — Hiciste mucho por hoy. Me quedaré con Ayano hasta que llegue la noticia a sus padres.

— ¡Dile que volveré! —exclamó Budo.

Budo miró a Ayano por última vez y salió de la habitación a regañadientes.

No quería decepcionar a Mina ni a Ayano, pero Ayano necesitaba descansar y Mina lo necesitaba a él.

Rápidamente salió del hospital para ver si aún podía llegar al autobús a tiempo.

Si no puedo tener a Senpai... [Ayando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora